¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Al Consejo Superior de la U. N.

Rescaten el nombre y la efigie de Francisco de Paula Santander para la plaza central del campus.

Movido por una pesarosa y prolongada frustración, y haciendo uso de los derechos de petición y súplica, ocupo su atención para someter a su consideración un hecho aberrante que ha venido sucediendo desde hace algo más de cuatro décadas en el campus de la institución que ustedes acertadamente aconsejan. Lo hago en razón del afecto que a ella profeso y de mi apego y compromiso con las causas justas. Precisamente, por una de estas es por la que ahora abogo.
Como es de su conocimiento, a principios de la década de los 70, en un acto de cordura histórica, la instancia directiva que hoy ustedes representan decidió darle el nombre de Francisco de Paula Santander a la plaza principal del campus y erigir en ella una estatua suya, tal como ocurrió en 1973, al trasladar de predios de la facultad de Derecho una escultura de bronce elaborada por los maestros Luis Pinto Maldonado y Bernardo Viecco en 1940. De esa manera se hacía un reconocimiento de gratitud a quien, además de Hombre de las Leyes, fue llamado Fundador de la educación en Colombia, en particular de la pública. Gracias a la semilla que sembró fue posible la creación de la Universidad Nacional el 21 de septiembre de 1867.
En 1976, como producto de la efervescencia del boom castrista, un grupo de estudiantes simpatizantes de la revolución armada, e ignorantes de la historia patria, decapitaron la estatua, la echaron al suelo y luego la arrastraron hasta la calle 26, donde fue abandonada. Esa estatua reconstruida preside hoy el transcurrir de la Escuela de Policía General Santander, en Bogotá. Días después del desafuero, los estudiantes decidieron darle a la plaza el nombre de Che Guevara y entronizaron en ella su efigie.

A la plaza Francisco de Paula Santander, los estudiantes decidieron darle el nombre de Che Guevara y entronizaron en ella su efigie.

Desde entonces el querer arbitrario de unos pocos ha prevalecido, con la complacencia o indiferencia de las autoridades, los profesores y la casi totalidad de los estudiantes. Contados somos quienes hemos tenido el atrevimiento de declararnos en desacuerdo y reclamar el derecho que asiste a la memoria de Santander para ocupar el lugar que le corresponde. Siempre me he preguntado: ‘¿Qué debemos los colombianos al aventurero argentino Che Guevara como para que pueda suplantar el nombre y la imagen de un verdadero revolucionario, como lo fue Santander?’.
Sí, este fue el más grande revolucionario de nuestra historia. Recuérdese que a él le correspondió iniciar, en deplorable situación económica, la organización de la república en todos los órdenes. Cuando recibió el poder en 1819, el panorama general, en particular el de la educación, era francamente desolador. Si ya había dado muestras de su genio militar, el destino le dio la oportunidad para mostrar sus dotes de revolucionario civil. Fundó, a lo largo y ancho del país, escuelas, colegios, universidades, bibliotecas, museos, pues para él, “el triunfo sobre la ignorancia es brillante y glorioso, y prepara la felicidad de los pueblos, que cuanto más ilustrados conocen mejor sus derechos y se hacen más dignos de su libertad”. Es decir, esta vez su misión de revolucionario consistió en derrotar la ignorancia. Por eso es apenas justo reclamar el derecho que le asiste de ser acogido y recordado en el seno de la más representativa de las instituciones públicas de educación superior del país.
El pedido –con visos de súplica– que de manera respetuosa hago ahora a ustedes consiste en que mediante un acto administrativo procedan a darle validez al que hicieron sus pares hace casi medio siglo, es decir, rescatando el nombre y la efigie de Francisco de Paula Santander para la plaza central del campus. Teniendo en cuenta que en el país se ha doblado ya la dolorosa página de la revolución a ultranza y soplan vientos de cordura, estoy seguro de que toda la comunidad universitaria de la Nacional respaldará el acto administrativo suscrito por ustedes.
Con toda consideración, FST.
FERNANDO SÁNCHEZ TORRES
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción