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Sanear la política

'Se necesita una reforma política seria, pero lo dudoso es si hay el ambiente para ello'.

Señor Director:
A raíz de los últimos escándalos de corrupción, del hecho de que Odebrecht haya permeado las últimas campañas presidenciales, lo cual agrava más el menguado desprestigio de nuestra clase política, la responsabilidad que enfrenta el Estado para las próximas campañas electorales es grande. La gente ya no cree en nada. Se necesita una reforma política seria, pero lo dudoso es si hay el ambiente para ello. Es fundamental que se abaraten las campañas. Lo del voto obligatorio dudo que sirva, pues a lo mejor se presta para más compra de este. ¿Cómo sanear la política? Esa debe ser tarea de todos. Sanear las conciencias, pero ¿cómo? Se demorará años y, eso sí, debe empezar en la educación de hoy. En todo caso, toca hacer algo.
José Francisco Piñeres
* * * *
Señor Director:
Me baso en la invitación a debatir acerca de las elecciones que hace su editorial ‘Más allá de la indignación’, del 19 de marzo. Lo primero que plantearía sería concebir las campañas como ideas que el candidato solo podrá expresar por radio o TV, o sea, acabar con las visitas de candidatos a conglomerados de población donde se les ofrece comida y trago.
La base de esto es que todo el mundo tiene TV o radio. Se adjudicarán los espacios en estos medios como único aporte a campañas. O sea, nada de aportes de particulares ni de empresas.
Toribio Araújo Segovia
Cartagena

No hemos perdido el horizonte

Señor Director:
Los triunfos obtenidos por nuestros deportistas en días pasados nos llegan como bálsamo ante la carga de noticias sobre corrupción y narcotráfico que veníamos padeciendo. Ciclistas, futbolistas, judocas, procedentes de variadas regiones y de condición humilde pero digna, con enorme guapeza han puesto en alto la majestad del país, dándole así una bofetada a otra clase de gentes que lo mancillan con sus actos. Lo anterior demuestra que, a pesar de todo, no hemos perdido el horizonte y que el sentido de pertenencia por nuestro país sigue latente en la gran mayoría de personas, al contrario de lo que hacen narcotraficantes y ciertos políticos corruptos.
Héctor-Bruno Fernández Gómez

Las talas en Bogotá

Señor Director:
Se está volviendo costumbre en Bogotá talar los árboles, con la excusa de que son foráneos y dañan el suelo. Son árboles que llevan años purificando el aire de la ciudad, pero que los constructores reemplazan por arbolitos de unos meses, los cuales siembran cuando terminan las obras y dejan a su suerte, y muchos mueren o caen por falta de agua y cuidado.
Otra razón que se esgrime es que dañan las calles y avenidas, de lo cual es culpable el Distrito porque no se podan los árboles, sino que se desbastan (les quitan las ramas inferiores), lo que los obliga a crecer más y más hacia arriba. El bosque de Bavaria no debe ser acabado bajo ningún pretexto.
Nelson Barbosa
Escriba su opinión a: opinion@eltiempo.com - @OpinionET
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