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En Villavicencio será el turno de las víctimas

El encuentro se realizará en el parque Las Malocas, en Villavicencio. Se espera que se lleve a cabo un acto de perdón.

El encuentro se realizará en el parque Las Malocas, en Villavicencio. Se espera que se lleve a cabo un acto de perdón.

Foto:Leonardo Muñoz / EFE

El Papa pronunciará una oración de 45 minutos por la paz y el perdón en el parque Las Malocas.

Juan Carlos Rojas
Fueron un poco más de 10 horas por tierra. Rubiela Benítez llegó a Villavicencio con un solo propósito: ser parte de las cerca de 6.000 víctimas que estarán con el Papa en el Gran Encuentro por la Reconciliación.
El evento se realizará este viernes a las 3:45 p. m. en el parque Las Malocas, donde Francisco pronunciará una oración de 45 minutos por la paz y el perdón entre los actores de la guerra.
“Primero, darle las gracias –comenta Rubiela–; las víctimas del conflicto estamos muy contentas de que nos haya tenido en cuenta. Es necesario que la gente sepa que el conflicto dejó muchas víctimas, todos hemos sufrido este flagelo y vemos su visita como algo necesario”.
Rubiela fue víctima de las Auc, las Farc y el Eln; desde los 15 años la ha perseguido el terror de tener que huir, esconderse, estar en las calles con un bebé en sus brazos sin saber hacia dónde ir.
En el 2001, cuando vivía con su compañero sentimental en la vereda Cañonegro, en Arauca, los paramilitares les dieron una advertencia a todos los habitantes de la zona para que se fueran del lugar, pues se rumoraba que entre ellos había informantes de la guerrilla.
“Usted no sabe lo difícil que es llegar a una ciudad sin nada –señala Rubiela–, tener que ver para dónde vamos, con el miedo de que nos hagan daño”.
Su esposo, Carlos Sánchez, fue asesinado en el 2005; esta vez, la amenaza fueron los guerrilleros de las Farc, que los acusaron de ser informantes de los paramilitares.
Pese a las amenazas, esta mujer, de 33 años, se dedicó a trabajar por las viudas que ha dejado el conflicto, y así nació Asomuvida, colectivo que reúne a las mujeres que han perdido a sus esposos por causa del conflicto armado.
“Tenemos que estar unidos –dice esta araucana–, es importante que no se desvíe el proceso hacia lo político, que se cuente con las víctimas; por eso espero que la visita del Papa fortalezca esa presencia de las víctimas en todo esto, pues somos nosotros los que necesitamos la reparación y la verdad”.
En su viaje no lleva mucho equipaje, pero sí el clamor de las 1.200 mujeres que pertenecen a su asociación, las que durante más de 30 años han tenido que padecer la muerte de hijos, hermanos y esposos.
La Unidad Para la Atención de Víctimas se encargará de movilizar a algunas de las personas que participarán en este evento, en el cual se espera que quienes han sufrido la guerra en carne propia tengan la oportunidad de hacer una oración con Francisco.
Otro de los elementos que formarán parte del encuentro es el Cristo de Bojayá, el símbolo de la tragedia ocurrida en mayo del 2002 en esa población chocoana, donde más de 70 personas murieron cuando se refugiaban en la iglesia del municipio y un cilindro cayó sobre el recinto.
“El Cristo será bendecido por el Papa en la ceremonia. Nos llena de orgullo y a la vez de fortaleza saber que hicimos parte de esto”, comentó la hermana Auria Saavedra.
El Cristo llegó a Bogotá el miércoles; desde allí, varias víctimas salieron en una gran caravana para Villavicencio, donde esperan con ansias el gran encuentro con el sumo pontífice.

Somos nosotros los que necesitamos la reparación y la verdad

Mujeres quieren un lugar

Irma Tulia Escobar siente un orgullo inmenso al poder estar en este encuentro; sobreviviente del paramilitarismo en el Valle del Cauca, sostiene que sería un honor para las mujeres poder pedirle al Papa que hable para que las mujeres no se queden sin espacio en el proceso de paz.
“Como mujeres –dice Irma–, es muy importante para nosotras que no se nos deje de reconocer en todo este camino hacia la paz”.
La Fundación Luz de Esperanza del Futuro, que ella preside, trabaja en el centro del Valle con el fin de velar por las víctimas del conflicto armado en esa región.
Diana*, otra mujer que estará en el encuentro, asegura que espera poder hablar con el Papa para pedirle que rece por el país, al que tanto le ha costado reparar las heridas que dejó el conflicto armado.
“Ojalá el Papa nos escuche –afirma Diana–, queremos que haga algo para que el país no siga tan dividido como está”.
* Nombre cambiado por seguridad
NACIÓN
Juan Carlos Rojas
icono el tiempo

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