¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Ciencia

América Latina es el lugar más peligroso para ser ambientalista

Un grupo de jóvenes peruanos protesta en Lima contra el cambio climático.

Un grupo de jóvenes peruanos protesta en Lima contra el cambio climático.

Foto:AFP

Más de la mitad de los homicidios de activistas ocurren en la región, de acuerdo con Global Witness.

A Isidro Baldenegro lo mataron esta semana de seis disparos. Su homicidio ocurrió en Coahuila (México), un estado por el que pasa la llamada Sierra Madre Occidental, con sus abundantes bosques de pino y roble.
Baldenegro era un líder dentro su grupo indígena, los tarahumaras, pero una piedra en el zapato para los carteles de la droga, que veían en la región una zona fértil para la marihuana, y las madereras, que habían puesto la mira en la sierra. Acumuló varios enemigos en la tarea de impedir que talaran los árboles de su territorio.
Las noticias sobre su muerte dicen que hasta ahora hay un sospechoso capturado por el crimen, pero, sobre todo, se han encargado de recordar que América Latina es la tierra más riesgosa para ser un defensor del medioambiente: según el observatorio británico Global Witness, en el 2015 –el informe correspondiente al 2016 será publicado a mitad de año– se presentaron 185 asesinatos de ecologistas en el mundo, y el 66 por ciento de ellos tuvieron lugar en nuestra región (122 casos).
La radiografía regional empeora cuando se aleja el lente del último año y saltan a la vista datos que indican que desde el 2010 fueron asesinados 753 activistas del medioambiente en el vecindario y que dentro de este panorama, con 105 casos, Colombia ocupa el tercer puesto, detrás de Brasil, con 207, y Honduras, con 109. Y la realidad se ve más dura aún cuando es conocido que Julio Baldenegro, padre de Isidro, fue asesinado también por preservar su región y que de las víctimas reportadas en el último lustro, el 40 por ciento corresponden a líderes de comunidades indígenas.
De hecho, de los 157 ambientalistas del mundo que han recibido el premio Goldman –uno de los más prestigiosos en materia de conservación del medioambiente, existente desde 1990–, solo dos han sido asesinados, los dos latinoamericanos: uno fue Isidro Baldenegro y la otra fue Berta Cáceres, también líder indígena y también muerta a tiros el 2 de marzo del año pasado, luego de recibir múltiples amenazas en su guerra contra el proyecto de la hidroeléctrica Agua Zarca, en el río Gualcarque de Honduras.
Pero ¿qué hace que en una región defender los ecosistemas se convierta en una labor peligrosa? Los expertos encuentran respuesta a esta pregunta en varias razones, algunas ocasionales y otras estructurales. Por ejemplo, el hecho de que solo América tenga el 52 por ciento de todos los bosques tropicales del planeta y de que estos, a su vez, alberguen al 50 por ciento de todas las especies que habitan el mundo hace que las probabilidades de conflictos ambientales sean mayores que en otras latitudes.
Sin embargo, la causa principal que señala Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt en Colombia, está en que buena parte de la violencia contra los activistas es un vestigio del modelo colonial, que ve en las comunidades nativas un obstáculo para la obtención de riqueza.
“Lo más lamentable que vemos en la región es que los Estados se queden cortos a la hora de proteger todas las vertientes que componen la democracia. También es triste que intereses privados aún sean capaces de motivar acciones armadas, en alianza con grupos ilegales, como se ha demostrado en varios países, incluidos el nuestro. Esto evidencia que el dinero derivado de la explotación de los recursos naturales ejerce un poder efectivo que, incluso, logra limitar las acciones del Estado a través de la corrupción”.
De acuerdo con Juan Pablo Ruiz, ambientalista y consultor del Banco Mundial y las Naciones Unidas, la violencia se da en buena medida por la prevalencia de estereotipos: “El ambientalismo suele ser visto como una amenaza, por fuerzas legales e ilegales, que busca un cambio en el modelo económico. No obstante, los activistas están en capacidad de generar cambios dentro del sistema, con diálogo y propuestas positivas. La violencia tiene que quedar atrás”.

‘Los activistas son más visibles ahora’

Acerca de este tema, EL TIEMPO consultó a una respetada fuente ambiental en Colombia, quien, paradójicamente, pidió la reserva de su nombre por encontrarse bajo amenaza. En su análisis, la fuente asegura que en América Latina, en países como Colombia, México u Honduras, prevalecen prácticas mafiosas como la de callar a quien señala puntos de vista opuestos y que ponen en tela de juicio intereses económicos:
“En nuestro país, el asesinato de líderes ambientales estuvo silenciado por el conflicto, que se llevaba buena parte de la agenda del país. Sin embargo, que el tema esté apareciendo en la opinión pública resulta positivo, porque indica que el avance hacia la paz está poniendo sobre la mesa asuntos como la sostenibilidad y la conservación de ecosistemas, y esto lleva a que los activistas sean más visibles. El tema ha escalado dentro las prioridades del país”.
Aparte del observatorio Global Witness, que en su informe anual más reciente afirma que 26 líderes ambientales fueron víctimas de homicidio, el colectivo peruano de información Ojo Público hizo un rastreo regional en el 2015 y evidenció al menos 56 casos de ecologistas silenciados (asesinados o desaparecidos) en Colombia durante los 12 años anteriores, con un gran foco de violencia en el Urabá antioqueño.
La profesora de derecho ambiental de la Universidad de los Andes Carolina Olarte considera que dentro del panorama de violencia contra estos líderes también deben ser tenidos en cuenta fenómenos como la persecución y la criminalización de la protesta, igualmente recurrentes en América Latina.
DIEGO ALARCÓN
Redacción Domingo
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO