¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Los demócratas apuestan por el arcoíris

Estos son algunos de los dilemas que el Partido Demócrata enfrenta en esta elección intermedia.

Sergio Muñoz Bata
¿Podrán las mujeres salvar la causa del Partido Demócrata en el Congreso? ¿Saldrán los latinos a votar en masa? ¿Están motivadas las minorías étnicas y raciales para cambiarle la cara al partido y al Congreso? ¿Se unirán al arcoíris un número suficiente de votantes blancos independientes?
Estos son algunos de los dilemas que el Partido Demócrata enfrenta en esta elección intermedia del 6 de noviembre, en la cual se disputan todas las curules en la Cámara de Representantes, 35 puestos en el Senado, 36 gobernaciones, 87 asambleas estatales y 5 alcaldías.
Las batallas trascendentales sucederán en 70 distritos republicanos donde los demócratas necesitan ganar al menos 23, para obtener la mayoría en la Cámara de Representantes. Mientras que en el Senado tienen que mantener los 29 escaños que poseen y ganar por lo menos en dos republicanos.
Del resultado de esta elección depende si en 2020, el Partido Demócrata será un partido de corte progresista capaz de atraer el voto de los independientes o seguirá siendo el tradicional Partido Demócrata que busca triangular hacia el centro del espectro político, como predicó con éxito Bill Clinton en los 90.
La tentación de transformar el Partido Demócrata en una organización política inclusiva data de 1984, cuando el líder de los derechos civiles Jesse Jackson buscó la nominación presidencial de su partido proponiéndole un cambio de piel al añadir a la base de votantes blancos mayor diversidad, incluyendo a negros, latinos, mujeres, sindicalistas, activistas, gais, lesbianas, ambientalistas, estudiantes y americanos de diversos orígenes nacionales, nativo árabe o asiático, en una Coalición Arcoíris.
La Coalición Arcoíris reapareció con mayor éxito en 2008 y 2012, cuando el país eligió y reeligió a Barack Obama, el primer presidente negro en la historia de la nación. Cuatro años después, los imperdonables errores de cálculo de los estrategas de Hillary Clinton en tres estados anularon el notable esfuerzo de la coalición.
A la vanguardia de esta nueva versión del Arcoíris están las mujeres, que presentan un número récord de candidatas a la Cámara Baja y el Senado: 256 en total; y de ellas, 197 demócratas y 59 republicanas; 70 demócratas compiten en estados republicanos, 63 en demócratas y 13 en estados impredecibles. A su favor está que el 58 por ciento de las mujeres votantes son demócratas y el 33 por ciento, republicanas. Entre los hombres, 50 por ciento son republicanos y 42, demócratas. La diferencia es importante porque desde 1964, el número de mujeres votantes ha sobrepasado al de los hombres.
El análisis del Pew Research Center muestra que más de 29 millones de latinos podrían votar en esta elección, pero también que en elecciones intermedias baja considerablemente el número total de votantes, y en el caso de los latinos, apenas votan unos 7 millones. El voto latino podría ser decisivo en Nevada, Florida, Texas o Arizona y partes de California. La comunidad LGBTQ también podría contribuir al triunfo demócrata, ya que en esta elección presenta 400 candidatos, una cifra récord.
La apuesta demócrata es arriesgada, por cuanto enfatiza la identidad como el motor central de su política. Su enfoque es reivindicativo, como en el caso de #MeToo, o en la defensa de los migrantes o las minorías sexuales. Pero, generalmente, las elecciones no se ganan abogando por lo que es justo, sino ofreciendo soluciones para los problemas locales y mandando un mensaje relevante y contundente sobre el bienestar futuro de la sociedad.
Confío, sin embargo, en que esta elección, como acertadamente ha escrito Frank Bruni en The New York Times, “no solo es un referendo sobre el rumbo que tomará el país, sino una prueba de donde se fijarán los límites entre la decencia y la desvergüenza”.
SERGIO MUÑOZ BATA
Sergio Muñoz Bata
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción