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Arte y Teatro

Germán Espinosa, desde el pincel de su hijo artista

Obra de Adrián Espinosa, inspirada en 'La tejedora de coronas'.

Obra de Adrián Espinosa, inspirada en 'La tejedora de coronas'.

Foto:Cortesía Adrián Espinosa

Adrián Espinosa inauguró una exposición en Cartagena inspirada en ‘La tejedora de coronas’.

Al lado de novelas icónicas como 'Cien años de soledad' o 'La vorágine', 'La tejedora de coronas', del cartagenero Germán Espinosa (1938-2017), es considerada como una de las obras más importantes en la historia de la literatura colombiana. No en vano la Unesco la declaró Obra Patrimonio de la Humanidad, en 1992.
Para celebrar el legado del autor, al cumplirse su natalicio número 80 y los 10 años de su partida, su hijo, el artista plástico Adrián Espinosa, acaba de inaugurar una muestra inspirada en la obra cumbre de su padre. Se trata de cuadros de gran formato que el artista exhibe en el auditorio de la Universidad Los Libertadores de Cartagena.
Adrián recuerda que su padre le contaba que la idea de 'La tejedora de coronas', su proyecto literario más ambicioso –que duró escribiendo por cerca de 13 años–, se le ocurrió el 20 de julio de 1969, cuando el hombre llegó a la Luna.
“Fue un momento tan emocionante, cuando Neil Armstrong puso el pie allá, que mi padre dijo: ‘el Caribe tiene que tener algo así. Me lo tengo que inventar’ ”, recuerda Adrián.
Germán Espinosa, escritor cartagenero.

Germán Espinosa, escritor cartagenero.

Foto:Felipe Caicedo/EL TIEMPO

De esta manera, comenzó a ‘tejerse’ la relación entre Genoveva Alcocer, la protagonista, con el joven astrónomo Federico Goltar, quien descubre un famoso planeta (que termina siendo Urano). La historia transcurre en la Cartagena de finales del siglo XVII, en plena toma de La Heroica y con el fantasma implacable de la Inquisición sobre los hechiceros, los científicos y todo lo que fuera en su contra.
Obra de Adrián Espinosa, artista plástico.

Obra de Adrián Espinosa, artista plástico.

Foto:Cortesía: Adrián Espinosa

A través de ocho obras, trabajadas al óleo sobre lienzo, el artista reinterpreta desde su óptica escenas y personajes memorables de La tejedora de coronas. El conjunto de la propuesta continúa el sello claroscuro del pincel de Adrián, con una paleta tonal homogénea.
“Yo evoco también esos colores azules, porque para mí el ambiente del libro es ese. Como de penumbra y nostálgico, más allá de lo misterioso”, explica.
Dos de las obras, en formato más grande que el resto, recrean la toma de Cartagena por el barón de Pointis, en abril de 1697. En la otra, se aprecian las manos de Germán Espinosa, en blanco y negro, escribiendo sobre la máquina en la que dio vida a su famosa novela, publicada en 1982.
Genoveva presa en el Palacio de la Inquisición de Cartagena.

Genoveva presa en el Palacio de la Inquisición de Cartagena.

Foto:Cortesía: Adrián Espinosa

A estas obras se une otra donde se ve a Genoveva presa en el Palacio de la Inquisición, iluminada por un rayo de luz que ingresa por el costado de la celda, en espera de su ejecución. “Muy seguramente es ella recordando, de forma caótica, todos los episodios de su vida”, explica el artista.
Por su parte, en El emprendimiento se aprecia el viaje de la protagonista cuando parte hacia Europa y se inicia en la logia masónica.
Una vez en París, Adrián da vida con su pincel a una noche de luna llena húmeda, en la que se aprecia a Genoveva caminando por las cercanías de Notre Dame, pintura que dialoga con otro momento de la protagonista desnuda frente a un espejo.
Genoveva Alcocer, en Notre Dame.

Genoveva Alcocer, en Notre Dame.

Foto:Cortesía: Adrián Espinosa

“En esta obra también es clave aclarar que yo tomo una especie de apunte del ‘Juicio final’, de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Y ahí es donde represento el temor que ella tiene de irse desnuda a la bañera. En aquellos tiempos, estamos hablando de comienzos del siglo XVIII, la cuestión pudorosa de la humanidad era también alimentada con ese temor religioso”, dice Espinosa.
Con esta obra, el artista rememora esa escena de la novela cuando Genoveva es sometida a innumerables violaciones y vejaciones, que padeció durante la toma de Cartagena.
Genoveva ante el espejo.

Genoveva ante el espejo.

Foto:Cortesía: Adrián Espinosa

“Las obras no llevan una secuencia cronológica, porque la novela es así, con saltos en el tiempo”, aclara el artista.
Finalmente, se aprecia la famosa visita de Genoveva al astrónomo Goltar y una de las conversaciones de la protagonista en París con François-Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire.
Genoveva visita a Goltar.

Genoveva visita a Goltar.

Foto:Cortesía: Adrián Espinosa

Entre los homenajes que se rinden a la memoria de Germán Espinoa, Adrián cuenta que la Biblioteca Nacional prepara una nueva edición conmemorativa de 'La tejedora de coronas', que se convierte en una oportunidad para releerla o redescubrirla.
Adrián Espinosa con el retrato que le hizo a sus padres.

Adrián Espinosa con el retrato que le hizo a sus padres.

Foto:Claudia Rubio/EL TIEMPO

CARLOS RESTREPO
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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