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Cómo llegar a superviejitos

La búsqueda de fórmulas para mantenerse joven está en su apogeo.

Si usted ha pasado de ‘cierta edad’ y está sintiendo ‘el peso de los años’, le tengo noticias importantes: olvide crucigramas o sudokus o caminaditas todos los días para mantenerse en forma. Eso, según recientes estudios, no es suficiente. A lo que hay que aspirar es a ser un superviejito.
Como mi vecino, quien a los 85 todavía compite en carreras en bicicleta para séniors. El tío de mi esposo tiene 86 y aún va a esquiar, para lo cual se entrena arduamente. El papá –abogado– de una amiga, a los 83 sigue escribiendo y editando libros especializados.
Piense en las personas en su vida que tienen 65 años o más. Algunas están experimentando las dificultades mentales habituales de esas edades, como el olvido o la disminución de la atención. Otras logran permanecer mental y físicamente ágiles.
Con el envejecimiento de la generación de los baby boomers, la búsqueda de fórmulas para mantenerse joven está en su apogeo, y los 70 de hoy son los 40 de hace algunas generaciones. Un estudio recién publicado dice haber encontrado la razón por la cual unos viejitos decaen mientras otros siguen ‘en sus quince’.

Los superviejitos son los que, a pesar de la incomodidad, perseveran en empujarse más allá del desagrado temporal y de la fatiga del esfuerzo

Utilizando imágenes de resonancia magnética para escanear y comparar los cerebros de un gran grupo de superviejitos con otros de personas de edad similar, un equipo de neurólogos del Hospital de Massachusetts logró identificar un conjunto de regiones cerebrales con diferencias entre los dos grupos. Las de los ancianos ‘normales’ eran más delgadas como resultado de atrofias relacionadas con la edad, mientras que las de los superviejitos eran prácticamente indistinguibles de las de adultos mucho más jóvenes y se mantenían casi intactas ante los estragos del tiempo.
La idea es que “si no lo usa, lo pierde”: es una creencia extendida que la gente mayor necesita paz, tranquilidad, no hacer grandes esfuerzos, no enfrentar situaciones difíciles. Pero si las personas esquivan constantemente la incomodidad del esfuerzo mental o físico, están perjudicando el cerebro porque los tejidos cerebrales se adelgazan por falta de uso.
Varias áreas cerebrales son centros principales para la comunicación, el lenguaje, el estrés, la regulación de los órganos internos, la coordinación de los cinco sentidos. Y son esas regiones principales las que desempeñan un papel significativo en la conservación de las funciones. Cuanto más gruesas son estas regiones de la corteza cerebral, mejor es el rendimiento de una persona en pruebas de memoria y atención, como memorizar una lista de sustantivos y recordarla 20 minutos después.
Mantenerse mental y físicamente alerta en la vejez es fácil y difícil. La parte fácil es que simplemente hay que trabajar duro en algo. Los investigadores observaron que las zonas claves del cerebro aumentan en actividad cuando las personas realizan esfuerzos difíciles, ya sean físicos o mentales. Ejercicio vigoroso y actividad mental agotadora son la respuesta.
Lo difícil es que esas regiones del cerebro son también las que, cuando aumentan de actividad, envían señales de cansancio y frustración. El trabajo duro nos hace sentir mal en el momento. Los superviejitos son los que, a pesar de la incomodidad, perseveran en empujarse más allá del desagrado temporal y de la fatiga del esfuerzo.
Aprender un nuevo idioma o un instrumento musical, tomar un curso por internet, hacer largas caminatas a paso rápido o al trote dan como resultado un cerebro más joven, con una memoria nítida y una mayor capacidad de atención.
Como dice la canción: “El tiempo pasa, nos vamos volviendo viejos”. ¿Por qué no empezar ya a entrenar para volvernos superviejos?
CECILIA RODRÍGUEZ
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