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Cine y Tv

Críticamente / La Cenicienta

Película Madame, con la española Rossy de Palma

Película Madame, con la española Rossy de Palma

Foto:Cine Colombia

El crítico de cine Mauricio Reina emite su dura opinión sobre la comedia 'Madame'.

Sofía Gómez
Desde el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo. En la primera escena de Madame aparecen los elementos que terminarán sumiendo la película en la mediocridad: Harvey Keitel, con unas gafas y una pañoleta ridículas, monta en bicicleta mientras se queja con una frase tan rebuscada que ni él mismo se la cree: “¿Quién diseñó estas bicicletas? ¿Hitler?”. Personajes caricaturescos, parlamentos inverosímiles, apuntes sin gracia y situaciones anodinas: un lastre demasiado grande para una cinta que nunca agarra vuelo.
Una pareja de estrato 18 (Toni Collette y Harvey Keitel) lleva una vida opulenta en París, mientras ve cómo se erosionan sus finanzas. Un día deciden organizar una comida con unos amigos influyentes, pero cuando ponen la mesa se dan cuenta de que hay 13 comensales. Por aquello de los agüeros, la patrona le dice a su empleada doméstica que se haga pasar por invitada, tratando de pasar inadvertida.
Pero la sugerencia es vana, y la mujer termina cautivando a un exitoso financista durante la cena, dando pie a un improbable romance que despierta los celos de la dueña de casa. Convengamos en que una historia como esta podría ser la base de un millón de telenovelas, pero en este caso el problema no es el exceso de melodrama, sino la ausencia de emoción.
Lo inverosímil de la trama se ve reforzado por el nulo desarrollo de los personajes, lo cual hace que terminen repitiendo como autómatas unos diálogos vacuos que no oye uno ni en Los ricos también lloran. A ello se suma una musiquita melosa y omnipresente, que trata de darle a la historia la cohesión que nunca logró darle el guion.
MAURICIO REINA
Crítico de cine
En Twitter: @ReinaMauricio
Sofía Gómez
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