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Región y 'Las migajas del Epulón cachaco'

Es un error financiar las regiones exclsivamente con rentas de extracción de combustibles fósiles.

Héctor Pineda
Durante el debate de la Asamblea Nacional Constituyente, el colega Delegatario Juan B. Fernández Renowitzky, porfiaba en que se aprobara la propuesta de entregar el subsuelo en propiedad a las regiones, una medida de reparación a los Estados soberanos del pasado expropiados por el centralismo. En su elocuencia de editorialista, argumentó que “una región entidad territorial sin fuentes propias para financiarse, ni más allá ni más acá, es un muñeco pintado en la pared que no sirve para nada y le toca vivir de las limosnas que deje caer de la mesa el insaciable Epulón del centralismo cachaco”.
Así pues, veintiséis años después de vigencia de la Constitución, de unos años de haber sido aprobada la Ley Orgánica del Ordenamiento Territorial, dictada desde la visión recortada de un Ministerio regentado por un cachaco, por supuesto, de las insistencias del Constituyente Eduardo Verano de avanzar en la dinámica regional y la reciente conformación de la RAP Caribe, integrada por los departamentos de La Guajira, Magdalena, Cesar, Atlántico, Bolívar, Sucre y Montería, se hace evidente la importancia que para estos menesteres de autonomía tenía la visión del Constituyente Juan B: “sin plata no hay región autónoma”.
Por estos días, la Federación de Gobernadores, por supuesto con el impulso especial de Eduardo Verano en su calidad de gobernador del Atlántico, se ha radicado en el Congreso de la República una iniciativa tendiente a establecer el proceso de conversión de Región Administrativa y de Planeación (RAP) a Región Entidad Territorial (RET), sobre la cual guardó silencio la Ley Orgánica del Ordenamiento Territorial (LOOT) o ley 1454 de 2011.
Una lectura a vuelo de pájaro del proyecto de ley orgánica propuesto por los gobernadores colombianos, en la parte pertinente correspondiente a la financiación de la nueva entidad territorial regional, se repite la fórmula de los recursos que cada departamento disponga, los de las gestiones que realiza y, recuerdo entonces el símil del 'Rico Epulón cachaco' que hiciera el Constituyente Fernández, nuevamente se insiste en el error de establecer como fuente fundamental de dineros para la región, una mayor participación de los recursos del Fondo Nacional de Regalías, hoy bajo el control férreo de Planeación Nacional.
Entonces, cuando digo que es un error, por una parte, lo hago sustentado en el hecho incontrovertible que en el tire y jale de la repartija, como ha sucedido, el centralismo siempre encuentra el pretexto para quedarse con la mayor tajada de la bolsa y satisfacer sus propias necesidades nacionales en detrimento de las entidades territoriales a las que les queda la tronera de la explotación minera y recibe las migajas que el centralismo deja caer de la mesa, muchas de esas migas con mantequilla de corrupción.
Como lo dijo un candidato de estos lados del caribe: “derivar riqueza de la renta de los combustibles fósiles, además de no tener futuro, también genera corrupción”. Adicional, y es lo de fondo, olvidan los gobernadores las advertencias mundiales, incluida las del BM, sobre lo insostenible de seguir extrayendo combustibles fósiles cuando dichos combustibles emiten los gases efecto invernadero (GEI), que producen el calentamiento global.
Contradictorio, entonces, pretender como fuente de riqueza para una nueva entidad territorial la derivada de unas rentas que, a mediano plazo, deben decrecer, para no hablar de los anuncios de las autoridades que advierten que, en materia petrolera, “se está raspando la olla” y, en corto tiempo, nos veremos obligados a importar petróleo para mantener encendidas unas refinerías sobredimensionadas. Error, por decir lo menos, financiar las regiones con las rentas derivadas de la extracción de los combustibles fósiles que, en la agenda mundial, están condenados a desaparecer.
HÉCTOR PINEDA
*Constituyente de 1991
Héctor Pineda
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