¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Gente

'Habría querido una familia para quienes están protegidos por el ICBF'

Cristina Plazas, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf)

Cristina Plazas, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf)

Foto:Mauricio León

En entrevista para EL TIEMPO, Cristina Plazas hizo un balance sobre su gestión.

Uno de los movimientos que más llamaron la atención, entre los cambios hechos por el presidente Santos a su gabinete esta semana, fue la salida de Cristina Plazas de la dirección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), cargo que ocupaba desde el 2014, cuando reemplazó a Marco Aurelio Zuluaga.
Su gestión estuvo marcada por su lucha constante contra las redes de operadores dentro de la entidad, quienes, según ella, manejaban a su antojo la contratación en departamentos como La Guajira. Otra de sus banderas fue la exigencia del endurecimiento de las penas contra los violadores de niños, de quienes no dudó en asegurar que merecen la cadena perpetua. También insistió en la necesidad de fortalecer las familias, pues dentro de ellas están –en la mayoría de casos– los principales perpetradores de violencia contra los niños.
A su salida, Plazas expresó su agradecimiento. “Le agradezco infinitamente al presidente Santos por permitirme servirle al país desde el ICBF”, dijo. En entrevista para EL TIEMPO, Plazas hizo un balance sobre su gestión.
¿Estaba avisada de su salida o esta fue intempestiva?
Estos cargos son de libre nombramiento y remoción. El Presidente de la República tiene toda la libertad para nombrar a quien considere en cada uno de ellos. Yo me alegro de haberle servido al país.
¿Cuál fue el mayor logro de su gestión?
Sin duda alguna, la lucha por la transparencia y contra la corrupción. Siempre he dicho que los recursos de los niños son sagrados, y me enorgullece profundamente haber logrado que nuestras denuncias hayan generado hechos concretos, como las más de 60 capturas de criminales de escritorio que creyeron poder apropiarse de esos recursos como una vía para enriquecerse. Y esa lucha tiene sus frutos: como ustedes mismos lo registraron, durante dos años consecutivos, la Contraloría General de la República feneció la cuenta fiscal del ICBF y en el último año calificó de “favorable” la gestión de la entidad, después de mucho tiempo de no hacerlo. Por eso obtuvimos una calificación de 84,32 puntos en el 2016, 40 puntos más de los que tenía cuando asumí la dirección. Y pasamos del puesto 78 al 7 en el índice de transparencia.
¿Con qué obstáculos se encontró para dirigir el instituto?
Precisamente, la corrupción fue el mayor obstáculo; pero no solo en lo que tiene que ver con los recursos de los niños, sino también con las omisiones de algunos funcionarios de muchas entidades que se acostumbraron a ver en los niños un registro, un número más, y no una vida llena de sueños y necesidades específicas. Esa también es una forma de corrupción, y por eso, personalmente, me dediqué a cambiar esa visión con resultados como la movilización de los procesos de protección de 17.000 niños y adolescentes que llevaban años esperando que se resolviera su situación. Haber cambiado la vida de cada uno de esos niños es mi mayor satisfacción.
¿En qué queda esa lucha contra la corrupción?
Además de las capturas, esta lucha es una demostración más del saber decir no y de lo que se puede lograr si se manejan los recursos con transparencia y eficiencia. Sé que no es fácil, lo viví cada día de mi administración, pero confío en que esa lucha continúe, porque de ello depende que los niños y las familias que llegan al ICBF reciban la atención de calidad a la que tienen derecho. Quiero enviar un mensaje a mi generación: es posible cambiar el mundo. Es posible no ser parte del sistema.
¿En qué situación quedan los niños de La Guajira, en donde el ICBF ha tenido varias dificultades para intervenir, en gran parte por las arraigadas tradiciones de las comunidades?
Creo que el país ha entendido ya que el problema de La Guajira es un problema estructural que no le compete solamente al ICBF. Una mezcla de falta de agua potable, de servicios de salud sexual y reproductiva, de centros de salud cercanos a la población, corrupción y desidia. Es que todavía parece increíble que para salvar la vida de un niño haya que ir con policía a la ranchería. Los derechos de los niños priman sobre todos los demás, y unas tradiciones culturales no pueden estar por encima de la vida de un niño.
¿Cuál fue el caso más grave de maltrato contra los niños que pudo ver?
Fueron muchos. El maltrato y el abuso sexual siguen en aumento. En realidad, lo más grave fue saber que el 87 por ciento de los casos ocurren en el hogar y que el 95 por ciento de los victimarios son familiares o personas cercanas a los niños. No lo digo yo, lo confirma Medicina Legal, y eso nos dice cuánto nos falta hacer por la familia como primera línea de defensa de los niños, y por eso nos dimos a la tarea de buscar estrategias para fortalecerla, para que papás y mamás tengan más herramientas y pautas de crianza y puedan entender la realidad en la que viven sus hijos y mitigar todas esas amenazas que hay en los espacios que frecuentan, incluyendo, por supuesto, las redes sociales. La sociedad tiene que seguir denunciando, y por eso pusimos al servicio de los niños la línea 141, que ha recibido más de 2,5 millones de llamadas desde su lanzamiento, en diciembre del 2016.
El caso de Yuliana Samboní es uno de los más aberrantes en la historia reciente. ¿Cree que sirvió para sentar algún precedente?
El crimen de Yuliana conmovió al país y demostró que la justicia sí puede actuar rápidamente, pero el desafío más grande es lograr que todos los casos de maltrato y violencia sexual contra la niñez sean resueltos con la misma celeridad con la que se resolvió este, y, sobre todo, lograr que no haya una sola Yuliana más. Y eso solo se logra cuando entendamos que proteger a los niños contra todos estos depredadores nos corresponde a todos.
Usted ha sido una defensora de la cadena perpetua para los violadores de niños. ¿Cree que es posible alcanzar este tipo de penas en un futuro?
Defendí y seguiré defendiendo la cadena perpetua para violadores. Tenemos que insistir en eso, porque no podemos seguir permitiendo que estos criminales estén cerca de otros niños o, incluso, de los que fueron sus víctimas. Eso es inadmisible. Estos criminales deben ser condenados y enviados a la cárcel para siempre. ¿Puede creer que le dieron cinco años de cárcel a un papá que utilizaba a su hija de 2 años en videos pornográficos?
¿Qué responsabilidad tienen las familias en la situación de los niños en Colombia?
Soy una convencida de que la familia es la primera línea de defensa de nuestros niños, y nosotros, como sociedad, hemos relegado su importancia a un segundo plano. El hogar no se puede convertir en el sitio más peligroso para los niños. Necesitamos redoblar esfuerzos para recuperar el rol de la familia, sus valores, sus espacios de diálogo y los lazos de confianza mutua, para que el hogar de cada niño vuelva a ser el lugar donde estén más seguros y donde se sientan más felices.
¿Qué le hizo falta hacer?
Siempre habrá algo por hacer para que la garantía de los derechos de la niñez sea una realidad, no en las leyes, sino en la vida de cada niño, de cada adolescente que busca oportunidades para salir adelante. Trabajando con el corazón le demostramos al país que es posible cambiar el mundo de los niños, pero habría querido que todos los que están bajo protección del ICBF, miles de ellos con necesidades especiales, tuvieran ya una familia adoptiva que muera de amor por ellos.
¿Qué lecciones aprendió de su paso por el ICBF?
En el ICBF aprendí que no habrá una Colombia en paz hasta que el Estado y la sociedad entera comprendan que los niños y las niñas tienen que ser la prioridad. Haberle servido al país desde el ICBF me convirtió en una mujer privilegiada y me convenció aún más de que los niños son mi causa. Por eso me comprometo a seguir trabajando por ellos desde donde esté. Ese es el camino para cambiar el mundo.
EL TIEMPO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO