Wilson Arévalo Hernández, alias Chaco, señalado de ser guerrillero del Eln, no aceptó los cargos que la Fiscalía le imputó -en un segundo proceso- por su presunta responsabilidad en el atentado contra la Escuela General Santander, que dejó como saldo 22 cadetes muertos.
Según la investigación de la Policía y la Fiscalía, ‘Chaco’ fue quien trasladó el 23 de noviembre del año pasado, desde Arauca, el carro utilizado en el atentado.
Las autoridades señalan que Arévalo viajó en compañía de otra persona, quien no ha sido identificada, y se dirigió a la bodega del sur de Bogotá, en donde lo entregó el vehículo a José Aldemar Rojas Rodríguez, alias El Mocho, quien perpetró el atentado.

Nuevas pruebas de la Fiscalía en contra de Wilson Arévalo.
Fiscalía
Nueva imputación a supuesto integrante ELN por atentado a @EscuelaDCadetes. Wilson Arévalo Hernández, alias Chaco, habría conducido desde #Arauca hasta #Bogotá el carro que fue cargado con explosivos. Videos de peajes muestran a investigado en el vehículo y la ruta indicada pic.twitter.com/ag8mI4BbLE
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) 11 de febrero de 2019
El mismo 24 de noviembre de 2018, Arévalo Hernández regresó a Arauca en un bus de transporte intermunicipal.
Para los investigadores, el señalado les mintió a las autoridades pues dijo en una diligencia el pasado 17 de enero que compró el vehículo y luego de que lo vendió nunca volvió a saber de este. Este diario había dado cuenta de esa versión en la que el ganadero aseguraba que nada tenía que ver con el ataque y que sólo vendió el carro a una persona la cual nunca volvió a ver.

Nuevas pruebas de la Fiscalía en contra de Wilson Arévalo.
Fiscalía
“En realidad siempre se movió en la vereda La Primavera en Arauca en ese carro, incluso después de su supuesta venta. Además luego lo movilizó a Bogotá”, dijo el fiscal Néstor Humberto Martínez Neira.
Al capturado ya se le imputaron cargos en Yopal (Casanare) por rebelión y ahora responde en un juzgado de Paloquemao por concierto para delinquir, homicidio, tentativa de homicidio y terrorismo.
En sus finanzas le aparecen movimientos anuales por mil millones de pesos vinculados a un negocio de quesos y ahora los investigadores rastrean los recursos
para establecer sus nexos con otras acciones ilegales. EL TIEMPO ya había publicado esos enlaces con una empresa de quesos que estaría siendo usada para mover armas y otros elementos para el Eln.
El director de la Policía, el general Óscar Atehortúa, señaló que se confirmó que la bodega ocupada por las autoridades sí fue usada para fines relacionados con el atentado.
JUSTICIA