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Medellín

Operación Orión: 15 años de impunidad

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Foto:Daniel Bustamante/ Archivo EL TIEMPO

Víctimas sienten que tras una década y media de la operación, no hay verdad, justicia ni reparación.

En la memoria de las madres de la comuna 13 de Medellín está viva la imagen de los muchachos que los ‘paras’ filaban para torturar, así como las noches de terror en las que dormían con sus hijos debajo de camas para esquivar balas que chocaban contra los techos, las ventanas y las puertas de sus casas.
Una de esas mujeres es Margarita Elena Restrepo, quien protegió a sus seis hijos durante las balaceras de los días de Orión, la operación militar urbana más grande de la historia del país, ocurrida entre el 16 y el 19 de octubre de 2002, para acabar con el último bastión de las guerrillas del país.
Sin embargo, una semana después de esa operación, el 25 de octubre, su hija Carol Vanesa, de 17 años, desapareció junto a dos adolescentes, Cristián y Jhon Jairo, de quienes tampoco hay rastro.
Van 15 años de impunidad, de dolor y de incertidumbre. La madre dice que el Estado les debe una disculpa por hacer esa operación, que aunque expulsó a las guerrillas, permitió que los paramilitares se consolidaran en la zona y que siguieran cometiendo vejámenes contra los pobladores.
Margarita y otras 99 mujeres que buscan a sus desaparecidos en la comuna 13, llevan 15 años de resistencia, de búsqueda incansable de sus seres queridos y de respuestas para saber qué suerte tuvieron.
Luz Elena Galeano, líder de Mujeres Caminando por la Verdad, explicó que hay poco compromiso de los desmovilizados del bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) para ayudar a esclarecer los hechos y a buscar a los muertos. “Tras 15 años de la operación Orión no hay verdad, justicia ni reparación, tampoco garantías de no repetición. Las víctimas luchamos para que no olviden a nuestros muertos”, resaltó.

Las víctimas luchamos para que no olviden a nuestros muertos

La líder dijo que hay una investigación abierta contra el general Mario Montoya, entonces comandante de la IV Brigada del Ejército y contra Leonardo Gallego Castrillón, comandante de la Policía Metropolitana de la época, quienes al parecer, concertaron la operación con el bloque Cacique Nutibara de las Auc.
El exjefe de ese bloque, Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, confesó ante Justicia y Paz que la operación fue conjunta con el Ejército y la Policía y que la comuna 13 era la única zona estratégica de Medellín donde el Cacique Nutibara no tenía dominio.
“No sabemos qué pasó con nuestros familiares y necesitamos que el Estado se haga responsable y que Álvaro Uribe Vélez, entonces presidente del país, responda por lo que pasó, por dejar que en esta operación murieran inocentes”, advirtió.
Luz Elena busca a su esposo Luis Javier Laverde, desde el 9 de diciembre del 2008 y cree que está enterrado en La Escombrera, porque testigos que le narraron que dos hombres encapuchados lo bajaron a las malas del bus Belencito Corazón (comuna 13) y lo subieron a una camioneta que tomó la dirección de la montaña de basura, donde los paramilitares arrojaban a sus muertos
Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Foto:Daniel Bustamante/ Archivo EL TIEMPO

Ella y otras 100 mujeres, madres, hermanas y esposas de desaparecidos, formaron un movimiento llamado Mujeres caminando por la Verdad, juntas recorren las calles de Medellín con las fotografías de sus desaparecidos para reclamarlos.
Muchos de ellos fueron vistos por última vez en el 2002, el año más difícil para la comuna 13. Hubo dos operaciones previas a Orión: Mariscal y Antorcha. De acuerdo con cifras de la Corporación Jurídica Libertad, ese año se registraron en la zona 450 detenciones ilegales, 75 muertos fuera de combate, casi 100 desaparecidos y más de 2.000 desplazados.
Los días más difícil fueron los de octubre, cuando mucha gente se desplazó y quedó en medio de la pelea entre ‘paras’, guerrilleros del Eln, las Farc y milicias urbanas.
El 16 de octubre de 2002, a la comuna 13 entraron más de 1.200 militares. Margarita recuerda que ráfagas de fusil caían desde helicópteros del Ejército y las guerrillas disparaban desde montañas. “Vivíamos en Nuevos Conquistadores, la zona de combate, entonces poníamos colchones en las ventanas y nos refugiábamos en la parte trasera de la casa”, describe.
En medio de los combates, los habitantes salieron a las calles a sacudir pañuelos y sábanas blancas para que pararan los disparos, pero “por el contrario, abrieron más fuego, tiraron tanquetas, escuchamos más gritos, hubo más heridos, más muertos y desaparecidos”, dice la madre.
Como pudo, ella sacó a sus hijos de esa batalla, y se desplazó para el vecino municipio de Itagüí. Sin embargo, su hija le pidió permiso para ir a la estación San Javier de la comuna 13 para encontrarse con sus dos amigos y nunca regresó.
Ella año tras año sale a marchar para exigir la verdad sobre su hija. Guarda la ilusión de que esté con viva, pero en el fondo sabe que el conflicto se la llevó.

