Está ubicado en  el municipio de Don Matías, a 57 kilómetros del casco urbano de Medellín, recibe 3.100 de toneladas diarias, provenientes de 37 municipios de Antioquia.

El desafío para manejar las basuras en cuatro capitales de Colombia

Periodistas de EL TIEMPO visitaron los rellenos sanitarios de Bogotá, Cali, Antioquia, Bucaramanga y Barranquilla y, a excepción de este último, que hoy no solo tiene buenas prácticas sino que es modelo internacional de manipulación de basuras y manejo ambiental, los demás enfrentan problemas comunes: lidiar con el impacto ambiental y con los líquidos contaminantes de las basuras (lixiviados) que afectan la salud, y con el creciente aumento de residuos, que genera un historial de emergencias también por falta de reciclaje de material aprovechable.

El enterramiento hace crisis desde hace varias décadas y muchos botaderos han enfrentado derrumbes, protestas ciudadanas y acciones judiciales por olores, vectores, gallinazos y la contaminación de aguas por lixiviados no tratados.

Bogotá ha enfrentado en los últimos cuatro años el debate de la vida útil de su relleno, que por ahora va hasta el 2024, según la licencia ambiental vigente, trabaja actualmente en el proceso para ampliar la vida útil de Doña Juana en 37 años.

En Antioquia está caliente el debate porque la vida útil del relleno La Pradera termina en 2022 y de él depende la disposición diaria de 3.100 toneladas de residuos de 37 municipios. Mientras, los camiones riegan lixiviados en sus recorridos agravan el problema.

Bucaramanga enfrenta el ultimátum judicial del cierre del botadero El Carrasco, que con el tiempo quedó en medio de urbanizaciones. En el Valle preocupa eñ relleno Regional Colomba - El Guabal por la reducción de su vida útil, pues a este lugar llega un 60 % de basura reciclable.

En suma, el modelo hizo crisis, pero los cambios de tecnología no se ven venir.
Los Pocitos, relleno sanitario de Barranquilla
Reproducir Video