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Proceso de Paz

Urgen al Gobierno avanzar en la marcha de acuerdos con Farc

Sustitución de cultivos

Sustitución de cultivos

Foto:Archivo El Tiempo

Sustitución de cultivos y desarrollo rural es lo más atrasado, dice encargado de evaluar lo pactado.

Marisol Gomez
Si hoy las mayores dificultades en la consolidación de la paz con las Farc son los problemas de seguridad en los territorios abandonados por la exguerrilla y la lentitud en los proyectos de reincorporación de los excombatientes, a largo plazo la sostenibilidad de la paz recae sobre la implementación de lo que se pactó para superar el problema de las drogas ilícitas y lograr el desarrollo del campo.
Y son precisamente estos dos puntos los más rezagados entre los seis que incluyó el acuerdo de La Habana, según el Instituto Kroc, centro internacional de estudios de paz que ha evaluado 34 procesos en el mundo y encargado de revisar periódicamente la marcha de lo pactado con las Farc.
Según la evaluación que hizo a las 66 disposiciones que contiene el acuerdo en el tema de drogas ilícitas, solo el 2 por ciento se han implementado por completo, mientras que el 39 por cientos ni siquiera se han iniciado. El otro 45 por ciento de las disposiciones están en progreso, pero en una etapa inicial.
El Instituto Kroc destaca, en todo caso, que el acuerdo de Colombia es único en proponer una solución integral a las drogas ilícitas.
Este incluye, además de planes de sustitución voluntaria de cultivos ilegales, la formalización de predios de familias que erradican los plantíos y de quienes nunca los han tenido a pesar de vivir en zonas cocaleras. Además, una estrategia contra el lavado de activos derivado del narcotráfico, control de insumos para procesar las drogas y un programa de intervención frente al consumo.
Pero si bien hasta mayo se habían logrado acuerdos de sustitución con 123.000 familias, solo 77.659 habían avanzado hacia la etapa de registro. Hasta ese mes, la ONU había certificado la erradicación voluntaria de 12.142 hectáreas. El Instituto Kroc menciona dificultades como la falta de seguridad en las zonas afectadas por cultivos ilegales, de asistencia técnica para los cultivos alternativos y de una estrategia para la comercialización de los nuevos productos de los campesinos.
Esto sin contar con que en el Congreso se archivó el proyecto sobre tratamiento penal diferenciado para pequeños cultivadores. “Se requiere seguridad jurídica para las familias que de buena fe proporcionan información y se inscriben en el programa de sustitución, así como un alivio para aquellos con investigaciones abiertas y sanciones en su contra”, dice el Kroc.
Y llama a una mayor coordinación entre las autoridades que manejan la sustitución voluntaria y la erradicación forzada, pues están creando desconfianza de las comunidades con el Estado.

...no significa que el éxito esté garantizado o que el riesgo de retornar al conflicto armado haya desaparecido

La deuda con el campo

Como en el punto de drogas ilícitas, en el de desarrollo rural integral solo se han completado el 2 por ciento de las 104 disposiciones que contiene. Otro 50 por ciento se comenzó a implementar, pero está en su nivel mínimo.
Lo grueso de este punto está en la creación de un fondo de tierras de 3 millones de hectáreas para los campesinos que no tienen, la formalización de 7 millones, la definición de la frontera agrícola y la actualización del catastro rural.
Además, la construcción de infraestructura vial, educativa, de salud y conectividad.
El informe destaca los avances en la creación del fondo de tierras, al que se habían transferido hasta mayo 525.000 hectáreas; en la ley que agiliza la extinción de dominio de predios adquiridos de manera ilegal, en el incentivo por servicios ambientales, en los planes de desarrollo con enfoque territorial en 155 de 170 municipios y presencia estatal en antiguas zonas marginadas.
También, en el piloto sobre el catastro rural en 23 municipios.
Sin embargo, menciona la gran incertidumbre financiera para los planes de desarrollo territorial y el retraso legislativo en los planes para el campo.
Según el Instituto Kroc, comparado con los otros 34 acuerdos que ha evaluado a 18 meses de haber arrancado la implementación, el de Colombia lleva un ritmo promedio.
“Esto no significa que el éxito esté garantizado o que el riesgo de retornar al conflicto armado haya desaparecido”, concluye al advertir que el proceso de implementación “ha entrado en la parte más difícil”.
Esto porque implica “ lograr la reforma rural, promover el desarrollo económico, garantizar la participación ciudadana, reincorporar a los excombatientes, sustituir los cultivos ilícitos, abordar las preocupaciones de las víctimas y proporcionar mecanismos para la justicia transicional”, concluye el Instituto Kroc.

