¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Moción... pero de orden

El presupuesto implica un déficit equivalente al 3,1% del PIB, aproximadamente 25 billones.

Para cualquier persona interesada en analizar el problema fiscal del país y los planes del Gobierno es muy difícil entender las cifras que se han dado a conocer en los medios de comunicación y, por consiguiente, las necesidades reales de obtención de recursos, tributarios y de toda índole, que tiene el nuevo gobierno.
Las comisiones económicas del Congreso aprobaron en días pasados el monto de 259 billones de pesos del presupuesto nacional para 2019. Esta suma se ajusta a lo estipulado por la Regla Fiscal. Sin embargo, su composición aparentemente se modificó a principios de esta semana para aumentar los rubros de inversión, en 7,7 billones, y de funcionamiento, en 13,7 billones, al tiempo que se redujo el servicio de la deuda interna en 14,5 billones.
De todas maneras, el presupuesto implica un déficit equivalente al 3,1 por ciento del PIB, aproximadamente 25 billones, que deberá financiarse mediante la emisión de nueva deuda pública –interna y externa– o dividendos de Ecopetrol, o venta de activos de la nación.
A todas estas, hace unos días, el Presidente y el ministro de Hacienda informaron sobre la presentación de un proyecto de ley de financiamiento al Congreso para conseguir 25 billones, sin aclarar si esa suma era adicional o no a los 25 billones ya contemplados. Pero resulta que recaudar esa cuantía mediante una reforma tributaria es metafísicamente imposible.

¿En qué quedamos? Es crítico que el ministro Carrasquilla aclare todas estas cuentas a los analistas y a la opinión. Porque de la confusión no sale nada bueno.

Las reformas ‘exitosas’ del pasado reciente generaron como máximo unos 10 billones. Para suplir estas necesidades se deberían, entonces, hacer dos y media reformas tributarias.
Averiguando un poco sobre el fondo del asunto, encontré que buena parte de los 25 billones de los cuales se habló corresponde a aspiraciones de nuevo gasto de los ministros recién posesionados. Estos seguramente se justifican, pero deben ejecutarse siempre y cuando se obtengan fondos adicionales a los contemplados en el presupuesto que se aprobó. De ahí el comentario de un funcionario del gobierno pasado –no identificado–, quien, consultado por este diario, dijo que estos gastos “reflejan una lista de solicitudes de los diferentes sectores al Ministerio de Hacienda” (EL TIEMPO, 25 de septiembre de 2018, pág. 1.9).
Simultáneamente con el cambio en la composición del presupuesto para el 2019, el ministro Carrasquilla se bajó de los 25 billones a unas cifras más manejables en los tres ‘combos’ que presentó al Congreso. En estos, la cosa se vuelve más confusa. Porque, dependiendo de la opción que finalmente se acuerde con el IVA –si dejarlo en 19 por ciento, ampliando su base para eliminar las exenciones y compensar a los grupos más vulnerables, o bajarlo al 17 o al 16 por ciento con ampliación de la base y devolución–, además de aumentar la tarifa de renta para personas naturales que ganen más de 30 millones al mes y reducir al 32 por ciento las empresas a partir de 2020, se recaudarían entre 7 y 13,5 billones adicionales.
Y, para completar el galimatías, a principios de esta semana, los parlamentarios le presentaron al ministro 80 nuevas solicitudes de gasto para sus regiones, las cuales deberán discutirse en el debate en las plenarias del Congreso la semana próxima. Razón por la cual el Gobierno habría aceptado reducir el servicio de la deuda interna en 14,5 billones.
¿En qué quedamos? Es crítico que el ministro Carrasquilla aclare todas estas cuentas a los analistas y a la opinión. Porque de la confusión no sale nada bueno. Los extranjeros, por ejemplo, podrían pensar que el déficit no es el de la Regla Fiscal, sino mucho mayor, lo cual no sería bien visto ni por los inversionistas internacionales ni por las agencias calificadoras de riesgo.
Más que una ‘moción de censura’, lo que se necesita es una ‘moción de orden’.
CARLOS CABALLERO ARGÁEZ
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción