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Proceso de Paz

El mural que inmortalizó la alegría

'El mural que inmortalizó la alegría' fue realizado en Cedro Cocido (Montería)

'El mural que inmortalizó la alegría' fue realizado en Cedro Cocido (Montería)

Foto:Colectivo 'No tenemos miedo'

Con esta pintura se hizo homenaje a la comunidad de Cedro Cocido (Montería)

Javier Forero
Un territorio colorido, multicultural, donde la boca huele a viento, los dedos de las manos se llenan de suero a los 25 grados de temperatura y la brisa fresca tragada a dentelladas quita de encima la sensación de pánico de la ciudad.
Así quedó plasmada Cedro Cocido, una vereda a 40 minutos de Montería, tomando la margen izquierda del río Sinú, en ‘el mural que inmortalizó la alegría’, una obra artística que hace homenaje a esta comunidad, que tras el despojo paramilitar, decidió recuperar su territorio.
La obra fue creada por el colectivo ‘No tenemos miedo’, con el apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras y el diario EL TIEMPO.
“Es una forma de narrar la historia desde la cultura y no desde la tragedia”, expresó Diana Ojeda, una de las integrantes del colectivo.
A mediados de los 90, el clan Castaño, fundador del paramilitarismo, sentenció a los campesinos de Cedro Cocido al desplazamiento, a la terrible ópera del despojo. A ser extranjeros en su propio país.
Fue una década de un deambular largo y tortuoso, pero el sol volvió a salir. En 2014, los campesinos recibieron los títulos de sus predios.
A partir de allí la comunidad empezó a reconstruir, a compartir y a reafirmar sus lazos sociales, para concretar una identidad que va más allá de la raza o la cultura, que está ligada más bien a la pasión, a la alegría, a las ganas de vivir. Esa amalgama, ese tejido, fue el que quedó plasmado en el mural.
“Invitar a la comunidad a realizar este mural, es invitarlos a hacer visibles sus sueños y trazar el camino para hacerlos tangibles”, expresó la Unidad de Restitución sobre este ejercicio.
Tras algunas conversaciones, la comunidad decidió que quería que se pintara el centro de acopio de leche, que es visto por los campesinos como su proyecto a mediano y largo plazo.

Es una forma de narrar la historia desde la cultura y no desde la tragedia

El proceso de construcción del mural tardó cuatro días, en los que la comunidad, especialmente los niños, fueron los protagonistas. Con su alegría y su desparpajo ambientaron las extensas jornadas de pintura.
“La comunidad nos pidió pintar sus sueños, plasmar su futuro, esperamos haberlo logrado”, reveló Diana Ojeda.
En 1941 el poeta pastuso Aurelio Arturo escribió que en Colombia el verde es de todos los colores. Y hoy, 70 años después, cualquiera que visite Cedro Cocido, se interne en sus extensos terrenos ganaderos o aprecie las flores que a borbotones allí germinan podrá comprobar que sigue siendo así.
Que allí, a 40 minutos de Montería, se reconstruye un lugar donde lo real conviene con lo mítico. Donde en un mural, con coloridos trazos, se condensó Cedro Cocido. Donde un día se inmortalizó la alegría.
Este ejercicio hace parte del proyecto #NoTenemosMiedo, que dio como resultado la exposición ‘Huellas y rostros de la restitución’, que se presenta en la estación Universidades de Transmilenio, del 23 de julio al 7 de agosto.
Exposición 'No tenemos miedo'

Exposición 'No tenemos miedo'

Foto:Colectivo 'No tenemos miedo'

La exposición cuenta con una instalación modular en acero de 50 metros cuadrados, una muestra fotográfica y un cómic periodístico en gran formato. Todo es cobijado por un paisaje sonoro.
El colectivo que combina el arte con el enfoque social es conformado por Javier Forero,  Gabriela Guerrero  Alonso,  Diana Ojeda y Oscar Ramírez.
Diana y Óscar además integran la organización UTK Crew, colectivo que apoyo el proyecto desde la línea artística. 
EL TIEMPO
Javier Forero
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