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Gente

‘Se puede coleccionar numismática sin poseer un gran presupuesto’

Brill muestra cómo se conservan en álbumes los billetes. En la foto, billetes colombianos de comienzos del siglo XX.

Brill muestra cómo se conservan en álbumes los billetes. En la foto, billetes colombianos de comienzos del siglo XX.

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

Alejandro Brill, experto en monedas y billetes, enseña las pautas básicas para hacer una colección.

Andrea Morante
“Soy ingeniero de alimentos, pensionado. Trabajé en una empresa de productos avícolas por más de treinta años. Las colecciones las hice como hobby. Empecé guardando cositas, como muchas personas. Algunas se las regalen a uno los papás o los familiares o porque cuando se viaja sobran monedas y billetes. A medida que fui progresando me daba cuenta de que lo que guardaba al principio no tiene mayor valor. Es lo que le regalan a uno, pero no es lo principal para el coleccionismo”.
Alejandro Brill es el creador de Monetario, un almacén especializado en monedas y billetes, situado en el centro comercial Iserra 100, que cumplirá 5 años en junio próximo; uno de los pocos comercios que tiene Colombia en este renglón. “Hay en total unos diez que funcionamos con todas las de la ley, cumplimos con todos los requisitos que nos exige la reglamentación”, comenta con orgullo.
Supongo que vendrán personas a preguntarle cómo iniciar una colección. ¿Qué consejo les da?
Viene mucha gente que no sabe qué le gusta. Se paran en la vitrina y les parece bonito y me preguntan qué les recomiendo. Lógicamente, depende del bolsillo, del presupuesto. Hay colecciones que uno puede hacer con poco dinero, otras con más y otras con mucho más.
La primera recomendación que uno les da es seleccionar un tema. Hay dos términos: la ‘numismática’, que es el estudio de las monedas, y la ‘notafilia’, que estudia los billetes. Decimos de modo genérico numismática, y es un campo amplio, extenso; no hay bolsillo en el mundo que pueda decir “yo quiero tenerlo todo, coleccionarlo todo”. Además, conseguir el material, cuando hablamos de material especializado, es sumamente difícil.
Un peso emitido por la Tesorería del gobierno provisional de Colombia en tiempos de guerra.

Un peso emitido por la Tesorería del gobierno provisional de Colombia en tiempos de guerra.

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

¿O sea que lo primero es decidir el tema y, lo segundo, saber si quieren coleccionar monedas o billetes?
Sí. Pero hay otro aspecto: hay monedas, fichas, medallas... Y en los billetes hay títulos valores, acciones, vales, libranzas, los cheques. Hay gente que colecciona, incluso, cheques de bancos que ya no existen. Entonces uno les recomienda, si el bolsillo les permite, escoger un tema. Con picar y picar temas varios no se llega a hacer algo que valga la pena. Hay gente que, por ejemplo, está haciendo colección del siglo XXI, del año 2000 en adelante. O del siglo XX. En cuanto a monedas, llega uno hasta antes de Cristo; es mucho más extenso el panorama. En cambio, el primer billete conocido es del año 1360 y algo. Y después pasaron casi 500 años en que hubo muy poco billete, hasta finales del 1800. Hay que saber que una buena colección se hace en muchos años. Se escoge la época, teniendo en cuenta que de las fechas más cercanas es de las que más se consigue, y se va siendo más específico. Hace poquito vino un muchacho y me dijo que está haciendo una colección de billetes con militares.
Y si, por ejemplo, es una persona joven?
Hay quienes escogen los personajes, la fauna, los transportes... Así la persona va definiendo. Hubo uno que quería coleccionar billetes con dictadores. Muchos sí saben lo que buscan.
¿Qué es lo que hace tan interesante la numismática?
La historia que contiene. Realmente, la gente aprende mucho cuando tiene interés. El común de las personas tiene un billete solo como algo que sirve para comprar. Y en las monedas, la tendencia son las bimetálicas, de las que ya tenemos aquí en Colombia varias. Hoy, la gran mayoría de países las tienen. Son muy atractivas y se han prestado muchísimo para el coleccionismo.

Hay que saber que una buena colección se hace en muchos años

Un curioso billete de 40 francos –una denominación rara–, emitido en el 40.°

Un curioso billete de 40 francos –una denominación rara–, emitido en el 40.°

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

¿Cuál es la tendencia actual?
Otra faceta es el material del que están hechos billetes y monedas. Siempre fueron las monedas metálicas y los billetes de papel. En los últimos años se han comenzado a coleccionar billetes de plástico. En Colombia todavía no existen. Son muy bonitos. Como son nuevos, hoy, los bancos y las empresas que emiten billetes en todo el mundo se esmeran mucho por hacer cosas bonitas. Aunque solo salieron hace 30 años, es uno de los temas modernos más difundidos y ya es bastante amplio también. Diría que hay entre 50 y 100 países que emiten billetes de plástico. Algunos como Australia y la zona de Oceanía y las Islas Salomón. Y otros como México, Brasil, Uruguay, Nicaragua, Canadá... En Europa, Inglaterra, Rumania. En Asia, los de Singapur y Brunéi. Cada vez va creciendo más.
Este es el primer billete plástico de Australia, de 1988. Es el referente porque fue el primero que se conoció. Ya es escaso y ya puede valer 50 dólares, es un billete de 10 dólares australianos.
Cada día se expanden más, ¿terminarán desplazando a los de papel? ¿Por qué?
Porque son más fáciles de manipular, más limpios... Claro, también se dañan, pero son más difíciles de falsificar. La mayoría tiene lo que llamamos una ventana, un área transparente. Esa ventana no la han podido falsificar.

Hay colecciones que uno puede hacer con poco dinero, otras con más y otras con mucho más

En esta muestra que usted ha seleccionado para enseñarnos se ve una evolución desde diseños muy simples hasta unos muy elaborados.
Eso seguramente va con las épocas. El muestrario que tengo acá es básicamente de Colombia, una muestra representativa de varias épocas. Es lo que la gente más busca y para nosotros es más bonito. Aquí ya estamos hablando de billetes costosos. Un billete costoso puede ser de un millón de pesos para arriba. Pero hay muchos que no valen tanto. La gente viene y se asusta y dice: si valen eso, yo nunca voy a poder. No, la idea es que haya para todas las capacidades económicas, y en Colombia las hay, afortunadamente. Tenemos un rango muy amplio, y se puede hacer por periodos, y por billetes normales. Por ejemplo, ahora se está formando –el Banco de la República los sacó– lo que se llama la nueva familia de billetes. Toda la familia, y son totalmente nuevos. Hoy, la gente no ve, a menos que uno se lo diga, o a menos que ya sean numismáticos, que eso va a ser un tema diferente del anterior. Y aquí aparece otro subtema, que son los billetes producidos desde que existe el Banco de la República.
Uno australiano de plástico.

Uno australiano de plástico.

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

¿La evolución de los billetes en Colombia cómo ha sido?
El primer billete conocido durante mucho tiempo, que se emitió en Colombia, fue un real, de 1813, en Cartagena, emitido por la Junta de los Estados Independientes. Después se descubrió un billete de dos reales anterior, de 1812. De ahí pasamos a los billetes que ya son los más antiguos: el Banco Nacional de los Estados Unidos de Colombia. Tengo tres, de uno, cinco y diez pesos, aunque hay la serie completa. Si los detallamos, dice ‘Muestra’. ¿Eso qué significa? Que es una muestra, un espécimen, que son los billetes que se hacen para mostrarlos. Billetes que no circularon nunca. Si se encuentran circulados, son carísimos y están en muy mal estado de conservación.
Acaba de salir en Estados Unidos el libro El Dorado Collection, en el que se recoge el tesoro de algún coleccionista colombiano que murió. Es una colección única: no se había visto en 30 o 40 años que hubiera tanto material tan bueno y que nos sirvió mucho de referencia sobre el precio de nuestros billetes. Cuando empecé, hace 30 años, existían algunos catálogos, pero no se sabía lo que valían realmente.
¿Vale más un billete usado o uno totalmente nuevo?
En principio, sí. Estos billetes de muestra son muy limitados en su tiraje. Así que la gente prefiere un espécimen nuevo a un billete usado que esté en muy mal estado.
FRANCISCO CELIS ALBÁN
Editor EL TIEMPO
Andrea Morante
icono el tiempo

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