¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Música y Libros

Esas historias que nacen al dirigir a mil niños en un coro

Julián Rodríguez (centro) consigue robarse la atención de muchos niños para el bien de la música.

Julián Rodríguez (centro) consigue robarse la atención de muchos niños para el bien de la música.

Foto:Fundación Arte y Parte

El músico Julián Rodríguez revive un divertido recital que se presenta este miércoles en Cali.

Andrea Morante
¿Cómo haces para manejar a mil niños?, le han preguntado mil veces en Venezuela, Ecuador o en Alemania a Julián Rodríguez: un músico y compositor de Sevilla, Valle, que desde el 2002 trabaja con esa cantidad de cantantes en un escenario. Rodríguez siempre les responde que la clave ha sido la alegría y el trabajo duro. 
Él ya está listo para una nueva faena musical de un espectáculo único en el país con canciones que hablan de la Tierra, de los animales, de la vida misma y, claro, de la ciudad en donde vive: Cali.
En el Coliseo el Pueblo (este miércoles, 7 p. m.) de la capital vallecaucana, un nuevo millar de voces presentarán gratuitamente el espectáculo Entre la luna y el sol, mi planeta es mi país. Todo el proceso ha beneficiado a unos 8.500 niños y ha dejado y anécdotas inolvidables.
Hasta ahora se han hecho siete conciertos. “cada vez que hay presupuesto”, bromea Rodríguez, para quien las experiencias musicales y de vida que le ha dejado esta actividad “han sido bellísimas. En el primer concierto, en el 2002, la gente lloraba y lloraba… tal vez porque en este país hay pocas referencias tiernas”, recuerda.
“Esa vez, el espectáculo se hizo en Cañaveralejo. Fue un día en el que dejó de ser una plaza de toros para convertirse en una plaza de coros y de cantos a la vida (...) A uno le pasan muchas cosas, como que una familia se acerque después del concierto y diga que ver cantar a su hijo los transformó”, comenta, antes de retomar la historia de una alumna que cuando iba a cantar, su familia decidió contarle a todo el barrio (cerca al distrito de Aguablanca). “Al principio, la gente como que no creía, pero terminaron en la ventana de la casa, donde pusieron un televisor (ya que lo estaban transmitiendo) para que todos la vieran”, explica.
Rodríguez preparó 14 canciones para el espectáculo de esta noche, que hace parte de la Red de Coros Infantiles de Cali y en la que participan 30 escuelas de la ciudad y áreas rurales cercanas. “La primera vez que nos presentamos –recalca– todos los niños me invitaron a almorzar. Imagínese, pensé: tengo almuerzo para tres años”.
De vez en cuando, Rodríguez va por la calle y se encuentra con sus antiguos alumnos. “Hola profe, venga lo invitó a comer”, le dijo una vez una mujer que estuvo en su coro. “Me dio una hamburguesa como de tres pisos y e hizo que me la comiera toda”.
Pero también hay contrastes, pues ha visto a otros de sus pupilos como recicladores o en una situación totalmente distante de la lúdica musical. Rodríguez siempre les sonríe y reconoce un brillo de emoción en sus miradas.
“Se ha hecho algo importante y bonito con la música”, dice el músico, quien invita siempre a sus alumnos a que escuchen un disco compacto con las composiciones en su casa hasta que la mamá les diga ‘¡ya no mas!’
“Eso me recuerda que en una ocasión terminé en la casa de mi alumna Carol Juliette, quien me contó que una lora que tenía cantaba las canciones que ella ensayaba (...) Y sí, se sabía como tres”, afirma Rodríguez, quien espera, cuando termine el espectáculo hoy, recibir ese abrazo de los pequeños que lo llene de energía.

Un espectáculo lleno de emociones

“Esto es muy emocional; a veces, solo con un ensayo de 40 ‘pelados’ ya me hacen llorar”, dice Julián Rodríguez, refiriéndose a la experiencia que vive con este concierto coral en el que también hay espacio para un espectáculo de acróbatas, actores, solistas y música en vivo. El evento es producido por la Fundación Arte y Parte, con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Cali y el Programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura. Los niños que participan, entre los 6 y los 12 años, cantarán composiciones de Rodríguez, como Entre la luna y el sol mi planeta gira y suspira, Gallito de roca y La ballena jorobada, entre otras.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
EL TIEMPO
Twitter: @AndresHoy1
Andrea Morante
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO