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Investigación

La explosiva confesión de Musa que prueba la corrupción en la Corte

El senador del partido de 'la U', Musa Besaile.

El senador del partido de 'la U', Musa Besaile.

Foto:Archivo particular

Senador de ‘la U’ dijo a la Sala Penal que pagó 2.000 millones de pesos al exfiscal Gustavo Moreno.

Andrea Morante
El martes, con varios procesos penales corriendo en su contra por escándalos como el de Odebrecht y el saqueo a Córdoba, su departamento, el senador Musa Besaile dio un paso inédito en la historia de la corrupción en Colombia.
Primero ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y luego en los medios, el cuestionado congresista confesó que pagó $ 2.000 millones en el 2015 para evitar ser capturado en un proceso por ‘parapolítica’.
Su explosiva versión, que según él pone en peligro su vida y la de su familia, confirma la gravedad del peor escándalo de la Corte Suprema: Besaile dice que a través del exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno, la red de los expresidentes de la Corte Leonidas Bustos y Francisco Javier Ricaurte lo extorsionó con la amenaza de una orden de captura.
Se trata de una confesión que sacude la Corte aún más porque el caso de Besaile, que está registrado con el número 27-700, lo llevaba en ese momento y aún lo tiene el magistrado Gustavo Malo Fernández, quien sigue en la Sala Penal y es reconocida ficha de Ricaurte. De hecho, fue su jefe en un despacho de Bolívar. Y no es una versión aislada, pues el exsenador cordobés Julio Manzur Abdala también está dispuesto a contar cómo fue extorsionado.
El senador Besaile, en entrevista con Vicky Dávila en 'La W', aseguró que en septiembre del 2014 asistió en el Gun Club de Bogotá a la presentación del libro de Gustavo Moreno sobre los falsos testigos.

Ese señor es un extorsionista de cuello blanco, un maestro en el negocio

Ese día, dijo, el exmagistrado Ricaurte lo invitó a su apartamento y allí le habló de Moreno como “el abogado que necesitaba” para salir bien librado del caso por ‘parapolítica’ en su contra. Para ese momento, la Corte había realizado una redistribución de procesos en la Sala Penal y el caso de Besaile, que completaba siete años sin mayores avances, quedó en el despacho de Gustavo Malo.
Besaile señaló que inicialmente no hizo mayor caso al asunto, pero que semanas después, a través de su abogado, Luis Ignacio Lyons, Moreno –quien ya dio la misma versión en la Corte– lo citó en un salón del Hotel Marriott.
Allí estuvo también por unos momentos el exmagistrado Ricaurte, quien luego los dejó solos. “Te dejo en las mejores manos”, le dijo. El congresista contó que, al mejor estilo de la mafia, Moreno le quitó los celulares para evitar ser grabado: “Ese señor es un extorsionista de cuello blanco, un maestro en el negocio”, dijo a 'La W'.
En el encuentro, Moreno le aseguró que su caso por ‘parapolítica’ estaba “complicado” y que solo él podía ayudarlo. “También está mal el de Julio Manzur”, agregó. En esa cita, dice la confesión de Musa Besaile, no hubo petición de plata, pero él se fue del sitio “bastante molesto” porque consideraba que no había pruebas en su contra.
El 24 de enero del 2015, tal y como lo había anticipado Moreno, el exsenador Julio Manzur fue capturado por orden de la Corte Suprema. Entonces, según Besaile, le pidió a su abogado verificar qué pasaba con su proceso en la Sala Penal, pero estaba como en los últimos siete años: sin movimiento.
Más o menos para abril o marzo del 2015, de nuevo apareció Moreno. Musa dice que lo citó, esta vez en el hotel Radisson, y que allí se repitió la escena de quitarle los teléfonos. El congresista dijo en su versión que estaba supuestamente intimidado, porque había verificado que Moreno fungía como asesor del entonces fiscal Eduardo Montealegre y había comprobado personalmente que se movía en el entorno de los dos hombres más poderosos de la Corte Suprema en los últimos 15 años: el exmagistrado Ricaurte y el magistrado Bustos, quien además era presidente del alto tribunal.
Esa reunión supuestamente se realizó un mes antes de Semana Santa y allí Moreno le dijo que estaba lista una orden de captura en su contra. Incluso, le exhibió un documento –que no pudo leer– que ordenaba su reclusión. “Su proceso en la Corte está difícil. Recuerde que le dije lo mismo al senador Manzur, y él no me hizo caso”, fueron las palabras de Moreno, según la confesión del político. Y luego dijo: “Voy a ser breve: no sé si usted no entiende, no escucha o se hace el bobo. Usted tiene el proceso complicado y soy el único que lo pude ayudar. Solo gracias a mí puede evitar su captura”.
Musa Besaile aseguró que Moreno afirmó entonces que estaba “en representación de su papá”, y que cuando le preguntó a quién se refería, moduló con los labios y luego escribió en un papel: “Leonidas Bustos, presidente de la Sala Penal”. “Usted sabe que esto es un equipo”, dijo Moreno. Después, señaló el congresista, le dijo: “Necesitamos que nos entregue 6.000 millones de pesos en efectivo y tiene que ser en Bogotá”. Y agregó: “Esa plata es para mi papá, para el equipo y para mi persona”.
El congresista asegura que nunca se había sentido “tan humillado” y que dijo que no tenía cómo pagar los 6.000 millones. Al final, afirmó, Moreno le dijo que lo rebajarían a 2.000 millones, y que tenía hasta Semana Santa para decidir si pagaba o “se despedía de la familia” porque fijo iría preso.
Besaile asegura que aunque uno de sus hermanos le sugirió denunciar el hecho, consideró que no tenía garantías ni en la Corte ni en la Fiscalía. Entonces, decidió consignar su versión en un documento que autenticó en la Notaría de Sahagún, su pueblo, y del que entregó copia el martes al magistrado Luis Antonio Hernández, quien lleva el caso de los políticos que pagaron sobornos en la Corte.
Esa plata, dijo, la entregó a través de su abogado, Lyons (también investigado por el mismo hecho), a Luis Gustavo Moreno directamente en Bogotá.
El expediente en la Corte dice que hubo cuatro pagos de 500 millones. El martes, el fiscal Néstor Humberto Martínez confirmó que, como lo reveló EL TIEMPO hace dos semanas, políticos de Córdoba hicieron una ‘vaca’ para ayudarle a Musa a reunir la plata.
El abogado Lyons es primo del exgobernador Alejandro Lyons, procesado por el saqueo a Córdoba y quien desde que empezó a colaborar con la justicia colombiana, en mayo pasado, ofreció tener pruebas que comprometían a Moreno y a los magistrados que encabezaban la red. De hecho, en la conversación grabada por la DEA y que fue la prueba reina del caso, el exgobernador le sacó información a Moreno (entonces, jefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía) de los casos que él había manipulado en la Corte.
La Sala Penal enviará copias compulsadas de la confesión a la Comisión de Acusación, que en todo caso tiene también la declaración pública de Musa Besaile.
Para este congresista se viene una ampliación de declaración, en los próximos días, y una compleja estrategia de defensa, que, además de buscar beneficios por colaboración, pretende ponerlo como víctima de la extorsión y no como quien pagó, por propia iniciativa, para torcer la justicia.
JUSTICIA
Andrea Morante
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