Víctimas de balas pérdidas, la otra cara de Orión

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Foto:Daniel Bustamante/ Archivo EL TIEMPO

Gloria Amparo Urrego no se siente reparada tras 15 años de recibir un impacto de fusil en la espalda que la dejó parapléjica, mientras caminaba por las calles de la comuna 13.
Ella dice que la bala pérdida la tocó en la tarde del 26 de julio de 2002 en medio de un enfrentamiento entre las Farc y el Ejército, aunque la Fiscalía le sostenga que fue un proyectil del bloque Cacique Nutibara de las Auc. A estas alturas no conoce la verdad y la investigación se archivó.
En ese tiempo se vivían días muy violentos, previos a la Operación Orión, acción militar en la que perdió vecinos y amigos inocentes.
Gloria describió que tras la bala pérdida, “todo fue duro, doloroso, dejé de sentir mis piernas y creí que mi vida se acababa. Tuve que irme del barrio por lo que me pasó, me separé de mi familia, de mi esposo y mis dos niños chiquitos, pero luego decidí que tenía que levantarme otra vez y entonces busqué ayuda sicológica”, aseguró,
Gloria estuvo 10 días en coma, se quedó un tiempo sin poder mover sus brazos, pero hoy es un ejemplo, apoya a otras víctimas. “El médico me dijo que era un milagro, eso me destrozó el hígado, me perforó un pulmón, me dañó muchos órganos, Dios me dejó viva por algo”, contó.

Me separé de mi familia, de mi esposo y mis dos niños chiquitos, pero luego decidí que tenía que levantarme otra vez y entonces busqué ayuda sicológica.

Hoy lucha por los derechos humanos de las personas en situación de discapacidad y ayuda a las madres de la comuna 13, que buscan a sus desaparecidos, a reclamar justicia y reparación. Las acompaña a todas las conmemoraciones y jornadas que hacen en el año.
Sin embargo, ella no ha tenido justicia ni reparación. “Me dieron una ayuda humanitaria en el 2004 y en el 2011, cuando sancionaron la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, solicité que me incluyeran en el registro, pero la respuesta fue que ya había recibido ayuda”, afirmó.
A Miguel Alejandro Bustamante, de 18 años, un proyectil lo impactó en la cabeza, el 14 de octubre del 2002, dos días antes de la operación Orión, mientras se asomaba por la ventana de su casa, en el barrio Cristóbal (comuna 12), a tres kilómetros de la Comuna 13.
Desde su casa se escuchaban las balaceras y los helicópteros que sobrevolaban la 13.
La familia denunció que nadie les respondió por eso, aunque supieran que el proyectil era del Ejército, les dijeron que se trató de un accidente.

Piden no olvidar búsqueda en La Escombrera

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Las víctimas de la comuna 13 reclaman verdad sobre sus desaparecidos. Piden que se reactive la búsqueda de los desaparecidos en La Escombrera.

Foto:Daniel Bustamante/ Archivo EL TIEMPO

Las mujeres que llevan 15 años buscando la verdad sobre sus desaparecidos, le piden a la Fiscalía y a la Alcaldía que reanuden las excavaciones en La Escombrera, la montaña de basura de la comuna 13, donde los paramiliatres y los guerrilleros arrojaban a sus víctimas.
En esa montaña habría unos 95 desaparecidos, según testimonios de desmovilizados, pero estudios muestran que es muy complejo encontrarlos porque están bajo toneladas de escombros.
Luz Elena Galeano, quien cree que su esposo está enterrado allí, explicó que la Fiscalía dejó de buscar los restos hace dos años y que todavía no saben si las reanudarán. Hasta ahora, nadie les da respuesta.

Terminaron la primera fase en diciembre de ese año y el compromiso era continuar la búsqueda en enero del 2016, pero está frenada

En julio de 2015, la Fiscalía inició la exploración en un terreno de 3.700 metros cuadrados, pero luego de cinco meses de excavaciones no hallaron restos.
“Terminaron la primera fase en diciembre de ese año y el compromiso era continuar la búsqueda en enero del 2016, pero está frenada”, advirtió.
La segunda fase de la búsqueda trazaba 7.797 metros cuadrados, de donde tenían que sacar bloques de cemento, vidrios, latas, tejas y otros materiales de construcción que se acumularon allí por años. Sin embargo, para las víctimas la promesa de una exploración, era una esperanza de encontrar a sus desaparecidos.
Deicy Johana Pareja M.
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
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