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Tiger Woods: cuesta abajo (opinión)

Hoy no es ni la sombra de ese monstruo que conquistó el mundo del golf.

Germán Calle
Este jueves comienza el Masters de Augusta. Tiger Woods, para muchos el mejor golfista de la historia, asistió este martes a la cena del torneo, pero no lo jugará. Una vez más, los ‘dolores’ de espalda lo alejan de un torneo.
Woods el fenomenal jugador de golf que debutara en el PGA Tour el 27 de febrero de 1992 cuando solo tenía 16 años y además como aficionado lograra ser el único con tres victorias consecutivas en el Junior Amateur y en el US Amateur, para después coger el camino al profesionalismo en agosto de 1996, donde se erigió como el remplazo tan esperado y demorado del gran Oso Dorado, Jack Nicklaus, hoy no es ni la sombra de ese monstruo que conquistó el mundo del golf.
Muchos brillantes jugadores vinieron después de la última victoria en un Major de Nicklaus en 1986 pero, ninguno se hizo con el bastón de mando del golf, hasta que apreció un espigado moreno nacido en Cyprees, California, el 30 de diciembre de 1975 y empezara a romper records y moldes en el golf con el nombre de Tiger Woods.
La carrera deportiva descomunal de Tiger es ampliamente conocida y también, como transformo y llevo a las más altas cotas al deporte del golf. Hace pocas semanas en una entrevista a uno de los grandes de los últimos tiempos, Phil Mickelson decía:”A Tiger le debemos a donde ha llegado el golf hoy, todos nos hemos beneficiado de sus éxitos, sería tonto decir lo contrario. Cuando yo gané mi uprimer Abierto el Buick en 1993, la bolsa total fue de un millón de dólares y alguien me preguntó ¿crees que algún día se podrá tener un premio de un millón para el ganador? Es probable conteste pero, yo no lo veré. Hoy eso es normal y eso se debe a Tiger.
Dejemos atrás sus problemas sentimentales y situémonos en el hoy golfístico de Tiger Woods, donde las cosas no le están saliendo bien. Cuando todos los aficionados estábamos ansiosos y pensábamos que después de 17 meses preparándose en forma para su regreso, lo haría fino y con todas las ansias de ganar. Todo fue un desastre, no pasó el corte en el Farmers en Torrey Pines, un campo que conoce como sus manos y donde él había ganado en 7 ocasiones, 4 de ellas en forma consecutiva (2005 a 2008). Una semana después, la cosa fue aún peor, se presentó en el desierto de Dubai donde le pagaron millones de dólares por su participación y sólo se vio en competencia el jueves donde firmó una tarjeta de 77 golpes y aduciendo dolores en su espalda alzo vuelo.
Después de ese “oso” todo han sido especulaciones, que iba a jugar en Riviera y nada, luego en el Honda y tampoco. Entendible que las cadenas de televisión, sus patrocinadores y todos los aficionados lo queramos tener en competencia, ya lo dijo el veterano jugador escoces Colin Montgomerie :” Él sigue siendo la aguja en el juego y sería genial volverlo a ver jugar” y es así, con solo saber que va a aparecer se revoluciona todo.
La actitud de Tiger lo ha llevado a que todo el mundo del golf hable de él y le traten sin piedad, para muchos perdió las ganas de jugar, para otros perdió la confianza en el juego, otros dicen que ya no tiene colmillos, que no ruge, que perdió hasta las rayas de su piel y que su mirada ya no es aquella felina que intimidaba y ahora es la de un simple gatito de señora. Brandel Chamblee, comentarista de golf Channel dijo que, parecía un anciano a sus 41 años y Pat Perez, jugador regular del Tour que, “Tiger no le gana a nadie hoy”.

La actitud de Tiger lo ha llevado a que todo el mundo del golf hable de él y le traten sin piedad

Lamentable que este monstruo no solo del golf sino del deporte, quien nos deleitó como el que más, con su juego, su magia, su arrolladora personalidad, donde llegamos a decir y con acierto que, con sólo escuchar el ruido del impacto de sus golpes, sin mirar, sabíamos que eran de él, porque los de los de los demás eran iguales, este llegando a estos estados, donde se le falte hasta el respeto.
Por ahora todo lo tiene como dice el tango “Cuesta abajo en mi rodada” y tendrá que tomar una decisión clara, que trate de volver enhorabuena, pero no seguir engañándonos con que le duele la espalda cada vez que fracasa para sólo conservar el negocio de sus patrocinios. Tiene que recordar que, Palmer y Nicklaus, siguieron siendo reyes sin jugar, pero se retiraron por la puerta grande y con dignidad.
GERMÁN CALLE
Para EL TIEMPO
Llegando al 'green'
Germán Calle
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