Bolivia y Tailandia, ejemplos de éxito de sustitución voluntaria

La sustitución voluntaria de cultivos ilícitos es una estrategia con resultados a largo plazo, destaca el Instituto Kroc, pero los resultados se ven.
Según el informe que presentó este jueves sobre la marcha de los acuerdos con las Farc tras año y medio de la firma de la paz, los acuerdos con los campesinos para sustituir cultivos ilegales en Bolivia redujeron la producción de cocaína en ese país en un 34 por ciento entre el 2010 y el 2014.
“El programa cooperativo de reducción de coca de Bolivia permite a cada cocalero registrado cultivar solo 1.600 a 2.500 metros cuadrados de coca. El cumplimiento se asegura a través de acuerdos con los sindicatos locales, un sofisticado sistema de monitoreo, titulación de tierras, un registro de productores y la implementación de una base de datos sistemática.
Esto, según el Instituto Kroc, confirma la importancia de la sustitución voluntaria como estrategia para acabar con el problema de las drogas ilícitas.
También menciona el caso del sur de Tailandia, donde con políticas de desarrollo alternativo se logró eliminar la producción de amapola.

‘Recomendamos que espacio de diálogo con Farc siga’

Borja Paladini Adell, representante en Colombia del Instituto Kroc

Borja Paladini Adell, representante en Colombia del Instituto Kroc

Foto:Instituto Kroc

A pesar de que las metas del punto de reforma rural son a largo plazo, ¿cuáles son las acciones inmediatas que se deben hacer para garantizar la consolidación de la paz?
Una medida que habría que sostener en el tiempo son los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial, que son ejemplo de procesos participativos. Tienen un avance en su planificación, algunos ya se han aprobado y otros están a meses de aprobarse. Falta consolidar eso, que es una plataforma de legitimación y genera transformación y calidad de la paz. Esos procesos tardan tiempo, pero ahora se tiene que pasar de una lógica de sprint a una de maratón. Se ha corrido mucho en estos 18 meses. Hay que sostener ese ritmo durante 15 años.
¿Más allá de las cifras de cumplimiento, qué análisis cualitativo han hecho hasta ahora de la implementación?
Usamos estudios de percepción y eso nos ayudó a enriquecer nuestro análisis con distintas miradas, como la de campesinos, jóvenes, indígenas. El acuerdo sí ha generado división, pero muchas medidas del acuerdo, si no se menciona este, generan consensos y el nivel de aprobación sube, como en la reparación a las víctimas o las estrategias de desarrollo para los municipios. Hemos visto que de un acuerdo de paz pueden surgir consensos más amplios y compromiso colectivo para salir de los problemas del país. Creemos que con el nuevo Gobierno eso se puede cumplir.
¿Qué puede ocurrir si el Gobierno suspende el espacio de diálogo con el ahora partido Farc, como la Comisión de Seguimiento?
Recomendamos enfáticamente que se mantengan espacios de interlocución directa, regular, enfocada en hacer seguimiento a la implementación, en resolver disputas y en encontrar soluciones a problemas que van surgiendo. Cuando hay desconfianza, rencores, es importante mantener ese espacio donde las personas se encuentran cara a cara.
REDACCIÓN PAZ
Twitter: @pazELTIEMPO
redaccionpaz@eltiempo.com
Marisol Gomez
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