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Toda una vida

Julio Carrizosa plantea una educación ambientalista, que en Colombia debería ser indispensable.

Lucy Nieto de Samper
Sobre Julio Carrizosa Umaña, autor del libro 'El ambiente en la discusión de la paz': una década de reflexiones y propuestas, publicado por Esri Colombia, dice Alegría Fonseca en el prólogo: “Con la capacidad de ver y entender el mundo y sus infinitas interrelaciones, (...) y con una permanente preocupación por que la sociedad y el territorio se desarrollen de una manera articulada y armoniosa, ha dedicado gran parte de su vida a la docencia y al servicio público, en la administración y la gestión ambiental, con una profunda dedicación y amor por su país”.
En realidad, ese ha sido su mundo. “Desde cuando fui estudiante de ingeniería en la Universidad Nacional, quedé atrapado en el mundo de la naturaleza y su entorno”, dice Julio Carrizosa, un ambientalista de tiempo completo. Ha recorrido y analizado gran parte del territorio nacional, y, para poder explicar en qué consiste, cómo se formó y cómo funciona nuestro ecosistema, uno de los más complejos del planeta Tierra, se ha sumergido en mares y ríos y ha escalado los picos más altos de nuestras montañas.
Varios libros ha escrito el notable ambientalista sobre este tema inagotable. El más didáctico se titula 'Colombia compleja', pues ahí plantea el cómo, el qué, el porqué y el cuándo de una educación ambientalista que en un país como Colombia debería ser indispensable: porque su biodiversidad es particularmente rica y porque esa inmensa riqueza, que es patrimonio de todos los colombianos, debemos cuidarla y defenderla para poder disfrutarla.

Carrizosa, un ambientalista de tiempo completo. Ha recorrido gran parte del territorio nacional para poder explicar en qué consiste, cómo se formó y cómo funciona nuestro ecosistema.

Su último libro, 'El ambiente en la discusión de la paz', es, como su nombre lo indica, una compilación de las conferencias que dictó y de los artículos que publicó en El Espectador durante la década 2007-2017, mientras avanzaban en La Habana los diálogos entre negociadores del Gobierno y jefes de las Farc para llegar a un acuerdo de paz. Son reflexiones sobre 50 años de guerra y acerca de aportes y propuestas que desde el saber ambiental se hicieron al proceso de paz. Y dijo también: “La construcción de la paz sería más fácil en Colombia si se tuvieran en cuenta las características de su ambiente: sus ecosistemas, sus gentes, sus culturas, su historia y todo lo que nos rodea; inclusive, el resto del planeta”.
Sobre los temas acerca de los cuales escribe Julio Carrizosa, uno encuentra que todo le preocupa y todo le interesa: desarrollo, planificación, recursos naturales, minería, café, deforestación, cambio climático, expansión de las ciudades, en particular la de Bogotá. Y en el artículo titulado ‘Un error gigantesco’ vuelve a protestar porque el alcalde Enrique Peñalosa avance en su propósito de intervenir en la zona famosa: Thomas van der Hammen. “Construir casas sobre 100.000 hectáreas de los mejores suelos del país equivale a destruir la posibilidad de producción y de cultivos (...) es sellar las posibilidades de una agroindustria próspera junto al mejor mercado de la nación”.
El 8 de abril de 2017, en entrevista para EL TIEMPO, Enrique Peñalosa me habló de la zona: “Nuestra propuesta casi triplica el área de la reserva. Pasar de 700 a 1.800 hectáreas sería 18 veces el parque Simón Bolívar”. Yo visité esos terrenos, y lo que vi fue cultivos de flores, de verduras; barrios, colegios, potreros, etc. Por eso definir la zona, desde los cerros de Torca hasta el río Bogotá, como propone el alcalde, aun respetando la opinión de los ambientalistas, esa propuesta me suena, y ruego me disculpen por esta intromisión. De remate, leí que el futuro de la Van der Hammen no depende de los ambientalistas ni del alcalde Peñalosa, sino de la decisión de nueve delegados de la CAR. Amanecerá y veremos.
Por último, Julio Carrizosa dice en su libro: “La guerra y la paz en Colombia están interrelacionadas con las características de más de 311 ecosistemas que conforman el territorio (...). La alta complejidad de nuestra geografía ha influido en que haya guerra y nadie la haya ganado. E influirá en las características de la paz. Por eso, el ambientalismo debe hacer aportes para que la paz futura sea más sostenible que la guerra”.
LUCY NIETO DE SAMPER
lucynietods@gmail.com
Lucy Nieto de Samper
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