¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Así podría salvar Trump a Maduro

Un bloqueo petrolero impuesto por Donald Trump sería una tabla de salvación política para Maduro.

Moisés Naím
El presidente Donald Trump y su gobierno están considerando la posibilidad de prohibir la importación de petróleo venezolano a Estados Unidos. El cálculo de la Casa Blanca y otros en el gobierno y en el Congreso es que esta sanción asfixiaría la economía venezolana y conduciría a la caída del régimen de Nicolás Maduro.
Yo no estoy tan seguro. Veo la posibilidad de que esta medida más bien termine fortaleciendo al gobierno, debilitando a la oposición y agravando la crisis humanitaria que está devastando a los venezolanos.
Trump ha anunciado que impondría severas sanciones económicas a Venezuela si Maduro lleva adelante su intención de convocar una asamblea constituyente. Las más de 500 personas que se elegirían en un proceso tutelado y trampeado por el régimen tendrían la misión de reescribir la Constitución. La fundada preocupación es que la intención de Maduro y sus socios cubanos es utilizar esta nueva constitución –cuya redacción y aprobación controlarían– para imponer instituciones y políticas económicas como las que imperan en Cuba.
De otro lado, más de 7 millones de venezolanos que participaron en una consulta organizada por la oposición manifestaron su repudio a esta constituyente. Diversos presidentes y expresidentes de América Latina y Europa, el secretario general de la Organización de Estados Americanos y
múltiples organizaciones internacionales han exhortado al gobierno de Caracas a que suspenda esta iniciativa. Pero, Maduro y los suyos reiteran que la constituyente es indetenible.
De resultar esto cierto, Trump ha prometido sanciones más severas de las que ya hay. El enfoque adoptado por Barack Obama y continuado por Trump ha sido el de identificar con nombre y apellido a corruptos, narcotraficantes, violadores de derechos humanos y otros criminales que ocupan altos cargos en el gobierno de Venezuela y en sus fuerzas armadas e imponerles fuertes sanciones personales. Pero, en ciertos círculos de Washington y de la oposición venezolana, estas sanciones son percibidas como insuficientes, y de allí la propuesta de prohibir la importación de petróleo venezolano a EE. UU.
Hay tres razones por las cuales esta es una mala idea.
La primera es que la experiencia histórica en materia de sanciones demuestra que los bloqueos o embargos económicos generales casi nunca logran su objetivo. Hacen sufrir más a la población, pero no afectan al gobierno ni a las élites que lo apoyan. El caso de Cuba es el mejor ejemplo. En 1962, Estados Unidos le impuso un bloqueo económico cuyo objetivo era derrocar al régimen de los Castro. Su único efecto ha sido el de darle al régimen una excusa para justificar la crónica catástrofe económica que sufre la isla. Y hay más ejemplos. Lo que llevó al gobierno de Irán a la mesa de negociación que culminó en el acuerdo que frenó su programa nuclear no fueron las sanciones económicas que pesan sobre el país desde hace décadas, sino nuevas y muy sofisticadas medidas dirigidas a altos funcionarios, a sus socios y a su sistema financiero. Vladimir Putin no se queja mucho de las sanciones generales que hay contra Rusia, sino de las que afectan específicamente las finanzas de sus más cercanos colaboradores y oligarcas amigos.
La segunda razón es que el bloqueo petrolero es innecesario. Sus terribles efectos ya los ha creado Nicolás Maduro. La economía venezolana ya colapsó y desgraciadamente sigue en caída libre. Las reservas en el Banco Central están por debajo de 10.000 millones de dólares, una fracción de lo que deberían ser. La mayor parte de las medicinas, los alimentos o los insumos para producirlos hay que importarlos pagándolos de contado en moneda dura, ya que nadie le da crédito al gobierno de Maduro. La trágica realidad es que ya no hay suficientes dólares para importar lo que hace falta para nutrir y medicar adecuadamente a todos los venezolanos. Y esta tragedia la crearon Chávez, Maduro y sus aliados cubanos… solitos. Sin ayuda de Washington.
Y esta es la tercera razón: la tragedia venezolana tiene responsables muy claros. El mundo ya entendió que los venezolanos sufren por culpa de la oligarquía chavista que ha gobernado al país por 18 años bajo la tutela de La Habana. Ahora, ni siquiera los simpatizantes más fanáticos de la revolución bolivariana pueden defender los resultados de esa revolución sin hacer el ridículo. Un bloqueo petrolero impuesto por Donald Trump sería una maravillosa y oportuna tabla de salvación política para Maduro. Trump sería presentado como el responsable del hambre de los venezolanos. Maduro ha venido denunciando la “guerra económica declarada por el imperio del norte contra Venezuela” como la causa de los males del país. El bloqueo petrolero lo confirmaría.
No lo haga, presidente Trump.
Moisés Naím
@MoisesNaim
Moisés Naím
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción