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Música y Libros

La voz de Juan Diego Flórez es un tesoro latinoamericano

Además de las arias que estaban en el programa del Teatro Mayor, Flórez interpretó algunas canciones de su disco ‘Bésame mucho’, como ‘La pollera colorá’.

Además de las arias que estaban en el programa del Teatro Mayor, Flórez interpretó algunas canciones de su disco ‘Bésame mucho’, como ‘La pollera colorá’.

Foto:Juan Diego Castillo

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El peruano, considerado uno de los mejores tenores del mundo, dio inolvidable concierto en Bogotá.

Yhonathan Loaiza
Juan Diego Flórez parece respirar un aire especial, único, algo que no le dan al resto de los mortales. Su voz no solo tiene una potencia inusitada, que bien podrían generar ondas de expansión que alteran la materia, sino una elegancia y un brillo que recorren con esplendor las notas que se le pongan por delante.
El tenor lírico ligero peruano, uno de los más importantes del panorama actual, pisó suelo colombiano después de siete años, para un concierto memorable el martes pasado en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Su voz la acompañó con gestos de gran actor: se movía con precisión, dibujando una pequeña coreografía, como si estuviera acompañado por el reparto completo de un gran montaje de ópera.
El recital, en el que estuvo acompañado del pianista Vincenzo Scalera, fue la oportunidad de ver la evolución de esa voz que ha llenado los templos más importantes de la ópera, desde La Scala de Milán hasta el Met de Nueva York, y que irrumpió en el circuito gracias a su dominio de las obras de Gioachino Rossini.
En esta ocasión, el peruano decidió interpretar un repertorio diferente, enmarcado en el periodo romántico, con arias de Mozart, Donizetti, Verdi y Puccini, además de composiciones de Massenet y Gounod.
Un día antes del concierto, cuando aún batallaba con un dolor de garganta que lo recibió a su llegada a Bogotá, el tenor habló con EL TIEMPO sobre la actualidad de su carrera.
El público colombiano ha podido ver dos versiones de la voz de Juan Diego Flórez. El concierto del 2011 fue un repertorio muy diferente, y el de ahora muestra una nueva exploración...
Creo que el cambio de voz que se produce en los cantantes fue una oportunidad para mí. La supe tomar, supe estudiar otros repertorios, otros estilos, otras técnicas, y, bueno, he llegado a encontrarme ahora más cómodo con un repertorio más romántico, con óperas como Romeo y Julieta, Werther, Los cuentos de Hoffmann, y dentro de poco será La Traviata. Pero sin dejar a Rossini, porque amo a Rossini y el bel canto; hace poco hice una ópera muy difícil de Rossini, Ricciardo e Zoraide, donde pude comprobar que todavía puedo hacerlo, porque es un repertorio en el que en el pasado ha habido ejemplos de cantantes que lo han cantado hasta una cierta edad, después ya no han podido.
Yo puedo constatar que, aun a los 45 años, todavía puedo hacer ese repertorio y a un buen nivel, entonces, ojalá que siempre pueda cantar Rossini e ir añadiendo operas, porque descubrir una ópera desde cero es una gran experiencia, espiritual y humana también.
Aún conserva esa capacidad de autocrítica que tenía en los comienzos de su carrera...
Sí, se mantiene la autocrítica, es la característica que siempre he tenido. Siempre he estado escuchando mis grabaciones; incluso, en bambalinas me grabo con el teléfono; muchas veces, incluso cuando he cantado, me he puesto el teléfono aquí (se señala la cintura) para grabar, y después me escucho, me analizo y trato de mejorar...
Me interesa más en lo que fallé que en lo que acerté; lo que acerté está bien, está ahí, lo que fallé puede ser mejorado. Yo siempre soy muy duro, pero es la única manera de seguir adelante, pero además de seguir disfrutando lo que haces, porque si tú crees que ya llegaste, te vas a aburrir; si crees que ya eres el mejor cantante, te vas a aburrir; pero si crees que te falta mucho, te vas a seguir divirtiendo.
***
Además de su carrera musical, Flórez preside la fundación Sinfonía por el Perú.

Además de su carrera musical, Flórez preside la fundación Sinfonía por el Perú.

Foto:Héctor Fabio Zamora. EL TIEMPO

En medio del concierto en el Mayor, Flórez le dice a la audiencia, entre risas: “Me falta medio pulmón”. Aunque seguro le quedan otros tres.
Cada tanto, el peruano endulza las canciones con alguna historia personal, como el momento en el que nació su hijo Leandro, justo media hora antes de una presentación suya en el Met, que iba a ser transmitida en salas de cine de todo el mundo.
Al finalizar el programa oficial, Flórez mira con picardía al público, es una especie de señal en clave para que le pidan más canciones. Una petición general que resalta es 'Ah! mes amis', el aria de 'La hija del regimiento', de Donizetti, que el peruano ya convirtió en leyenda al alcanzar ese registro maratónico de los nueve dos de pecho.
“¿Ah! mes amis? ¿Con esta altura?”, bromea Flórez, quien aun así se atrevió a subir ese monte Everest de la lírica, incluyendo esas nueve agudísimas notas. Además de esta interpretación, el peruano sacó su guitarra para cantar algunas canciones latinoamericanas que incluyó en su reciente disco Bésame mucho. La voz que antes descrestaba con su potencia operática ahora conmueve con su interpretación de Paloma negra, La pollera colorá y Pueblito viejo.
Además de ser un cantante rossiniano, otra de sus marcas es su interpretación del aria ‘Ah! mes amis’...
De hecho, la canté hace poco en el teatro Colón de Buenos Aires con un bis, después de haber cantado no sé, creo que habrán sido 17 temas. Y siempre a la gente le gusta y es algo que siempre quieren oír. Entonces me gusta poder regalar todavía 'Ah! mes amis' en un concierto, y creo que voy a tener la oportunidad de hacer la ópera completa otra vez.
¿Cómo maneja su voz esa combinación entre el repertorio clásico y la música popular?
Por muchos años, yo había dejado la guitarra, que de chico me acompañó. Y con el nacimiento de mis hijos la retomé para cantar; luego se me ocurrió en algunos conciertos sacarla al final y regalarle un bis a la gente; eso se volvió una suerte de tradición, y ahora en los conciertos los presentadores me piden no olvidarme, y al final tengo que sacarla y cantar.
Por eso, para volver a la música de mi país y a la música latinoamericana, he encontrado la manera natural de cantarla, siempre con mi voz, que siempre se oye, que es la de un tenor, dándole quizás el estilo justo para que no parezca tan impostado o tan duro; después de todo, yo crecí con música popular, mi padre era cantante de música popular, y debería de ser natural, y lo es, siento que es natural. Y disfruto muchísimo porque yo crecí con la música no solo colombiana, sino también mexicana, chilena, peruana, brasileña; en mi casa se oía música latinoamericana.
¿Cómo fue esa experiencia de recorrer la música de nuestra región, que es tan rica y diversa, para ‘Bésame mucho’?
Me pongo a pensar en las diferentes canciones; los ritmos son muy diversos, pero hay algo que nos acomuna, que nos une, y es: ¿a qué cosa le cantamos? Latinoamérica le canta al amor, sobre todo al amor no correspondido, al despecho; pero también a la tierra, al pueblito, a la casita, al país, a la región, a las tradiciones. Esos son los temas más importantes dentro de la música latinoamericana.

Me gusta poder regalar todavía 'Ah! mes amis' en un concierto

Además de su carrera musical, desde hace siete años –feliz coincidencia con sus primeros conciertos en Colombia–, Flórez se ha dedicado a potenciar el trabajo de su Fundación Sinfonía por el Perú, un esfuerzo de formación musical privado que trabaja con niños que viven en situación de riesgo en diferentes regiones de su país.
“En Sinfonía por el Perú, los niños tocan Beethoven, Tchaikovsky, pero sobre todo tocan música de sus regiones. Y eso es importantísimo, porque para ellos la música es la música; si es un guaino, si es un alacatraz, si es Chabuca Granda, si es Beethoven o Malher. Y ellos están desarrollando sus mentes y sus espíritus a través de la práctica orquestal y coral con la música que más les gusta y que han aprendido a partir de los seis o cinco años. La música los ha hecho mejores en sus colegios, en todos los cursos, especialmente en matemáticas, en conducta; mejoran en la familia, adquieren valores importantísimos, tienen autoestima”, explica el tenor, quien también destaca la importancia de los otros sistemas de orquestas del continente, como El Sistema, en Venezuela, y Batuta, en Colombia, con la que Sinfonía por el Perú tiene un programa de intercambio.
Latinoamérica tiene una potencia muy grande en la música clásica, con estrellas como Gustavo Dudamel, de Venezuela; Andrés Orozco-Estrada, de Colombia, y usted...
Andrés es espectacular, vive en Viena, como yo, es decir que somos vecinos. Y, sí, la fuerza que tenemos radica en nuestra música popular, en nuestras músicas, porque casi todos nacemos de ahí. Dudamel nace en el Sistema de Orquestas de Venezuela, pero nace también de la salsa; yo nazco de la música peruana y Andrés, seguro también... Entonces salimos de esa fuerza volcánica que tiene la música popular, y de ahí vamos a la clásica, porque las dos en el pasado estuvieron muy ligadas.
Los primeros intérpretes de muchas de las canciones que he grabado en mi disco Bésame mucho han sido tenores; Bésame morenita la cantó por primera vez un barítono de ópera, la primera versión de La pollera cólera fue cantada por un tenor muy agudo. Antes era muy diferente, la técnica vocal era casi una, después eso se fue diferenciando. Y, bueno, ahora que tengo la oportunidad de volver a lo que es mi música, difundirla por Europa, por Estados Unidos, y eso me parece importante.
¿Qué tan importante fue conocer El Sistema de Venezuela?
Fue muy importante porque de ahí nos inspiramos para fundar Sinfonía por el Perú. Tuve esa certeza, ese golpe de conciencia, de que la música puede transformar una sociedad a través de los niños. Para mí, eso fue muy fuerte, y dije: ‘Esto lo tengo que hacer en Perú’. Y, así, han sido siete años en los que hemos logrado tener más de 7.000 niños y una gran orquesta juvenil que toca estupendamente bien. No hemos logrado sacar de la pobreza a tantos niños, pero ahora sonríen y son felices con sus orquestas, sus instrumentos. Falta mucho por hacer, pero hemos empezado bien, vamos por buen camino.
YHONATAN LOAIZA GRISALES
Cultura y Entretenimiento
Twitter: @YhoLoaiza
Yhonathan Loaiza
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