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Gastronomía

Para empezar el día / El Caldero

Me gustan mucho los calentados. Los buenos calentados. No se trata de una materia difícil.

Me gustan mucho los calentados. Los buenos calentados. No se trata de una materia difícil: en las casas de familia de hace algunas décadas, sobre todo en las familias numerosas, se hacían por oficio, porque por lo general siempre sobraba algo de arroz, algo de papa, algo de carne o de pollo, algo de fríjol o de lenteja.
No se trata de una materia difícil, decía, pero se requiere de cierta habilidad para combinar ingredientes ya preparados, para saber aderezarlos, para evitar que se resequen y para encontrar el punto ideal.
También me gusta la quinoa: creo haberlo dicho antes. Y lamento que prácticamente se hubiera extinguido de nuestro territorio después de haber formado parte esencial de la dieta de los antiguos pobladores de estas tierras.
Pero, como suele pasar, las costumbres de los conquistadores se impusieron, y algunos productos locales –la quinoa entre ellos– desaparecieron de la mesa.
Me alegra que haya vuelto a aparecer y que lo esté haciendo con tanta fuerza: ojalá la enorme demanda promueva mayor oferta y mejores precios.
Hablaba de calentados y de quinoa porque hace poco encontré en la carta de desayunos de un restaurante un calentado de quinoa.
Y mientras llegaba a la mesa, pensé en cómo era posible que no se me hubiera ocurrido. Y celebré que alguien más hubiera tenido esta buena idea.
El restaurante del que hablo se llama Canasto, que construyó una rápida fama en los alrededores del parque El Virrey, en una de cuyas esquinas se encuentra.
Como era de esperarse, el calentado de quinoa resultó muy bien. Lo coronaba un huevo frito que hubiera deseado con la yema más cremosa –me parece condición fundamental para este plato–, pero, aun así, merece muy buena calificación. Lo pedí en la opción vegetariana, pero también lo ofrecen con pollo o roast beef.
Junto a este calentado recomendable, la amplia carta de desayunos de Canasto ofrece algunos platos que vale la pena tener en cuenta, como los huevos con queso manchego y salsa de pimentones ahumados, los huevos con espárragos y jamón serrano, el bowl de mango y piña –con avena, quinoa, linaza, chía, ajonjolí y miel de jengibre– ojalá con yogur de coco.
Sin duda, Canasto es una buena opción para empezar el día.

¿Dónde y cuándo?

Canasto, calle 88 n.° 13A-51, Bogotá. Teléfono: 3001184.
SANCHO
Crítico gastronómico
elcalderodesancho@yahoo.com.co
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