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Inteligencia y patrones de comportamiento

Las preguntas fundamentales que los neuro y los tecno-científicos intentan responder son similares.

La inteligencia artificial, un desarrollo de la inteligencia humana, es la simulación en computadores de esta distintiva cualidad del Homo sapiens. En paralelo con las complejas investigaciones de los tecno-científicos para simular nuestra mente en las máquinas, también los neurocientíficos están tomando ventaja de los desarrollos en el área y aprendiendo cantidades de nuestra propia manera de pensar, creer y crear.
Reconocimiento de patrones es la identificación de tendencias en conjuntos de datos, ideas, palabras, símbolos o imágenes. Ya en el siglo XXI y gracias a los sorprendentes avances tecnológicos, el reconocimiento de patrones es la identificación de tendencias y regularidades en gigantescos volúmenes de piezas de información, que permiten a las máquinas ‘inteligentes’ llegar a conclusiones útiles y, en algunos casos, preocupantes.
Veamos dos ejemplos de patrones comunes de consumo. Desde tiempo atrás y como es bien conocido, las cadenas de supermercados han identificado parejas o grupos de productos que los clientes compran con frecuencia en la misma visita. Para tomar ventaja de tales preferencias involuntarias, los supervisores de los grandes almacenes colocan los productos afines, uno al lado del otro, en las estanterías cercanas a los puntos de pago, con resultados financieros satisfactorios. Esto es historia antigua.
Ahora en el siglo XXI las vitrinas son virtuales, y las ofertas y las transacciones no tienen que ocurrir ni en el mismo lugar ni al mismo tiempo. Hace pocos días pagué en Atlanta con mi tarjeta de crédito varios pares de calcetines que quería regalar a algún familiar.
Pocas horas después, mientras leía una revista colombiana por Internet, apareció ‘por coincidencia’ y justo al lado de la crónica que me interesaba, una propaganda que quería ‘venderme’ unos ‘modernos y elegantes’ zapatos. No le hice caso al anuncio, por supuesto, pero de allí surgió la idea de escribir esta nota.
El sencillo ejemplo anterior refleja la personalización y la precisión de la publicidad moderna. La compra simultánea de medias y zapatos es un patrón que todos, incluidos los computadores, reconocen. Automáticamente y sin intervención humana, algún software de inteligencia artificial concluyó que este columnista podría ser un potencial cliente de unos zapatos que no necesitaba.
Sin duda alguna, si no aplicamos atención total permanente, la ‘modernización’ de la publicidad, computarizada y personalizada por los patrones de nuestra propia conducta, nos llevará a muchísimas adquisiciones inútiles; eso es negativo.
Por otro lado, es importante resaltarlo, la investigación generalizada de todos los tipos de patrones está apoyando a los neurocientificos en la comprensión del funcionamiento del cerebro humano, una las grandes incógnitas que la ciencia tiene aún pendiente de resolver.
"Las preguntas fundamentales que los neurocientíficos y los tecno-científicos intentan responder son similares", dice la doctora Aude Oliva del Instituto tecnológico de Massachusetts. "Ambos tienen sistemas complejos de componentes; los primeros se llaman ‘neuronas’, los segundos se denominan ‘unidades’. Nosotros estamos haciendo experimentos para tratar de determinar qué calculan tales componentes en sus correspondientes territorios".
¿Quiere usted, estimado lector, formarse una idea de su habilidad para identificar similitudes y patrones? Intente, por favor, leer el párrafo confuso que aparece a continuación: 3L 3S7UDIO D3 LOS P47RON3S 3N 3L D3S4RROLLO D3 L4 IN73LIG3NCI4 4R7IFICI4L PODRÍ4 4C3L3R4R L4 COMPR3NSIÓN D3 L4 FORM4 COMO FUNCION4 3L C3R38RO HUM4NO.
¿Logró usted dilucidar el texto escondido? ¿Encontró su subconsciente la semejanza entre letras y números? ¿Le ayudó el contexto del parágrafo en la comprensión del todo? Si así es, usted ya tiene una pista clara sobre la forma cómo el cerebro humano obtiene conclusiones de patrones escondidos. Si, por el contrario, no pudo descifrar el texto anterior, pues… no le dé importancia alguna al asunto; no es medición de nada.
La solución del acertijo, que aparece a continuación, es el mensaje que esta nota quiere sembrar: El estudio de los patrones en el desarrollo de la inteligencia artificial está acelerando la comprensión de la forma cómo funciona el cerebro humano. Este hecho, por sí solo, es un motivo poderoso para que los investigadores continúen con el desarrollo de la inteligencia artificial. Tal desarrollo contribuirá a que, más temprano que tarde, comprendamos cómo funciona la mente humana.
GUSTAVO ESTRADA*
En Twitter: @gustrada1
* Autor de ‘Armonía interior: El camino hacia la atención total’
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