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Medellín

Violencia contra la mujer, problema que persiste en Medellín

5.- Por otro lado, la violencia sexual se manifiesta con manoseos, acoso, relaciones sexuales u otro acto de tipo sexual en contra de la voluntad de la mujer.

5.- Por otro lado, la violencia sexual se manifiesta con manoseos, acoso, relaciones sexuales u otro acto de tipo sexual en contra de la voluntad de la mujer.

Foto:Hernando Herrera / El Tiempo

Asesinatos, agresiones sexuales y violencia intrafamiliar se siguen presentando contra ellas.

Una difícil situación siguen viviendo las mujeres en Antioquia por causa de las múltiples violencias a las cuales están expuestas en la cotidianidad. Preocupa el aumento en 40 casos de los homicidios, entre 2016 y 2017. Aunque el valle de Aburrá es la región con más reportes, hubo incremento de asesinatos de mujeres en el Suroeste, el Oriente, el Urabá y el Bajo Cauca.
Las cifras fueron extraídas de las bases de datos oficiales y consolidadas por las corporaciones Vamos Mujer, Mujeres que Crean y Combos, para elaborar el ‘XVI informe sobre la situación de derechos humanos de las mujeres en territorios de Medellín y Antioquia’, que fue presentado ayer.
En el caso de Medellín, hubo un incremento de homicidios a mujeres y feminicidios, pasando de 40 casos en 2016 a 62 en 2017. La gravedad del asunto, de acuerdo con el informe, radica en que en ambos años los principales victimarios fueron familiares o conocidos, así como parejas y exparejas sentimentales. Esto está ligado a que la mayoría de los casos ocurrieron en las viviendas y en vía pública.
En los años analizados por las investigadoras, la zona centro oriental (comunas 8 - Villa Hermosa, 9 - Buenos Aires y 10 - La Candelaria) fue la que arrojó más casos de asesinatos contra mujeres. Esta última, el centro de la ciudad, es la de mayores índices.
Esta realidad devela, según las investigadoras, que las mujeres no tienen garantías de seguridad en espacios públicos, pero tampoco en sus hogares. A esto se suma que la presencia de grupos armados incide en el aumento de las violencias contra el género femenino.
Para Sandra Rocío López, investigadora de la Corporación Educativa Combos, “la seguridad de las mujeres no ha sido un tema de impacto ni ha sido considerado un aspecto integrante de la seguridad pública”.

Otros tipos de violencia

Pero no se trata solo de homicidios. La violencia sexual también sigue aquejando a las mujeres. Según el informe, en Medellín se registraron 3.345 casos de agresiones de este tipo entre 2016 y 2017. La mayoría de casos corresponde a niñas y adolescentes entre los 6 y los 17 años. Asimismo, hubo gran número de denuncias por casos contra niñas de 0 a 5 años, pasando de 176 en 2016 a 296 en 2017.
Las investigadoras determinaron que las comunas con mayor número de denuncias de esta violencia en estos años fueron la 1 - Popular, la 3 - Manrique, la 8 - Villa Hermosa y la 10 - La Candelaria.
Las tres últimas coinciden con los lugares priorizados por la alcaldía de Medellín para desarrollar el proyecto ‘Territorios seguros para las mujeres y las niñas’, que busca conocer la percepción de las mujeres sobre acoso y violencia sexual en el espacio público. El piloto se realizó en Manrique con 9.314 personas.

La seguridad de las mujeres no ha sido un tema de impacto ni ha sido considerado un aspecto integrante de la seguridad pública

Así, el siguiente paso es hacer el diagnóstico, a partir de octubre, en Villa Hermosa, La Candelaria (Centro) y el corregimiento Altavista, por medio de 1.500 encuestas a mujeres entre 17 y 45 años, con las que se busca identificar cómo perciben la seguridad, así como los factores de riesgo, las prioridades y las alternativas de intervención.
La idea, dijo Valeria Molina, secretaria de las Mujeres, es “poner en la discusión pública el acoso y violencia sexual en el espacio público, que se traduce en asuntos que hemos naturalizado y debemos problematizar”. Se espera que en 2019 la administración municipal implemente las medidas correspondientes dependiendo de los resultados.
Entre tanto, la población femenina también sigue viviendo altos niveles de violencia intrafamiliar. El informe da cuenta de que en Medellín hubo 5.268 denuncias entre 2016 y 2017.
Al respecto, Patricia Luly, directora de la Corporación Vamos Mujer, dijo que mientras que las agresiones sexuales se concentran en las edades de los 0 a los 17 años, la violencia intrafamiliar afecta principalmente a las mujeres entre los 20 y los 40 años.
En la mayoría de los casos, son los esposos, compañeros permanentes, novios, exnovios y excónyuges los victimarios de estos hechos.
En todos los tipos de violencia sigue primando el obstáculo para activar las rutas de atención. Por un lado por el miedo, la vergüenza y la culpa que sienten las mujeres. Por otro lado, debido a que muchas veces los funcionarios demeritan la situación o insinúan que el hecho fue su culpa, añadió Luly.
Por su lado, López puntualizó que es necesario entender que “la seguridad de las mujeres es responsabilidad de todas las instituciones del Estado y de los hogares. Se debe invertir más en prevención”. Solo así, algún día las cosas cambiarán y no seguirán siendo presentadas cada año las mismas cifras de marcada violencia hacia las mujeres.

La clave es no naturalizar las violencias

Para las investigadoras que participaron en la elaboración del informe, la pedagogía con hombres y mujeres es clave para erradicar las violencias contra estas últimas. Una de las claves, indicaron, es desnaturalizar las agresiones y desmontar los privilegios que por años han tenido los hombres y que los hacen creer que pueden ejercer control y poder sobre el cuerpo de las mujeres.
Asimismo, dijo Patricia Luly, es necesario dejar de justificar las agresiones de los hombres hacia las mujeres, pues constantemente se califican como actos provocados, cometidos en medio de ira, dolor y celos. “Si hay uso de armas cortopunzantes o de fuego, como en la mayoría de los casos, se trata de acciones pensadas, en ese caso se debe hablar de responsabilidad de parte del agresor”, explicó la experta, quien añadió que la formación debe empezar por los hogares.
MEDELLÍN
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