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Solterita y NO a la orden

La elección de quedarse soltera aparece como una especie de amenaza a las convenciones sociales.

Cecilia Rodríguez
Todavía hoy, a pesar de los gigantes progresos femeninos en todas las áreas, sigue vigente la creencia generalizada de que la felicidad de una mujer depende de encontrar cónyuge, para que la rescate del trágico destino de ser ‘solterona’.
Sola, triste, rodeada de gatos en un desván polvoriento. Un estereotipo vetusto que, aunque no es cierto, se mantiene en nuestras sociedades, en las que se premia el matrimonio o por lo menos vivir en pareja y en las que una mujer que decide quedarse soltera es vista como ‘rara’ y, por ende, marginalizada.
Las instituciones tradicionales y las religiones mantienen la falacia de que quedarse soltera equivale a una condena a vivir en la soledad. “Todavía soltera” suena como una especie de enfermedad.
Felizmente, nuevos estudios y libros demuestran que, a pesar de lo que la sociedad quiera tratar de imponernos, ser soltera no tiene nada de malo; de hecho, es incluso mejor que emparejarse, sobre todo si es con una persona incompatible, y la vida individual puede tener muchos beneficios que el matrimonio no permite.
La evidencia indica que las mujeres que deciden quedarse solteras tienen vidas más ricas y significativas que sus contrapartes casadas.
Lo que pasa es que la elección de quedarse soltera (mejor sola que mal acompañada, como dice el dicho) aparece como una especie de amenaza a las convenciones sociales alrededor de las cuales la mayoría de la gente organiza sus vidas.

Los estudios no están recomendando un estado (soltería) sobre otro (vivir en pareja). No existe un modelo fijo para la buena vida. Lo que enseñan es que lo importante no es lo que hacen los demás.

No, no es que una mujer ‘solterona’ sea rara, es que la gente alrededor la hace sentir rara con su actitud y comentarios y esa permanente insistencia en tratar de ayudar a encontrarle pareja.
Un estudio de la Universidad de California, en Santa Bárbara, concluye que “la preocupación por los peligros de estar sola puede oscurecer los profundos beneficios de la soledad”.
Las mujeres (y los hombres) solteras pueden tener vidas sociales más satisfactorias y suelen estar más cerca de sus padres, hermanos, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Otro estudio mostró que tienen un mayor sentido de autodeterminación y más crecimiento psicológico que muchas personas casadas. También descubrió que cuanto más autosuficientes sean, es menos probable que experimenten emociones negativas. Con las personas casadas, una mayor autosuficiencia parece estar ligada a más estrés y dificultades.
Estar atrapadas en relaciones insalubres, aguantando abuso emocional en nombre del amor, no conlleva felicidad. Ser dependiente emocional y financieramente de otro no conduce a una unión feliz.
En una columna titulada ‘Estar soltera es mucho mejor de lo que yo creía’, una escritora dice: “Desde cuando logré salir de esa dependencia industrial de que debía encontrar pareja, puedo conectarme mejor con la gente a mi alrededor. Es un enorme placer pasar tiempo con gente de mi elección en lugar de soportar conversaciones por obligación. Como sola en restaurantes. Miro lo que quiero. Guardo mis propias horas. Hago un poco de trabajo voluntario. Tomo verdaderas vacaciones con mi familia. Y aunque no es nada divertido cuando estoy enferma y tengo que cuidarme sola, sí es muy divertido cuando decido quedarme mirando series en la tele hasta la hora que desee, solo porque puedo. Estoy aprendiendo a cocinar. Estoy comiendo mejor. Hablo con mis amigos y me río mucho. Me uní a un estudio de yoga y me siento feliz y realizada”.
Los nuevos estudios no están recomendando un estado (soltería) sobre otro (vivir en pareja), porque no existe un modelo fijo para la buena vida. Lo que enseñan es que lo importante no es lo que hacen los demás o lo que otras personas piensan que deberíamos hacer, sino poder encontrar los lugares, los espacios y las personas que se ajustan a lo que realmente somos y nos permiten vivir mejores vidas.
CECILIA RODRÍGUEZ
Cecilia Rodríguez
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