¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Fútbol Internacional

La temporada de James, bajo la mirada de la psicología deportiva

James Rodríguez, volante colombiano.

James Rodríguez, volante colombiano.

Foto:Reuters

Tres expertos analizan las actitudes del ‘10’ en su poca actividad en el Real Madrid.

James sonreía, como hace rato no se le veía. Tenía la camiseta amarilla, la de Colombia. El número ‘10’ en su espalda, el brazalete de capitán bien ajustado en su brazo. Sus compañeros lo rodeaban, lo felicitaban. Bailaban. En las tribunas, los hinchas –sus hinchas– gritaban ese gol que acababa de anotarle a Camerún el pasado 13 de junio en Madrid. A James se le volvió a ver feliz, como si estar en la Selección ahogara el drama que vivió en toda la temporada en el Real Madrid. Sus comportamientos, sus gestos y su semblante fueron otros. Y quizá su mente, sus pensamientos y sus emociones, también.
A James le ha cambiado la actitud en los dos últimos años, justo cuando perdió relevancia en el Real Madrid. Sus comportamientos sin el balón han sido otros: irreverentes, polémicos, inéditos. De repente se le vio lanzar un puño al banquillo al ser sustituido. Se ha retirado de la cancha haciendo mala cara y refunfuñando cuando es reemplazado. Ha lanzado opiniones envenenadas... Todo lo que antes no hacía. Es la reacción de un futbolista que siente presión, que quiere jugar siempre y que no puede hacerlo.
La mente de James puede estar en un constante vaivén de emociones. Es imposible saber qué piensa, pero de acuerdo con sus comportamientos, su personalidad y el contexto en el que se encuentra, tres expertos colombianos en psicología deportiva dieron algunas pistas para desentramar el cerebro del mejor futbolista colombiano del momento.

Pérdida de confianza

Lo primero que analizan los expertos es que en una situación como la de James, de no jugar y querer hacerlo, de no saber si irse del Madrid o quedarse, lo más probable es que caiga en un estado de desconfianza, de desmotivación e incluso que se mantenga irritado.
Edwin López es el actual psicólogo deportivo del club Millonarios –antes en Coldeportes y Comité Olímpico Colombiano–. Trabaja a diario con futbolistas profesionales. Conoce sus crisis, sus dramas emocionales. Al ser consultado por la situación de James, no necesita conocerlo personalmente para dar un concepto psicológico de lo que le puede estar pasando el futbolista. Habla, en primera medida, de la desconfianza, un mal que ronda en estos casos a los deportistas.

Lo primero que se afecta es la confianza. Esta se nutre de los logros que el deportista vive día a día. Al no tenerla, no va a poder medirse y compararse contra sus propios estándares

“Lo primero que se afecta es la confianza. Esta se nutre de los logros que el deportista vive día a día. Al no tenerla, no va a poder medirse y compararse contra sus propios estándares. Un deportista de ese nivel no puede darse el lujo de tener bajones en su confianza porque todos sus compañeros compiten al máximo nivel. Ese bajonazo puede ser una bola de nieve: ‘no me alinean, baja mi confianza, y con baja confianza, menos me alinean…’. La confianza se nutre de los logros que el deportista vive día a día. Al no tenerla, como le puede pasar a James por no jugar, pierde el control del pensamiento, que está asociado al control emocional. Así, es difícil que regule sus emociones y comportamientos. Es entonces cuando él opta por salir temprano del entrenamiento, por no disfrutar del triunfo, por tener ciertas respuestas o gestos o palabras cuando lo saca el DT de la cancha…”, explica el psicólogo López.
Partido contra Leganés. Minuto 72. El cuarto árbitro levanta el tablero electrónico. Es el '10' el que se debe ir. Ingresará Isco. James por fin había sido titular. El Madrid ganaba cómodamente. James se marchó molesto, sin mirar a sus compañeros, ni a Isco ni al DT Zinedine Zidane. Llegó al banquillo y lo golpeó con el puño derecho. Más allá del ‘show’ mediático que desató, fue una reacción que demostró su malestar, su enojo. James no pudo controlar sus emociones.
Muchos factores pueden afectar las emociones de James, no solo el hecho de no jugar lo suficiente o no poder terminar un partido completo. También está la presión mediática, la de los hinchas, el cómo se afecta su propia imagen, el qué dirán y todo lo que hace parte de la personalidad y la autoestima del futbolista, que además está inmerso en un escenario de fama y reconocimiento. Son situaciones que, dicen los expertos, atacan directamente su confianza.

Lo que sucede en estas circunstancias es que el deportista ve afectada la creencia en sus habilidades. Puede pensar: ‘¿será que lo hago bien, o no?

"Lo que sucede en estas circunstancias es que el deportista ve afectada la creencia en sus habilidades –dice David Quiñones, psicólogo deportivo con experiencia en clubes colombianos como Chicó y Tigres–. Puede pensar: ‘¿será que lo hago bien, o no?’. Le surgen dudas y de esa confianza baja empieza a afectarse otra variable psicológica que es el control de las emociones. Surgen pensamientos de duda, de desconfianza, de incertidumbre, de ansiedad, de frustración, de rabia. Cuando se afecta esa habilidad de controlar las emociones, afecta la motivación. Es cuando James no encuentra sentido y le afecta la actitud. Una situación como la de él, de adversidad, una adversidad fuera de su control, afecta esas variables".
Todos los casos son diferentes –dicen los especialistas–. Algunos deportistas tienen mayor fortaleza mental que otros y por su experiencia tienen otro tipo de respuestas emocionales y niveles de confianza. En el caso de James, lo que los expertos consultados ven a la distancia es que goza de fortaleza mental, pese a todas las adversidades. No se ha dejado derrumbar y por eso cada tanto persiste en alcanzar sus objetivos, en este caso, triunfar en el Real Madrid. Sin embargo, a veces pierde el control de sus emociones.
James Rodríguez y Zinedine Zidane en el juego de hoy contra Sevilla.

James Rodríguez y Zinedine Zidane en el juego de hoy contra Sevilla.

Foto:EFE

Final del Mundial de Clubes. James va al banco, pero no juega. No participa. El Real Madrid es campeón y en medio de los festejos, James no es feliz. Se marcha con una declaración incendiaria: dice que tiene siete días para pensar qué va a hacer. Pone en duda su permanencia en el club. Quiere jugar. Necesita jugar. No se siente cómodo celebrando títulos en los que no ha podido aportar lo suficiente. Pero se queda, y los que se quedan, luchan.
El psicólogo Fernando Rivera, un experto que trabaja para Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano, cree que James tiene una ventaja que lo ha mantenido en pie y tiene que ver con su personalidad y con las personas que lo rodean. “Su ventaja es su entorno, el círculo familiar que tiene, que es muy fuerte. Eso le puede marcar diferencia positiva. Va a tener siempre ese respaldo. Lo otro es ver cómo la mayoría de la gente en Colombia lo ha apoyado en toda esta etapa difícil. Ese respaldo puede compensar esa situación que vive”, opina Rivera.

La Selección, otro chip mental

Sucede entonces la escena. James sonriente. Acaba de patear con su zurda prodigiosa y la pelota invariablemente va a la red. Viene el festejo, la algarabía. James en la Selección Colombia parece otra persona. Al menos eso se ve en su semblante, en sus comportamientos públicos, en sus declaraciones, en su alegría. Se siente arropado, querido. Se siente importante. Y así recupera su confianza y logra sacar lo mejor de su juego.

