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Vías terciarias y aeropuertos rurales, claves para consolidar la paz

Carretera rural que va del municipio de San Miguel al de Santana, en el departamento Putumayo.

Carretera rural que va del municipio de San Miguel al de Santana, en el departamento Putumayo.

Foto:Mintransporte

Durante el gobierno de Juan Manuel Santos, con 15 billones de pesos se conectaron 12 departamentos .

El viaje por tierra entre Granada (Meta) y San José del Guaviare, de 200 kilómetros, tardaba en promedio 13 horas, porque la carretera, en algunos tramos, parecía más bien una trocha. Luego de la intervención de 44 kilómetros, en el último tramo –corredor de Las Palmeras–, este trayecto se redujo unas 10 horas.
Hoy, según información de Invías, los ciudadanos que transitan por esta carretera de la Colombia del posconflicto tardan en promedio 2 horas y media. Y en el tramo de Las Palmeras, que entregó el Gobierno Nacional hace poco más de un mes, la velocidad promedio pasó de 15 kilómetros por hora a 80.
Gracias a la transición al posconflicto no solo se pavimentaron estos 44 kilómetros, además, en el mismo segmento vial, se construyeron dos puentes.
Así se logró dejar permanentemente conectados la puerta al Llano y la entrada a la zona selvática colombiana, en donde los grandes favorecidos con la nueva infraestructura vial han sido los aproximadamente 112.000 habitantes del Guaviare, quienes pueden comercializar más fácilmente sus productos agrícolas, pecuarios y forestales con el resto del país.
Pero, esta vía entre Meta y Guaviare no es la única que les ha comenzado a cambiar la cara y dinámica comercial a los departamentos del oriente, antes protagonistas del conflicto armado que tardó 50 años en solucionarse.
En total son 12 los departamentos que agrupó el Gobierno Nacional, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, para hacer entrega de los avances que deja su mandato en materia de infraestructura en la región oriental, pero también para socializar con las comunidades y autoridades locales qué recibió hace siete años, qué falta y los retos que se avecinan; Caquetá, Meta, Guaviare, Vichada, Amazonas, Putumayo, Casanare, Norte de Santander, Santander, Guainía, Arauca y Vaupés, con una inversión de 15 billones de pesos, empezaron a conectar sus municipios más remotos con varias capitales.
“Uno de los objetivos claves del Plan Maestro de Transporte Intermodal que construimos durante el actual gobierno es impulsar el comercio regional, conectar poblaciones e integrar el territorio, acercando a ciudadanos, regiones y productos con los centros de servicios”, expresó el Ministerio de Transporte.
Hoy, 13 de junio, este ministerio –junto con sus siete dependencias– estará en Florencia (Caquetá) en el cierre de la gira por las regiones que realizaron por todo el país, desde marzo. La región oriental, la quinta y última que visitará el gobierno Santos, es significativa por la importancia que tiene para el posconflicto, según explicó el Ministerio de Transporte.
“El oriente colombiano es el punto de encuentro con Suramérica, un territorio clave para el comercio internacional. La región es importante porque constituye nuestras fronteras con Venezuela, Perú, Brasil y Ecuador; sin embargo, los grandes esfuerzos de infraestructura históricamente han estado centrados en la Colombia urbana para fortalecer el comercio internacional, ahora estamos dejando articulada a la otra Colombia, la rural”, concluyó Mintransporte.
En los 12 departamentos de la región, el Gobierno deja 600 kilómetros de placa huella (pavimentación en piedra y cemento usada en zonas rurales); 400 kilómetros de vías pavimentadas; 1.739 kilómetros mejorados y rehabilitados; 98 kilómetros de segundas calzadas; 87 puentes terminados y un total son 8.300 kilómetros de vías terciarias intervenidas, que son el equivalente a la distancia que hay entre México y Chile.
Dicha infraestructura beneficia a cerca de 8’400.000 colombianos que antes se encontraban aislados del resto del país.
Uno de los casos más significativos es el de las comunidades que dependen del corredor Florencia-La Fragüita (Caquetá), quienes pasaron de movilizarse en un tiempo estimado de 6 horas a 2 horas en medio de la selva, debido a la pavimentación de 87 kilómetros del tramo vial.
En esta misma vía intervinieron 1,1 kilómetros en el paso nacional del municipio de Belén de los Andaquíes; todo con una inversión de más de 300.000 millones de pesos.
Allí, los pobladores dependen económicamente de la ganadería y la agricultura; se destaca la producción de caña panelera, plátano, caucho, arazá, yuca y maíz, productos que ahora son más fáciles de vender fuera de la región.
En el corredor del Sur del proyecto Miguel-Santana, de gran importancia para el Putumayo, se pavimentaron 101 kilómetros. Esta vía tendrá conexión con las autopistas de cuarta generación (4G) Santana-Mocoa-Neiva y Neiva-Girardot.
Para incentivar el crecimiento de Colombia, a través de las regiones, el Gobierno les apostó a los intercambiadores viales en las capitales del oriente del país, los cuales agilizan la movilidad entre los municipios.
Por ejemplo, en área metropolitana de Bucaramanga (Santander) se pusieron en servicio los intercambiadores de Mutis, San Francisco y El Bosque. En total se invirtieron cerca de 62.000 millones de pesos entre los tres proyectos.
Además, estos ayudaron a descongestionar la capital santandereana y hacen parte de la troncal Norte-Sur, que aspira a unir la zona oriental de la ciudad con el sur.
En Cúcuta (Norte de Santander) se puso en marcha el intercambiador Atalaya, que tuvo una inversión cercana a los 40.000 millones de pesos; también se adelantan los trabajos del intercambiador Benito Hernández, para mejorar la comunicación vial en el área metropolitana del nororiente del país.
Por primera vez en Colombia, las vías terciarias se están construyendo con estudios y diseños previos; de acuerdo con el Ministerio de Transporte, esto se hace con el fin de entregarle al próximo gobierno un programa completo para el desarrollo de estas vías.
En abril de este año, en Putumayo, se presentó el primer balance de estabilización de uno de estos planes piloto; en ese departamento del suroeste colombiano se intervinieron 10 kilómetros en los que nueve empresas aplicaron diferentes tecnologías, cada una en un tramo de un kilómetro, para ver cuál de todas es la más efectiva.
“Al finalizar este gobierno estamos dejando un sector en marcha y con una política definida para su ejecución en los años que vienen. Se han hecho inversiones sin precedentes en la historia de Colombia en infraestructura”, enfatizó Germán Cardona, ministro de Transporte.

Conectividad, el reto de la paz

Las vías terciarias cumplen la función de conectar poblaciones alejadas en cada una de las regiones del país y se constituyen como un reto para el posconflicto. Por ejemplo, Putumayo cuenta con 1.700 kilómetros de estas vías; allí se ha desarrollado un plan piloto de intervención donde, según el secretario de Infraestructura del departamento, Alexander Vela, se espera que empiecen a desarrollarse nuevas economías, que sean el motor de las pequeñas industrias y que se solventen los problemas de las zonas más apartadas”.
El gobierno de Juan Manuel Santos ha invertido, aproximadamente, 15 billones de pesos en obras con este fin en la región oriental –en total, el presupuesto para el desarrollo de la infraestructura del país fue de 90 billones– que han resultado en la construcción de 8.300 kilómetros de vías rurales intervenidas, el equivalente a la distancia entre México y Chile.
A estas obras se le suman más de 600 kilómetros de placa huella, que sirven para el paso de vehículos ligeros y de peso medio; 400 kilómetros de vías pavimentadas; 1.739 kilómetros de tramos mejorados y rehabilitados; 98 kilómetros de segundas calzadas y 87 puentes terminados.

Aeropuertos en el oriente

Dentro del plan de modernización de aeropuertos en Colombia, en cabeza del Gobierno Nacional, de los 590 aeropuertos con los que cuenta el país actualmente, según la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil (Aerocivil), se han intervenido 91 de ellos. Esto ha impactado en el aumento en el número de pasajeros movilizados, la ampliación de las terminales aéreas, el mejoramiento de las torres de control y el incremento en la carga transportada.
Del total de los aeropuertos intervenidos, 29 se encuentran en la región oriental. La Aerocivil y el Gobierno Nacional han invertido 504.861 millones de pesos entre 2010 y 2017. Así, en estos ocho años, la región oriental incrementó el número de pasajeros a más del doble, al pasar de casi 7’280.000 en el 2010 a 16.742.000 en el 2017, “logrando un crecimiento de pasajeros, en esta zona, del 27,9 por ciento”, afirma la Aerocivil.
El aeropuerto Palonegro de Bucaramanga, considerado como el séptimo aeropuerto de mayor tráfico en el país y catalogado como el más importante del oriente colombiano, aumentó su capacidad en un 25 por ciento al ampliar su terminal 3.377 metros cuadrados y habilitar tres niveles. “Este aeropuerto hoy tiene un promedio de 57 operaciones al día, que movilizan más de 4.300 pasajeros. Se estima que durante el último año movilizó 2.900 toneladas”, subrayó el Ministerio de Transporte.
Otro de los aeropuertos incluidos dentro del plan de modernización fue el Camilo Daza, de Cúcuta. Allí, la terminal se amplió en 3.945 metros cuadrados y el año pasado movilizó más de 900.000 pasajeros nacionales.
El aeropuerto Alfredo Vásquez Cobo, de Leticia, por su parte, triplicó el número de pasajeros, pues transportaba 77.693 en el 2010 y el año pasado alcanzó la cifra de 266.000 transportes.
“En la región oriental hemos llevado a cabo grandes proyectos aeroportuarios que han contribuido a la conectividad aérea, lo que se ha convertido en un activo y elemento fundamental para el desarrollo económico y social que impacta de igual forma el turismo de la región”, comentó Juan Carlos Salazar Gómez, director de Aeronáutica Civil.
Se estima que la industria de transporte aéreo generó 2,6 mil millones de pesos al PIB en el 2014, según la Aerocivil.

Así fue el plan piloto en Putumayo

Invías, la Gobernación del Putumayo, la Universidad de Antioquia, el Ministerio de Transporte y el Ejército Nacional firmaron un convenio el 30 de octubre del 2017 para desarrollar el primer plan piloto de vías terciarias en el país. El objetivo: escoger unos tramos para que fueran intervenidos con nuevas tecnologías y materiales alternativos. Finalmente se seleccionaron 10 kilómetros en Puerto Vega Teteyé y El Ramal, en la vereda Remolinos, donde las condiciones climáticas son extremas: por cada día que hace sol son cinco que llueve.
Las nueve empresas interventoras fueron Cemex, Dyanan, Evico, Loish Colombia, Hidroconsultoría R&O, Tetra System, Sumicol, Easy Asphalt y Cementos Argos.
De ahí en adelante, cuenta Alexánder Vela, secretario de Infraestructura del Putumayo, “vienen dos años de estudios por parte de la Universidad de Antioquia, que evaluará el comportamiento de cada una de esas tecnologías y los tipos de suelo donde podrán ser utilizadas”. Según Vela, en Bolivia, casi el 90 % de las vías terciarias se hacen con proyectos como estos, lo mismo que en Perú y otros países del mundo.

Datos curiosos

Puentes para la paz
Se entregaron 87 puentes terminados en la región oriente. Algunos de ellos son: Montecristo, de 140 metros, que comunica a los municipios de San Vicente y Puerto Rico con el resto del departamento; San Pedro, de 110 metros de longitud, que costó 7.500 millones de pesos. Guamuez, de 220 metros con una inversión de 12.921 millones de pesos; y Orteguaza, con una longitud de 200 metros y un costo de 11.400 millones de pesos.
Vías que impulsan el comercio
El proyecto de conectividad San Miguel-Santana, en el departamento de Putumayo, con 101 kilómetros pavimentados, garantiza la conectividad con las autopistas de cuarta generación (4G) de Santana-Mocoa-Neiva y Neiva-Girardot. Estos tramos hacen parte del corredor del Sur. Según el Mintransporte, la intervención de este tipo de vías incentivará el comercio agrícola, pecuario y forestal de la región.
De Atalaya al Atlántico
Hasta el momento se han entregado cuatro intercambiadores viales: tres en Santander y uno más en Norte de Santander. El intercambiador de Atalaya, en este último departamento, consta de 367 metros más dos rampas de acceso de 165 y 120 metros, que conecta a Cúcuta con la salida a la costa Atlántica, la región del Catatumbo y el occidente del Norte de Santander. La inversión fue de 40.000 millones de pesos.
Aerotaxis en el Oriente
Pensando en una mejor movilidad para los usuarios y en “cerrar las brechas que hacen que el servicio aéreo sea de exclusividad para solo unos pocos, la Aerocivil estudia la posibilidad de darles ciertas libertades a los aerotaxis para prestar servicios donde ninguna aerolínea esté llegando, teniendo en cuenta el pilar de la seguridad operacional”, afirmó Juan Carlos Salazar Gómez, director de la Aeronáutica Civil.
VANESSA PEREA BONILLA Y LAURA CAROLINA PAVA GARCÍA*
EL TIEMPO
Contenido editorial a cargo de la Unidad de Contenidos Especiales de EL TIEMPO. Con el apoyo del Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
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