¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Depresivos pero contentos

Somos un pueblo que vive sin mesura. Que entre los colombianos prima el ímpetu sobre la razón.

Señor Director:
¿Es una paradoja? ¿Por qué Colombia aparece por encima de los niveles mundiales de depresión y a la vez dentro de los países más felices del mundo? Quiero recordar algunas reflexiones de García Márquez hace 21 años, dentro de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo. Él sentenciaba que somos un pueblo que vive sin mesura. Que entre los colombianos prima el ímpetu sobre la razón. Y que “tenemos un amor casi irracional por la vida, pero nos matamos unos a otros por las ansias de vivir”. Con estas palabras del Nobel y con los resultados de ser los más deprimidos, pero también los más felices podríamos encontrar algo que se nos ha escapado siempre: definir qué es ser colombiano. 
La respuesta es ser los más apasionados. No es gratuito que Borges lo haya anticipado en su cuento ‘Ulrica’, en donde afirma que ser colombiano es un acto de fe, sentimiento que también tiene que ver con las pasiones.
Geovanny Caicedo
* * * *
Señor Director:
Todavía se discute del octavo lugar que ocuparon los colombianos como los más depresivos de Latinoamérica, pero que a la vez son los más felices, no sólo de Latinoamérica sino del mundo. ¿Quién entiende dicha contradicción? Es como colocar en la misma palestra la música de Carlos Gardel con la música de Maluma o las sinfónicas de Ludwig van Beethoven con las melodías de Diomedes Díaz.
Fernando Cortés Quintero

El apoyo de la comunidad

Señor Director:
Acerca de su editorial del pasado sábado, ‘Ir tras las ollas es el camino’ me permito hacer una referencia histórica que confirma su comentario, aclarando que no soy comunista. Cuando Mao Tse Tung llegó al poder en 1949 había 70 millones de adictos en China. En tres años acabó con el problema. ¿Cómo lo hizo? En la ciudad y el campo se organizaron para acabar con la producción, venta y consumo de la droga; es decir, la comunidad lo hizo. Sufrieron la pena de muerte 10 capos que no se arrepintieron de sus actividades. A su vez el Papa Francisco, al pronunciarse sobre este problema, ha dicho que sin el apoyo de la comunidad es una batalla perdida. Pero la comunidad debe ser organizada por el estado con ese objetivo preciso.
Pedro Aja Castaño

Los precios en la ciclovía

Señor Director:
Felicitaciones al IDRD por la extensión de la Ciclovía dominical, algo que los miles de usuarios ya estábamos reclamando por el bien de la ciudad, la calidad de vida y la salud personal. Ojalá que en esta nueva etapa haya más baños y se controlen los precios de los productos y servicios disponibles en la Ciclovía, pues hay abusos. Una despinchada vale 500% más que en otra parte y tan solo por inflar una rueda cobran el precio prohibitivo de una fruta. Súmele que los mecánicos redoblan el precio cuando se trata de una mujer sola y nos inventan arreglos a precios astronómicos. Somos mujeres pero no tan cándidas para dejarnos pinchar el bolsillo.
Cecilia Upegui
Escriba su opinion a: opinion@eltiempo.com - @OpinionET
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO