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Una reunión de escuelas que construyen paz

El nivel de radio y TV escolar que hacen en lo profundo de Colombia es un ejemplo esperanzador.

Óscar Sánchez
Miles de jóvenes y docentes de ciudades grandes y poblaciones intermedias, campesinos, afros e indígenas construyen paz en Colombia, y conforman un movimiento bastante activo. Distintos ejemplos locales y algunos encuentros nacionales de ese movimiento de educación para la paz merecen reconocimiento.
Por ejemplo, programas gubernamentales como GENeración PAZífica (https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/oscar-sanchez/cultura-y-educacion-para-la-paz-159238) y Somos Generación de Paz (https://www.youtube.com/watch?v=jZcxPTK1aco).
La reunión que tuve la oportunidad de acompañar el fin de semana pasado fue muy especial. Sentí, después de muchos encuentros, que ese movimiento está madurando y puede exponer ante el país, desde las comunidades locales, una ruta para que la paz eche raíces. Nos reunimos unos cuantos centenares de personas en el encuentro de comunidades de práctica para la incidencia y la transformación en educación para la paz http://educapaz.co/enr/.
Llegaron experiencias locales de Antioquia, Atlántico, Bogotá, Bolívar, Caquetá, Cauca, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, La Guajira, Norte de Santander, Nariño, Risaralda, Santander, Tolima y Valle del Cauca. Y cada una de ellas tenía tres características comunes: gente comprometida a fondo con la paz de sus territorios, trabajo concreto desde el mundo escolar y voluntad de influir en las decisiones institucionales del Estado y la sociedad civil en lo regional y en lo nacional.

En cada territorio cómo personas y colegios con años de experiencia se están juntando con otros con muchas ganas, aunque muy nuevos en sus procesos.

Pero lo que más me animó a pensar que ahora vamos a tener resultados más profundos y duraderos que en el pasado fue ver en cada territorio cómo personas y colegios con años de experiencia se están juntando con otros con muchas ganas, aunque muy nuevos en sus procesos. No fue un encuentro de los de siempre, sino la unión de muchos con trayectorias diversas. Y no fue para decir que todo se está haciendo bien, sino para afianzar procesos y explorar caminos.
En la naturaleza de los temas en los que se constituyeron redes nacionales a partir de experiencias existentes se ve la diversidad del trabajo. Estas redes son: 1) Organización y movilización juvenil, 2) Política pública educativa, 3) Convivencia escolar, 4) Aprendizaje y servicio solidario, 5) Construcción de herramientas pedagógicas socioemocionales y ciudadanas, 6) Investigación y sistematización de prácticas de educación para la paz, 7) Comunicación y educación, 8) Educación intercultural, 9) Arte y educación para la paz, 10) Escuela, comunidad y territorio, y 10) Memoria, verdad y educación.
El contagio que se generó promete ser perdurable. Coros y orquestas escolares de primer nivel fueron los actos culturales; y experiencias escolares de paz ganadoras de reconocimientos internacionales, las intervenciones centrales. En cada una de estas vivencias, el nivel de lo que se vio llevó a todos los asistentes a entender en carne propia que la excelencia en la construcción de paz desde la escuela no solo es posible, sino que ya se ha consolidado en muchos casos. Y a decirse: ¡yo también puedo!
Los casos son impresionantes. El nivel de la televisión y la radio escolar que se están haciendo en lo profundo de Colombia, los hallazgos de la investigación comunitaria liderada desde las aulas, la profundidad reflexiva de los diálogos sobre la sexualidad, la creatividad para entender la violencia y transformar la cultura que la genera y la capacidad para hacernos pensar sobre nuestras propias fallas sin juzgarnos son sencillamente ejemplos esperanzadores.
Y vimos la paz. Eso que muchos sienten en el amor de la familia, en una exposición o un concierto, o en una práctica religiosa, lo vivimos colectivamente este fin de semana mediante la presentación de experiencias pedagógicas. Pasaron cosas como el recibimiento que los jóvenes y docentes de Bogotá les dieron a quienes llegaron a la ciudad y las muestras de talento que retribuyeron chicos y profes del resto del país.
Larga vida a esas redes, y que su saber y compromiso inunde al país entero.
ÓSCAR SÁNCHEZ
* Coordinador nacional de Educapaz
Óscar Sánchez
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