Pero no es lo mismo en la Selección donde él es la estrella que más brilla, mientras que en el club es uno más. Aparte, en la Selección hace lo que le gusta, que es jugar

“En la Selección tiene todo el respaldo del entrenador José Pékerman. Eso le ayuda mucho. Además, sus compañeros lo apoyan, la prensa habla bien de él, sus calificaciones son buenas. Esas cosas van a permitir que su tema de confianza no se pierda. Él sabe que no es fácil en el Real Madrid, con 22 estrellas. Pero no es lo mismo en la Selección donde él es la estrella que más brilla, mientras que en el club es uno más. Aparte, en la Selección hace lo que le gusta, que es jugar”, destaca el especialista Rivera.
En términos psicológicos, en la Selección James eleva su confianza porque disminuye pensamientos negativos o porque los puede controlar. Y como aumenta la confianza, aumenta la motivación, y la actitud es otra, más positiva.
Sin embargo, James no puede dejar de lado su realidad. No del todo. Entonces puede estar reaccionando como una forma de revancha personal, que para algunos de los expertos, no es lo más recomendable. Actúa como en un desquite y no logra eliminar su estado de presión.

El problema del fútbol profesional es que es un deporte resultadista, su experiencia no le permite esperar. Está en su cumbre y quiere expresarse.

“Uno ve a veces en la Selección que se desespera mucho. Ante cualquier mal pase se pone bravo. Pelea con el árbitro… Todo esto pasa porque él, como consecuencia de lo que le está pasando, está irritable”, opina el psicólogo Quiñones. "El problema del fútbol profesional es que es un deporte resultadista, su experiencia no le permite esperar. Está en su cumbre y quiere expresarse. Ve que sus compañeros de la Selección sí juegan: Cuadrado o Falcao, y él, con las habilidades que tiene, no lo hace, y eso es algo que se sale de su control”, dijo Quiñones.
La gran pregunta es: ¿cómo puede hacer James para mantener la confianza arriba y su estabilidad emocional si las cosas no cambiar en el club? ¿Y si no cambia de club? Ahora mismo James está enfrentado a una situación de incertidumbre frente a su futuro profesional, y eso es una presión extra para él, como lo es para cualquier persona que no tiene claridad en su estado laboral.
Los expertos recomiendan varios mecanismos para canalizar estas adversidades: uno de estos es que James trabaje su mente a partir de sus logros, que recuerde sus mejores momentos de su carrera y los tenga presentes, y, además, que recuerde las cosas buenas que hace en la actualidad, cuando aprovecha los pocos minutos que tiene con goles y asistencias.

Lo más importante es hacer uso de esos logros que él ha conseguido. Que él mismo revise su historia de vida deportiva y así va a descubrir que su carrera no es el resultado de estos últimos años

“Lo más importante es hacer uso de esos logros que él ha conseguido. Que él mismo revise su historia de vida deportiva y así va a descubrir que su carrera no es el resultado de estos últimos años con el DT Zidane, sino que su historia de vida es exitosa: el salir temprano de Colombia a un futbol competitivo, triunfar en Argentina, ir a Europa y seguir triunfando... No significa que lo negativo sea para siempre, esto es solo un periodo”, opina el médico López.
James se enfrenta entonces a una dualidad: o buscar su revancha en el Madrid o buscar otro aire donde pueda sacar a relucir todo su brillo. Eso es lo que los expertos denominan estilos de afrontamiento. Dicen que una opción es centrarse en la emoción, en decir: ‘voy a quedarme para demostrar, para tener revancha’, lo cual no sería lo más recomendable. Lo otro es identificar qué causas afectan su estadía en el club y cómo podría solucionarlas, ya sea mejorando su relación con el entrenador o adaptándose mejor a la estrategia táctica, etc.
“No puedo decir si debe cambiar de equipo. Desde la psicología lo recomendable es que se fortalezca basado en todo lo que él puede controlar, lo que está bajo su control. Si le dan 10 minutos, que la saque del estadio. Que aproveche en los entrenamientos. Centrarse en lo que está bajo su control, si quiere seguir por competitividad, por desafío. Cuando se da el todo, no hay lugar para arrepentimientos. Si lo da todo se puede ir con esa tranquilidad como profesional y no hay duda de que es un gran profesional”, dice el psicólogo Quiñones.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @PabloRomeroET
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO