¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Terremotos, apatía y solidaridad

Ciudad de México demostró que los simulacros de sismos pueden salvar su vida. Participe.

Felipe Ríos
Hoy, día en que se realiza el gran simulacro de terremoto en Colombia, es propicio reflexionar sobre la solidaridad espontánea que se vio hace un mes en México tras el terremoto, la cual contrasta con la apatía permanente que vivimos en nuestras sociedades.
Para entender lo ilógico de esta actitud, usted se debería preguntar si, después de un sismo, escuchara a un niño que grita bajo los escombros, ¿intentaría rescatarlo? Lo más seguro es que usted lo haga. Incomprensiblemente, estos mismos sentimientos de altruismo y compasión que reflejan tales acciones se pierden en la cotidianidad.
Este dilema no es nuevo. Hace 45 años, el filósofo Peter Singer escribió un influyente artículo en el que hizo una pregunta muy similar a la que le propuse a usted inicialmente. En este, el escenario era un lago con un bebé que se ahogaba allí. Su conclusión era que tenemos la obligación moral de tirarnos, así dañemos las pertenencias que llevamos puestas, para proteger y asegurar la vida del infante.
Paradójicamente, esa misma persona duerme tranquila pese a saber que en muchas partes del mundo y de nuestro país, los bebés sufren y mueren de hambre, y que existen acciones que ese individuo podría hacer para ayudarlos. Incluso, así fuera, como mínimo, donar a fundaciones serias el dinero equivalente al costo de reponer la ropa o el celular que estaba dispuesto a perder al lanzarse al agua.

¿Por qué existe, en el ámbito mundial, desconexión con los sentimientos de altruismo?

La potente conclusión del australiano es que si estamos dispuestos a salvar a ese pequeño ‒como seguramente respondió usted‒, la lógica llevaría a concluir que no debemos esperar a que esa improbable situación ocurra. En ese sentido, tenemos la obligación de aportar y colaborar en el mejoramiento de la calidad de vida de los niños en nuestra cotidianidad.
A diferencia de lo que argumentó Adolfo Zableh, columnista de este diario, no es que los mexicanos sean más solidarios que los colombianos. Estoy seguro de que en un escenario similar en nuestro país existirían exactamente las mismas muestras de compasión y heroísmo.
La pregunta de fondo es: ¿por qué existe, en el ámbito mundial, desconexión con los sentimientos de altruismo? La razón principal es que las personas actúan al desarrollar un vínculo emocional cuando ven, oyen o conocen detalles de la vida de quien está necesitado. Esta fue la causa más importante que motivó la solidaridad en el terremoto.
Adicionalmente, no reaccionamos en el día a día porque existen muchas otras personas que también podrían ayudar, no solo nosotros. Por último, sabemos que no es un esfuerzo aislado, sino un compromiso a largo plazo en el que nunca vamos a solucionar de fondo el problema; por ejemplo, sacar a todos los niños de situaciones indeseables.
Esto explica el porqué del fenómeno, pero no justifica ni excusa nuestro actuar. Tenemos una responsabilidad moral con los menos favorecidos y con quienes están sufriendo. No podemos hacer caso omiso y pasar por la vida como si no fuera con nosotros.
Las imágenes que se ven cada vez que se produce una tragedia nos demuestran que en situaciones dramáticas el altruismo que todos llevamos dentro sale a relucir. En Colombia y en el mundo, millones de personas viven en terribles condiciones. No debemos esperar a que ocurra una catástrofe para activar nuestra solidaridad. Es un deber.
Adenda. Hace ocho años, cuando era concejal de Bogotá, creé el gran simulacro de evacuación que se realiza hoy a las 10 a. m. No nos engañemos, la capital y muchas partes de Colombia están en situación de riesgo y debemos estar preparados, pues es imposible predecir un terremoto. Tristemente, la administración de Petro dejó caer la participación en el evento, de cuatro millones a un millón de personas. Hoy pocos tienen kit de emergencia, un punto de encuentro con su familia o saben si su oficina es sismorresistente. Ciudad de México demostró que este ejercicio puede salvar su vida. Participe.
FELIPE RÍOS
Felipe Ríos
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción