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Latinoamérica

Son días de dolor y sangre en Venezuela

Los choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad del Gobierno son pan de cada día. La imagen es del viernes pasado en Caracas.

Los choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad del Gobierno son pan de cada día. La imagen es del viernes pasado en Caracas.

Foto:Carlos García / Reuters

En medio de una guerra asimétrica y aumento de la pobreza, constituyente podría traer más violencia.

A pocas horas de que se lleve a cabo el fraude de la constituyente de Nicolás Maduro, donde perderemos definitivamente la República, rememoro a la Venezuela de hace un año que plasmé en este mismo diario en un artículo titulado ‘Corresponsal de guerra en su propio país’.
Allí describía una guerra silente, macabra, distinta: “Nunca llegué a imaginar que me sentiría como una corresponsal de guerra en mi país. Es la guerra que pasa frente a tus ojos, aunque no escuches bombas, no veas humo, ni edificaciones destruidas, ni cadáveres en la calle, ni oigas gritos”.
Hoy, cuando redacto estas líneas, Venezuela está enfrentando la más difícil crisis desde que se creó la República. Todo ha ido muy rápido. Mientras la gente buscaba alimentos, mientras desesperados buscaban medicinas, mientras el dinero se evaporaba de las manos, mientras las familias se dividían al emigrar al exterior, mientras nos arrebataban nuestro derecho político a realizar un referendo, mientras todo eso transcurría ante nuestros ojos, la guerra asimétrica llegó a nuestra puerta. La noche del jueves en la barriada de Coche, en Caracas, desde una tanqueta hombres le gritaban al pueblo por un megáfono: “No llevan chance, es una guerra”.
Hoy, los muertos en nuestros hospitales no son noticia, ni el hambre que se asoma por las calles de Venezuela con niños comiendo de las bolsas de basura. Ahora, son noticia los asesinados en las calles por sicarios –colectivos, milicias armadas y asesinos de otros países, que portan uniformes de la fuerzas armadas del régimen– y por los mismos militares venezolanos que participan como cómplices, pasivos o activos, de esta matanza, de esta brutal agresión con saldo de heridos, presos políticos, torturados, además de los perseguidos y los exiliados.
Esto sin mencionar los casi 30 millones de venezolanos secuestrados en su propio país, unos resistiendo y otros desplazándose hacia otras naciones, huyendo de la muerte en una guerra de un Estado forajido contra su pueblo.
Ese Estado forajido respondió con una salvaje represión y con la imposición de una fraudulenta constituyente a las protestas que se intensificaron a inicios del 2017, que le dieron paso a una rebelión popular.
No dejan de impactar cada día los cuerpos sin vida de jóvenes, muchos de ellos con sus escudos de cartón y su bandera nacional. Vemos tanquetas que derriban portones, cuerpos de seguridad agrediendo a niños y adultos dentro de sus hogares, camiones blindados arremetiendo contra las propiedades. Vemos el humo de las bombas lacrimógenas que lanzan contra las viviendas o contra la humanidad de un anciano manifestante. Escuchamos el sonido de las detonaciones de las armas que disparan a ciudadanos desarmados.
Durante el paro, un venezolano de 48 años de edad, colaborador de los jóvenes de la resistencia, gerente de un reconocido supermercado y voluntario de Doctor Yaso, fue acribillado en la ciudad de Valencia por hombres que vestían uniforme de la Policía del Estado. Lo persiguieron a tiros hasta que se bajó de su vehículo y luego lo remataron. A ese vehículo le quedaron once impactos de bala.

Las torturas

No vemos las torturas a los detenidos. Sin embargo, la abogada penalista Tamara Sujú, del Centro de Estudios para América Latina (Casla), en la República Checa, quien, fundamentada en las denuncias recibidas de las víctimas, fue la promotora de una demanda por torturas ante la Corte Penal Internacional contra el Gobierno de Venezuela, sostiene que “hay denuncias de niños torturados de 14, 15 y 16 años; de personas que tienen síndrome de Down, sordos, personas con discapacidad física”.
Sujú asegura que son torturas sistemáticas porque los métodos aplicados están presentes en cada caso. “Son sistemáticas también las torturas sexuales, que son escandalosas, el 80 por ciento de los casos que yo he denunciado en los últimos 3 meses incluyen torturas sexuales (…). Se han incrementado los casos de violación los últimos 20 días”.

Bajo amenaza

En medio de este caos, los venezolanos enfrentan la imposición de una constituyente con el modelo cubano.
La presidenta de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel, había advertido desde inicios de este mes que daba por hecho la celebración de la constituyente.
“A menos que la suspendan unas horas antes, esto se instala. El peso que la tecnología y el chantaje van a tener en un país con un alto índice de pobreza y de empleados públicos determinará la masa de población que va a salir a votar este domingo. Están haciendo un trabajo casa por casa diciéndole a la gente que puede perder su trabajo o su casa, o no recibir más el Clap (asignación de alimentos). Y eso tiene un efecto poderosísimo. Además, no habrá testigos en esas elecciones. Personalmente considero que van a lograr 8 millones de votos”.
–¿Los militares están de acuerdo con esta constituyente?
–No hay liderazgo.
–¿Se les obliga a votar?
–No te quede la menor duda. De todas formas, en pie de fuerza esos son unos 160.000 efectivos a lo sumo, más las Milicias Bolivarianas, que puede llegar a unos 200.000 efectivos. El problema es que esa ecuación se extienda a las policías nacionales, bolivarianas, estatales, que controla el Gobierno. La administración pública en general. Si no, tendrán un despido garantizado el día lunes. Entre personas necesitadas, la pobreza en Venezuela ha aumentado el 70 por ciento. ¡La gente está pasando hambre! Es una cosa que va más allá del heroísmo del ciudadano, va más allá del concepto de democracia y de libertad. Es un asunto de sobrevivencia. Esta situación de aplastamiento de la protesta y de la sociedad se va a agravar por la constituyente. Solo en las 48 horas de paro previas a la elección de la constituyente hubo 8 muertos. Nosotros tenemos documentados 132 en cifras no oficiales y 103 víctimas fatales en cifras oficiales.
–Ahora se están colocando símbolos en residencias y locales, para ir en contra de los que viven en ese sitio o para invadir las viviendas.
–Yo los he visto. No me lo han contado. Esto se estaría utilizando como un mecanismo de ocupación. Se trata de una precalificación. Una manera de identificar para que luego las autoridades ocupen.

Potencial: 4 a 6 millones

Alfredo Weil, ingeniero de sistemas, abogado y experto electoral, afirma que “el régimen solo puede lograr una cifra importante de votos con un inmenso fraude. Y nadie se lo creerá. Considerando que el 16 de julio (día del plebiscito contra la constituyente) la oposición, con muchas limitaciones, pudo movilizar a 7,5 millones de votantes –que pudieron haber sido 10 millones–, lo que queda como potencial es entre 4 y 6 millones de votos, suponiendo un 80 por ciento de participación.
“Y para lograr de 4 a 6 millones de votos, se requieren colas de votantes muy llamativas. Para hacer un gran fraude, basta con inventar las cifras. Es muy sencillo si no hay testigos. Si se da la elección –como parece– continuará la conflictividad mucho más fuerte”.

Voces de incertidumbre

Con indignación y lágrimas en las mejillas, ante la posibilidad de que el lunes Venezuela sea un país comunista, Josefina Pérez expresa: “Amaneceremos con el corazón destrozado y el país destruido. No habrá valido la pena tantos muertos. No sé qué vamos a hacer. Ya van ciento y tantos días, y aquí está el régimen todavía, con todo y su trampa. La gente se ve aguerrida. Yo no sé qué hacer”.
Beatriz Marquina siente la impotencia de no tener “a los militares de nuestro lado, para que nos defiendan. Siente angustia por las familias que se están desintegrando. Duele ver cómo parten nuestros hijos del país. Añoro a la Venezuela en la que crecí y en donde sentía que teníamos país”.
En Catia –una zona popular de Caracas– Milena, de padres colombianos, cuenta que ya toda su familia está en Colombia. “Yo estoy arreglando todo para irme”. Sin embargo, con voz firme dice que no irá a votar, a pesar de las amenazas de los agentes del régimen en la zona, de quitarles la asignación de alimentos del Clap a los que no vayan a votar.
“Me los quitarán, pero yo no voto por esa constituyente. Nos dicen que el voto no es secreto, que ellos saben por quién vota uno y quiénes votan. Yo tengo unas amigas que trabajan en el metro, y les dijeron: ‘Si no votan, no se molesten en venir el lunes a trabajar’. Y ellas tendrán que ir a votar, porque no se pueden quedar sin el sueldito”.
El gobernador del estado Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles, denunció: “Los están obligando a votar. En un comunicado solicitan de forma obligatoria que debe votar el 100 por ciento de los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; de lo contrario, habrá sanciones disciplinarias”.
El dirigente Fredy Guevara afirma: “Suena duro, pero yo le digo a la gente que se quite esa ilusión de que van a echar para atrás la constituyente. Vienen días fuertes y difíciles...”.
Cerrando esta crónica viene a mi memoria las palabras de José, un ingeniero y padre de cuatro niños, en aquel reportaje de hace un año: “No basta con la salida de Maduro. Es necesario sacar a todos los cómplices. La salida, lamentablemente, va a ser violenta. Este régimen no va a entregar el poder por las buenas. Nunca lo va a entregar por los mecanismos democráticos”.
Ayer hablé con José, ahora está en la resistencia. “Con constituyente o sin constituyente, nos mantenemos en la calle hasta que todos se vayan”. Para el diputado José Manuel Olivares, “esta lucha no se inició por una constituyente, y así Maduro cancele la ANC nuestra lucha sigue hasta que recuperemos Venezuela”.
MARÍA ANGÉLICA CORREA*
María Angélica Correa, periodista venezolana.

María Angélica Correa, periodista venezolana.

Foto:Foto de María Angélica Correa

Especial para EL TIEMPO
*Periodista venezolana con una destacada trayectoria en prensa y televisión. Mención honorífica Premio Rey de España.
Twitter: @lacorreanews
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