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Proceso de Paz

El Eln se está encargando de hacer irrelevante su proceso de paz

Juan Camilo Restrepo (izq.) estuvo un año al frente de la negociación en Quito. Por el Eln, ‘Pablo Beltrán’ (der.).

Juan Camilo Restrepo (izq.) estuvo un año al frente de la negociación en Quito. Por el Eln, ‘Pablo Beltrán’ (der.).

Foto:Rodrigo Buendía / AFP

Más que equipo nuevo para negociación, uno de transición para preservar lo poco logrado hasta ahora.

Juan Carlos Rojas
Nada cambiará sustancialmente en el proceso de paz con el Eln con la próxima conformación de un nuevo equipo negociador.
Entre otras cosas, porque al presidente Juan Manuel Santos, que le apostó a cerrar definitivamente el conflicto con las guerrillas, le quedan escasos ocho meses de gobierno, y el ritmo que ha tenido el diálogo con el grupo armado de ‘Gabino’ no da para pensar que habrá definiciones claves en ese corto tiempo.
Dentro de esta lógica, el equipo negociador que designe Santos será fundamentalmente de transición. Y la tarea será sostener el proceso de paz, con cese bilateral del fuego y de hostilidades incluido si es posible, hasta que llegue el nuevo Presidente y ponga en marcha su propia estrategia frente a los grupos armados irregulares.
Este es el horizonte inmediato y más obvio con el Eln, y lo era incluso desde antes de que se supiera, esta semana, que Juan Camilo Restrepo dejaría su cargo como jefe de la delegación del Gobierno para los diálogos con esa guerrilla.
El cese bilateral del fuego y hostilidades más allá del 9 de enero, para cuando está previsto que termine la tregua que comenzó el primero de octubre, le convendría al país porque garantizaría unas elecciones para el Congreso y la Presidencia sin el fuego del Eln. Pero, sobre todo, le serviría a esa guerrilla para quitarse la presión de las Fuerzas Militares.

Un cese con víctimas civiles

Más allá de las conveniencias, la prolongación del cese bilateral del fuego solo sería útil si el Eln logra controlar a sus grupos en el Chocó y en Nariño, autores de claras violaciones a la actual tregua con el Gobierno.
En el primer departamento, los guerrilleros mataron a finales de octubre, en el Alto Baudó, a un gobernador indígena. Y en Nariño, concretamente en Magüí Payán, según confirmaron la Alcaldía y la Defensoría tras visitas al terreno, provocaron la muerte de al menos tres civiles, entre ellos una joven embarazada de 22 años, un líder de las comunidades afro y una persona con problemas mentales.
Esto último, según la Defensoría, tras responder con fuego el 27 de noviembre contra otro grupo armado –disidencia de las Farc– “sin importar que había población civil”.
En los hechos murieron en total 13 personas y el Eln se hizo responsable de la muerte de 10 que, dijo, no eran civiles.
En las actuales condiciones, la única carta del Eln para que el próximo gobierno considere la posibilidad de mantener el proceso de paz es un cese del fuego y de hostilidades sin violaciones y con resultados constatables. En particular, para la población civil.
Hasta ahora, como dice el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), que le ha hecho el seguimiento al cese bilateral del fuego con esa guerrilla, el resultado más positivo “ha sido la cesación completa de combates entre el grupo guerrillero y la Fuerza Pública”.
Además de los hechos de Chocó y Nariño, el Cerac menciona otras seis violaciones del cese del fuego de parte del Eln en octubre, y cinco en noviembre, que no se pudieron confirmar.
La realidad es que, con su inercia, esa guerrilla se ha encargado de convertir el actual proceso de paz en un hecho irrelevante para una buena parte del país. Esto, en el mejor de los casos. Y en el peor, ha contribuido a aumentar el rechazo natural que existe hacia el Eln.
Por eso, ganarse un lugar en la agenda del próximo Presidente de Colombia es un imperativo para esa guerrilla en los restantes ocho meses de gobierno de Santos, quien ya, a decir verdad, hizo lo que podía.
Lo que le queda al Presidente es nombrar un equipo negociador de transición que preserve, hasta donde sea posible, lo poco que le ha dejado al país el proceso de paz con el Eln.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO
margir@eltiempo.com
En Twitter: @MarisolGmezG
Juan Carlos Rojas
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