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Medellín

Preocupación por tendencia a cerrar servicios materno infantiles

Secretaría de Salud de Medellín busca fortalecer los servicios materno infantiles en la red pública.

Secretaría de Salud de Medellín busca fortalecer los servicios materno infantiles en la red pública.

Foto:Jaiver Nieto / EL TIEMPO

La disminución de camas para atención a maternas y sus hijos se da año tras año.

La secretaría de Salud de Antioquia informó que en el transcurso de 2018 no se han hecho cierres de servicios materno infantiles en del departamento. Sin embargo, expertos coinciden en que la tendencia es que las instituciones de salud dejen de brindar esta atención, en tanto que es una de las menos rentables.
Según cifras del Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (Reps) del Ministerio de Salud, en Antioquia las camas de obstetricia pasaron de 1.049 en 2012 a 913 en abril de este año. Cada periodo baja la cantidad: en 2015 había 950; en 2016, 931 y en 2017, 920.
De hecho, especialistas en el área expresaron que la obstetricia no solo no deja utilidades, sino que les genera pérdidas a las clínicas y los hospitales. Según Marta Isabel Restrepo, directora ejecutiva del Sindicato Nacional de Ginecología y Obstetricia (Sogos), “ninguna de las instituciones quiere realmente atender a las pacientes obstétricas, es decir, a las embarazadas y eso hace que se cierren muchos de los servicios”.
La experta añadió que la atención materno infantil está concentrada en una reducida cantidad de clínicas y hospitales en Medellín, lo que genera un problema adicional: los tiempos de espera de las mujeres para ser atendidas son muy prolongados, con casos en los que deben esperar hasta ocho o nueve horas para un servicio como una valoración inicial. Esto aumenta los riesgos para su salud y la del bebé.
Varios expertos explicaron que todas las IPS que atienden los servicios de maternidad en Antioquia pierden dinero y tienen que subsidiar los servicios, debido a que las tarifas que se manejan en obstetricia son tan bajas que no permiten tener un margen de rentabilidad.
Luis Alberto Martínez, director de la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (Aesa), dijo que las tarifas que se pagan por los servicios materno infantiles no compensan los costos que implican ni tampoco dejan recursos para hacer otras inversiones, como cualificación del talento humano o renovación tecnológica.
Así las cosas, las IPS prefieren mantener servicios como los oncológicos, ayudas diagnósticas, ortopedia, cardiovasculares y renales, en vista de que son más rentables. Martínez también afirmó que las atenciones de los partos se están haciendo en su mayoría en las zonas urbanas, las ciudades capitales o municipios principales del área metropolitana, lugares en los que se concentra la mayor cantidad de especialistas.

Ninguna de las instituciones quiere realmente atender a las pacientes obstétricas, es decir, a las embarazadas y eso hace que se cierren muchos de los servicios

Las cifras así lo evidencian. De acuerdo con información de la secretaría de Salud de Antioquia, en 2016 (último año consolidado) se registraron 75.024 nacimientos, de los cuales 41.223 ocurrieron en el valle de Aburrá y 33.801, en las otras ocho subregiones del departamento.
Ese mismo año, según el Ministerio de Salud, había habilitadas 2.707 camas en todos los servicios materno infantiles en Antioquia. También ese mismo año, hubo 82.486 mujeres embarazadas, de las cuales 7.462 terminaron con la muerte del feto.

Tarifas no compensan atención

Restrepo añadió que aunque la maternidad y la seguridad en su atención forman parte de los indicadores de calidad de vida, los manuales tarifarios de servicios de salud en el país no permiten que este sea rentable, pese a que es la especialidad más demandada, en tanto que incluye el binomio madre - hijo.
El proceso tiene riesgos muy grandes, agregó la experta, que no son proporcionales a los costos médicos. Aun así, sigue siendo alta la cantidad de especialistas que se forman en este campo.
En Medellín, anotó Restrepo, hay tres universidades que brindan estos programas y cada año se gradúan en promedio 16 residentes de esta especialidad. “Para este año vamos a tener la Universidad Remington que también va a sacar seis especialistas, así que finalizando 2018 van a graduarse alrededor de 23 especialistas”, dijo la directora de Sogos.

Hemos hecho una gestión desde asociaciones de Antioquia ante la Comisión Séptima del Senado pero no tenemos mucha acogida

Esta especialidad atiende a las mujeres desde la gestación, con controles prenatales, seguimiento al embarazo, el parto y el seguimiento al bebé, dependiendo de las condiciones en las que nazca. Posteriormente, se mantienen los controles a los recién nacidos. En Pediatría, dijo Restrepo, también son muy bajas las tarifas, lo que hace que la especialidad no sea rentable.
“Hemos hecho una gestión desde asociaciones de Antioquia ante la Comisión Séptima del Senado pero no tenemos mucha acogida”, manifestó. Asimismo, dijo que a la problemática se suma que el éxodo masivo de ginecólogos venezolanos hacia Colombia está afectando a los profesionales del sector porque su mano de obra es alrededor de 20.000 pesos más barata, lo que lleva a que tengan preferencia para la contratación.

Fortalecer la red pública

Entre tanto, una de las apuestas de la alcaldía de Medellín es fortalecer estos servicios en la red pública. Dos de las unidades hospitalarias de Metrosalud que mejores sedes materno infantiles tiene son las de Manrique y Belén.
Cuando una materna llega con un parto expulsivo, que debe ser atendido de inmediato, se atiende en cualquiera de las unidades de Metrosalud, sin embargo, no todas tienen los servicios completos e integrales. Además de Manrique y Belén, una de las mayores dotaciones y con mayor cualificación es el Hospital General de Medellín, que el año pasado atendió 4.752 partos. 
HEIDI TAMAYO ORTIZ
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
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