¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Arte y Teatro

El pacto de mentiras de Sergio Blanco

En la obra actúan Gustavo Saffores, Walter Rey y Soledad Frugone.

En la obra actúan Gustavo Saffores, Walter Rey y Soledad Frugone.

Foto:Cortesía Sergio Blanco

El dramaturgo uruguayo estará en el Festival de Teatro de Cali con ‘El bramido de Düsseldorf’.

Yhonathan Loaiza
Una gran caja blanca, de un blanco brillante que duele en la mirada, recibe a los espectadores. Mientras que el público entra al escenario, los tres protagonistas de esta historia que está por contarse bailan al ritmo de populares canciones anglo. Y en sus ojos, si se los ve con atención, hay un brillo particular. Es una mirada pícara, casi una advertencia, de que aquí va a pasar algo fuera de lo común.
Así es el pequeño prólogo de la obra El bramido de Düsseldorf, escrita y dirigida por el uruguayo Sergio Blanco, que se presentará en el Festival Internacional de Teatro de Cali.
Es un nuevo capítulo de ese llamado género teatral de la autoficción, que el dramaturgo uruguayo ha venido profundizando en varias de sus obras.
Así sucedió, por ejemplo, con Tebas Land, una obra que se ha montado en España e Inglaterra, donde fue elegida como la mejor producción en los premios Off West End. En ese montaje, el personaje central, encarnado por Gustavo Saffores, se presenta como un dramaturgo interesado en escribir una obra sobre un joven que mató a su padre clavándole varias veces un tenedor en la cara.
En El bramido de Düsseldorf, Saffores aparece encarnando al personaje de Sergio Blanco, quien en esta ocasión les contará a los espectadores el viaje que realizó con su padre a esa ciudad alemana, en donde esté último agonizó durante varios días en una clínica y murió. Según Blanco, la autoficción consiste en el cruce de relatos verídicos y relatos ficticios. Es, de alguna manera, el lado oculto de la biografía, ya que mientras el género literario realiza un pacto de verdad con el lector, la autoficción plantea un pacto de mentira.
“Es un género que me interesa porque toca el tema central del arte, que es el vínculo complejo entre lo verdadero y lo falso, y por otro lado es trabajar a partir de uno para llegar al otro, para alcanzar a otro. La autoficción no es centrarse en la pequeña historia de uno, sino partir de uno para tocar temas que nos conecten con los demás; utilizo una imagen de partir de la lágrima para llegar al diluvio”, explica Blanco.
En el escenario, el Sergio Blanco personaje le cuenta al público que tenía varios motivos para ir a Düsseldorf: oficialmente lo invitaron a realizar los textos para una exposición sobre el asesino serial Peter Kürten. Extraoficialmente, también va a cerrar un trato para escribir guiones para películas pornográficas, y además está pensando en hacerse una circuncisión para convertirse al judaísmo.
A Saffores lo acompañan el actor Walter Rey, quien encarna al padre de Blanco, y la actriz Soledad Frugone, quien interpreta a varios personajes femeninos, como una enfermera, la directora de la productora pornográfica y la madre de un joven que se suicidó tras ver una obra anterior de Blanco, La ira de narciso.
Y ante esa catarata de relatos que inundan la escena, nace la duda de qué es verdad y qué es mentira. Blanco prefiere no destapar sus cartas y sabe que hay un momento en el que queda claro que lo importante es el juego teatral. “Hay un pacto en el que sé que voy a mentirle al espectador y sé que el espectador quiere que le mientan. Borges siempre decía que el teatro es un lugar donde un conjunto de personas juegan a ser otro ante un conjunto de personas que también juegan a tomarlo por ese otro. Es decir que todos jugamos en el teatro”, asegura.
Esa concepción escénica requiere de mecanismos actorales muy precisos. No es una actuación tradicional, sino que toma elementos de la narración oral, los actores tienen un diálogo permanente con el público y a cada tanto le recuerdan que le están contando una historia.
YHONATAN LOAIZA GRISALES
EL TIEMPO 
Yhonathan Loaiza
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO