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Medio Ambiente

La defensa de los recursos naturales, tema de seguridad nacional

El presidente Iván Duque presentó la política de seguridad este miércoles en la mañana desde la base militar de Tolemaida.

El presidente Iván Duque presentó la política de seguridad este miércoles en la mañana desde la base militar de Tolemaida.

Foto:EFE

Así lo plantea el Gobierno de Iván Duque. Agua y biodivesidad son "activos estratégicos".

Por primera vez en la historia del país, el agua, el medioambiente y la biodiversidad se convierten en “prioridad de seguridad nacional”. Así quedó consignado en la ‘Política de Defensa y Seguridad para la Legalidad, el Emprendimiento y la Equidad’ del presidente Iván Duque.
El documento reconoce que Colombia no es un país cualquiera cuando de temas ambientales se trata. Es el segundo más biodiverso del planeta, el tercero con más agua, el único del continente con acceso al mar Caribe y al océano Pacífico, tiene seis nevados y 37 complejos de páramos. Ranquea en prácticamente todas las listas.
Por ello, el Plan no solo los aborda como “activos estratégicos de la nación” sino que los califica como “intereses nacionales principales y prevalentes, en un contexto global de presente y futura escasez de dichos recursos y de eventuales conflictos”.
La afirmación es de gran peso. Según Manuel Rodríguez Becerra, primer ministro de Ambiente del país, sería la primera vez que un presidente afronta estas problemáticas desde un enfoque de seguridad nacional. “Significa que se tendrá que intervenir de manera coordinada y sistemática para proteger los recursos naturales, pero, además, que esto ya no se puede quedar en la retórica. Ahora se invoca la actuación de las fuerzas de seguridad para sancionar los delitos contra el patrimonio de Colombia. Se reconoce que hay un problema de control del territorio y, que si no se actúa, esa tierra de nadie quedará en manos de la ilegalidad”, asegura el experto.
Pero ¿cómo se va a proteger? El documento habla de una idea que, aunque aparentemente sencilla, no se ha logrado alcanzar: sustituir la economía ilícita por lícita. El Gobierno Nacional reconoce que el vacío institucional o el déficit de presencia estatal, han hecho más fácil que se reproduzcan los aparatos criminales que afectan la seguridad nacional y, por supuesto, la naturaleza.
En esa medida, el Plan le da vida a una “Fuerza de Protección Integral Ambiental”, con el fin de impedir que las economías ilícitas sigan destruyendo esos activos estratégicos de la Nación. Ahí estarán las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, que deberán trabajar de manera articula con los organismos de inteligencia, la Fiscalía General de la Nación y las autoridades ambientales.
“La consecuencia es el fortalecimiento de esas organizaciones criminales, la dificultad de garantizar la seguridad y la convivencia en las zonas afectadas, la degradación acelerada del medio ambiente y la creación de condiciones que propician la prolongación indefinida de la violencia y la criminalidad e, incluso, su agravamiento”, dice el Gobierno.
Pongamos algunos ejemplos. Según Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN), de 2010 a la fecha se deforestaron más de un millón de hectáreas, una gran parte para la siembra de cultivos ilícitos, y sólo en el último año la cifra ya superó las 200.000 hectáreas. De seguir ese ritmo, en 20 años se habrá destruido la totalidad de estas áreas protegidas.
Pero no solo eso, en el último informe que entregó el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la ONU, una víctima fue protagonista: el bosque. En el 2017 el 34 por ciento de los cultivos de coca (de 177.000 hectáreas que se registraron) fueron plantados en áreas que en el 2014 solían ser bosques. Actualmente hay 8.301 hectáreas de coca dentro de 16 de ellos. La Serranía de La Macarena, Paramillo y Nukak son los más críticos.
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE
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