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Colombia

La triste historia de la bolera de Pereira

La bolera está cerrada hace cerca de un año.

La bolera está cerrada hace cerca de un año.

Foto:Alexis Múnera

El lugar fue cerrado hace cerca de un año y la liga de bolos teme que deje de ser su sede.

Fernando Umaña
En la bolera de Pereira se han hecho, deportivamente hablando, algunos de los mejores bolicheros de Colombia. De ella han salido listos para disputar torneos en representación del departamento y del país, como parte de seleccionados nacionales y han regresado con medallas.
Sin embargo, desde hace un año la bolera tiene sus puertas cerradas y es posible que no las vuelvan a abrir porque la edificación le daría paso a una de las cuatro estaciones de un proyectado cable aéreo. Si esto sucede, a los directivos y deportistas de la Liga Risaraldense de Bolos les tocaría buscar definitivamente una nueva sede.
Ese es el temor que tiene Pablo Velasco Franco, uno de los bolicheros más destacados de Risaralda en los últimos años.
“Para sorpresa de todos escuchamos en la radio un día que en la bolera van a hacer una estación del cable aéreo. El alcalde y el secretario de Recreación y Deportes no se han pronunciado al respecto”, afirmó Velasco, quien aclaró que con Freddy López, actual secretario de Recreación y Deportes, ha habido una buena relación y que el problema es el olvido histórico en que ha estado la liga y sus deportistas.
La concejal de Pereira, Carolina Giraldo, señaló que una opción para que la bolera no desaparezca es que se establezca que la estación del cable aéreo tenga “espacios complementarios” y bajo esta figura se puedan conservar la bolera y sus 12 pistas.
A pesar del temor de los bolicheros risaraldenses de que se acabe la bolera, el gerente del macroproyecto del cable aéreo, Juan Guillermo Ángel, le dijo a EL TIEMPO que la obra de infraestructura aún no tiene diseños definitivos porque la licitación que se adjudicará a comienzos de octubre próximo será para el “diseño, construcción y puesta en marcha” del cable aéreo. Por ahora solo se sabe que tendrá 3,4 kilómetros de longitud, 60 cabinas para entre ocho y diez pasajeros sentados, cuatro estaciones y 21 pilonas.
Los bolicheros solo esperan que la tradicional bolera siga siendo su sede.
Fernando Umaña
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