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Ciencia

Stephen Hawking: muere la mente brillante que conquistó las estrellas

Los aportes de Hawking son producto del trabajo que empezó a desarrollar desde que estaba muy joven

Los aportes de Hawking son producto del trabajo que empezó a desarrollar desde que estaba muy joven

Foto:REUTERS

El prodigioso científico británico falleció a los 76 años en Cambridge, Reino Unido.

Iván Peña
Stephen Hawking, el que puede ser considerado la mente más brillante del mundo contemporáneo, falleció este 14 de marzo por complicaciones derivadas de la esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad que lo aquejaba desde su juventud.
Hawking, nacido en la ciudad británica de Oxford, murió a los 76 años en Cambridge, ciudad casa de la universidad que lleva ese mismo nombre y que fue el hogar académico del científico, quien se especializó en las áreas de la física, la astrofísica y la cosmología.
En estas disciplinas, Hawking logró consolidarse como un referente al plantear teorías que buscaban unificar dos campos de estudio que parecían totalmente desconectados: por un lado, la relatividad general, de Albert Einstein, que explica el universo a partir de leyes macro, y la física cuántica, una aproximación micro de lo que ocurre a nivel de las partículas que componen todo lo que existe.
Así lo explica el astrofísico colombiano Santiago Vargas, profesor del Observatorio Astronómico Nacional. De acuerdo con Vargas, los aportes de Hawking son producto del trabajo que empezó a desarrollar desde que era muy joven y estaba elaborando su tesis de doctorado en Cambridge. Posteriormente a finales de la década de los 60 comienza a trabajar junto con el también científico británico Roger Penrose.
“Ambos aplicaron un modelo matemático nuevo a partir de la teoría de la relatividad con el que concluyeron que los agujeros negros, que son singularidades en el espacio-tiempo –es decir, lugares del Universo en los que el tiempo y el espacio se deforman por culpa de la inmensa gravedad- eran más comunes de lo que se pensaba y se encontraban de forma genérica en la teoría de Einstein”, explica Vargas.
Según el académico, a partir de ese momento Hawking empezó a estudiar más a fondo las dinámicas que tienen lugar en los agujeros negros. “Fue así como planteó su teoría que predice que los estas impresionantes estructuras no solo absorben la luz que pasa por ellas, sino que también pueden emitir partículas, en un fenómeno que se conoce como radiación de Hawking. Esta teoría asegura que, a medida que los agujeros van emitiendo esta radiación, también se van encogiendo, se van evaporando, es decir que no son completamente negros”, agrega el experto.
Este mismo planteamiento describe a los agujeros negros en cuanto a sus propiedades físicas, como su masa, su carga eléctrica y la forma como rotan (momento angular). Este estudio se conoce como termodinámica de agujeros en donde Hawking propone cuatro leyes, haciendo una analogía con la termodinámica. Sin embargo, la pérdida de materia y energía de los agujeros negros explicada a través de la radiación de Hawking aun no ha podido detectarse observacionalmente.
Esta es la razón por la que Hawking no pudo recibir el Nóbel de física: “este premio se lo dan a los científicos que logran comprobar teorías, y en el caso de Hawking, ninguno de los varios esfuerzos para hacerlo dieron tuvieron hasta el momento comprobación. Pero creo que esto es algo que va a pasar en el futuro pues hay experimentos que van tras su búsqueda”, asegura Vargas.

Una figura mediática

Además de ser un productivo científico, y pese a su enfermedad, Stephen Hawking supo convertirse en una de las personalidades más reconocidas del mundo. Prueba de ello fueron sus incontables apariciones en medios de comunicación en los que era capaz de cautivar a las audiencia con la voz robótica que emitía su silla inteligente, diseñada por él mismo y que era controlada a partir del movimiento de la pupila del científico.
Para Hawking, las pantallas de televisión eran una forma más de hacer divulgación científica, una tarea en la que nunca descansó. Hawking escribió libros, participó en congresos, dio entrevistas en varios países, hizo viajes en gravedad cero, salió en los Simpson y hasta rapeó en festivales de música con su particular voz. Todo por acercar la ciencia a las personas del común.
“Fue un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado perdurarán por muchos años”, dijo la familia de Hawking en un comunicado, firmado por sus tres hijos: Lucy, Robert y Tim.
CIENCIA
Iván Peña
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