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Música y Libros

Estéreo Picnic celebró una década y a la vez un nuevo comienzo

El cantante de Arctic Monkeys, Alex Turner, durante uno de los momentos de su concierto en el Estéreo Picnic.

El cantante de Arctic Monkeys, Alex Turner, durante uno de los momentos de su concierto en el Estéreo Picnic.

Foto:Juan David Jaimes / Unida de video EL TIEMPO

Reproducir Video

Así fue la despedida de la fiesta musical liderada por el rock, el pop y la música electrónica 

Andrés Hoyos
La décima edición del Festival Estéreo Picnic pasó por varios retos antes de convertirse en una realidad.
Asumió el riesgo de cambiar de espacio para los conciertos, tuvo que reaccionar ante la inesperada y dolorosa cancelación de una de sus bandas principales y decidió seguir ampliando su rango musical con varias apuestas que escapaban del molde del rock, la electrónica o el pop, que siempre han tenido gran protagonismo.
No era nada fácil, pero el festival consiguió darse una bocanada de aire fresco sin traicionar su esencia y hasta tuvo suerte, pues en este nuevo capítulo del espectáculo (que se llevó a cabo del 5 al 7 de abril en el Campo de Golf Briceño 18) el clima también jugó a favor de este encuentro musical.
Cerca de 90 mil personas le cumplieron la cita a un Picnic que se reveló más amable en su nueva locación, con espacios amplios entre los escenarios y menos barro en sus recorridos. Fue una maratón ir de un concierto a otro, pero ese fue un sacrificio menor para los fanáticos de las agrupaciones invitadas que, por momentos, aceleraban el paso o interrumpían su experiencia con algún artista tocando en el escenario, para lograr llegar a tiempo a una nueva tarima.
El acceso fue menos problemático, pero también mantuvo un poco ese pequeño caos que significa salir del lugar del evento, conseguir transporte y regresar a casa. Realmente este año los trancones que se armaban al finalizar alguna de las jornadas, se redujeron y hasta el barro (otro amigo de la lluvia que siempre ha estado presente) esta vez no tuvo tanto protagonismo.
Cientos de fanáticos llegaron desde muy temprano luciendo camisetas del grupo británico Arctic Monkeys encargado de cerrar los conciertos en el escenario más grande del festival. El 7 de abril será recordado como la fecha en la que estos roqueros que se cocinaron en la escena indie británica se reencontraron en una despedida cargada de sus canciones consideradas como clásicos y con un halo retro que se sentía en todo el ambiente.
Desde que se lanzó el rumor de su visita, la expectativa frente a su concierto creció como espuma, así que cuando se encendieron los amplificadores y las guitarras y de la oscuridad apareció Alex Turner con su guitarra y esa voz tan particular disparando la canción 'Do you wanna Know'.
Eran las 10:40 de la noca cuando los gritos de júbilo le dieron la bienvenida a un Arctic Monkeys más adulto y denso. Luego vino la descarga de 'Brainstorm', 'Snap Out of It', 'I Bet you Look Good on the Danceflor' (que puso a temblar el suelo); junto a 'Knee Socks', 'Teddy Picker' y la del cierre: 'RU Mine?'
 
“Colombia, rock’ nd Roll”, grito en algunas ocasiones un Turner concentrado en hacer lo suyo sin excederse en emociones, pero manteniendo la intensidad y los giros de su banda. El grupo emocionó a miles, pero para unos cuantos hubo un momento de mucha potencia que luego fue sustituida por un viaje sonoro posiblemente más introspectivo.
A diferencia de su compatriota Sam Smith, que tocó a las 8 p.m. con un emotivo recital que inició con todo al cantar éxitos como ‘Dancing with a Stranger’, que cuenta con sonidos pop y electrónicos, con una receta totalmente construida bajo sus canciones de desamor al ritmo de pop, baladas e incluso un poco de góspel. Luego interpretó I'm Not the Only One, Lay Me Down y Stay with me. Visiblmente emocionado, tuvo tiempo para interactuar con el público y hasta para presentar a los músicos que lo acompañaron. “Sin ellos no estaría aquí’ dijo.
El londinense no tuvo reparos para ganarse el amor de sus fanáticos siguiendo la ruta de sus éxitos, con Money on My Mind y hasta versionó ‘La La La’, de Naughty Boy y Latch, de Disclosure. Pero la histeria fue general cuando Smith cantó ‘Promises’ algunos de los que habían desertado antes para alcanzar un buen lugar en el show de Foals (que tocaba en otro escenario), decidieron reencontrarse con un Smith inspirado y que no cabía de la dicha ante la impresionante respuesta del público colombiano. “Gracias Colombia”, expresó antes de despedirse.
Mientras tanto Foals había tirado la casa por la ventana con un concierto lleno de riffs de guitarras feroces. “Quiero felicitar al Festival por sus dos años (…) Perdón,por sus diez años…Bueno lo que sea”, grito emocionado el cantante Yannis Philippakis. 'Olympic Airwaves', 'Spanish Sahara', 'My Number', 'Inhaler' y 'Two Steps Twice', fueron parte del bocado de ese rock milimétricamente calculado que profesa la banda, que ya tiene un espacio en el corazón de sus fanáticos colombianos.
Pero si de poder se trata, la que mejor lo representó fue la imponente Anne Erin Clark, mejor conocida como St. Vincent. Con un ajustado corsé negro, que daba la impresión de estar hecho de cuero, botas por encima de la rodilla y el cabello hasta los hombros, la estadounidense dio cátedra de guitarra y de como hipnotizar a sus miles de fanáticos que la acompañaron por primera vez en un concierto en Bogotá.
“Colombia los amo” y “No importa lo que pase en el mundo, siempre habrá tiempo para bailar”, fueron algunas de las frases que lanzó antes de mostrar un trabajo que ronda entre los géneros del rock, el pop, la electrónica.
'Sugarboy', “Los Ageless”, 'Masseduction', 'Fear the Future' y 'New York' sonaron con una potencia impresionate, que se matizó con una oscura emoción de la cantante por haberse presentado en la capital. “Desde la Plaza de Bolívar (…) “y la Candelaria” y “Qué chimba parcero”, fueron las palabras que más emocionaron a una audiencia en la que unos cuantos tuvieron la fortuna de saludarla y acompañarla en algunos coros de su presentación.
St, Vincent fue una grata sorpresa para una parte de los que se dejaron arrastrar por ese sonido de guitarras crudo y una sensualidad inquietante. En la despedida del Estéreo Pícnic también brillaron The 1975, Bajo tierra, Las yumbeñas, Seun Kuti & Egypt 80, Dj Koze y Odesza, estos dos últimos, los encargados de prender la fiesta hasta la madrugada del 8 de abril.
Asimismo, cabe recordar que fue una edición en la que la salsa del grupo Niche rompió fronteras musicales; Underworld demostró su valía como leyendas de la música electrónica; Twenty One Pilots no solo hizo suspirar a más de una de sus seguidoras, sino que fue el ejemplo más claro de una entrega total y sincera en su primer concierto en el país, sumado al poderoso Kendrick Lamar, quien no dejó duda del porqué es considerado como una de las estrellas más interesantes del hip hop contemporáneo con un concierto sólido y con letras con un fuerte tono social.
YARITZA ACERO  Y ANDRÉS HOYOS VARGAS  
CULTURA
@CulturaET   
Andrés Hoyos
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