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Medellín

Ocho conflictos de ‘combos’ elevaron cifra de homicidios en Medellín

Confrontaciones en Altavista y Belén dejaron 14 muertos, más de 500 deserciones escolares, 80 desplazamientos.

Confrontaciones en Altavista y Belén dejaron 14 muertos, más de 500 deserciones escolares, 80 desplazamientos.

Foto:Juan Augusto Cardona

El 2017 cerró con 577 asesinatos, de los cuales, 318 se atribuyen a grupos armados organizados.

Confrontaciones internas entre bandas criminales para quedarse con el poder y el botín de las rentas criminales; así como ajustes de cuentas por falta de lealtad y deudas entre los mismos delincuentes, fueron las principales causas de muertes violentas en Medellín el año pasado.
El 2017 cerró con 577 asesinatos, de los cuales, 318 fueron atribuidos a grupos armados organizados. Es decir, los combos aportaron el 55 por ciento de los homicidios. En el 2016 se registraron 544 muertes violentas y las bandas causaron 290.
El coronel Juan Carlos Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, afirmó que en Medellín se registraron ocho conflictos entre las bandas que elevaron la cifra de asesinatos, la mayoría se concentraron en la zona occidental de la ciudad.
El alto oficial explicó que las estructuras criminales tienen unas cabezas que orientan toda la actividad criminal y unas bases que recaudan el dinero de las extorsiones, el microtráfico y los hurtos. “Muchas veces, esas bases quieren independizarse de los cabecillas, no porque quieran irse sino porque buscan llevarse parte de esas economías ilegales, ahí empiezan las disputas”, agregó.
A eso se suman reorganizaciones internas por capturas de líderes criminales, quienes dejan espacios que quieren ocupar los segundos mandos y, cuando los antiguos cabecillas salen a las calles, hay nuevas disputas porque quieren recuperar el poder, como fue el caso de alias ‘Chatán’, jefe de la banda los ‘Chivos’, quien salió en libertad a mediados de 2017.
Esa guerra dejó 14 muertos, más de 500 deserciones escolares, 80 desplazamientos forzados y dos paros de buses en la comuna de Belén y en el corregimiento Altavista. Entre junio y septiembre, el conflicto fue muy fuerte en los sectores Nuevo Amanecer (Belén) y La Esperanza (Altavista), donde ‘Chatán’, buscaba la hegemonía del poder sobre las rentas criminales, ya que tras su captura, los ‘Chivos’ le rendían cuentas al ‘clan del Golfo’.

Muchas veces, esas bases quieren independizarse de los cabecillas, no porque quieran irse sino porque buscan llevarse parte de esas economías ilegales, ahí empiezan las disputas

En ese corregimiento y en el barrio Belén Zafra, también, hubo un conflicto interno entre la antigua banda los ‘Pájaros’, que tuvo una división interna. Sus miembros se enfrentaron por las rentas y empezaron a matarse entre ellos mismos, incluso marcaron fronteras invisibles.
El coronel Rodríguez precisó que la tercera disputa se registró en la comuna Robledo, precisamente en los barrios Villa Sofía, Bello Horizonte y Aures, noroccidente de la ciudad, donde se enfrentaron las bandas la ‘Imperial’ o ‘El Diamante’ con las ‘Buseticas’ o la ‘260’.
La cuarta confrontación, explicó el oficial, se presentó en la frontera del corregimiento San Cristóbal con la comuna 13, entre las bandas el ‘Llano’ y las ‘Peñitas’, que se enfrentan con la ‘Agonía’, por las vacunas.
En la comuna 13, donde el año pasado se registraron 48 muertes violentas, el combo ‘La Torre’, tuvo una guerra interna, hubo una reacomodación de mandos medios por el poder.
La banda ‘El Salado’ se enfrentó con el grupo ‘Cuatro Esquinas’, también en la comuna 13, tras la salida de algunos delincuentes de las cárceles que llegaron al barrio El Salado y “pretendían recuperar la hegemonía sobre el sector, entonces empezaron a darse pugnas y confrontaciones, que causaron muchos homicidios”, añadió el subcomandante.
La séptima discordia se dio en el barrio Castilla (noroccidente), entre los ‘Mondongueros’ y la ‘40’, este último tuvo una disidencia que causó muertes por ajustes de cuentas.
La octava guerra se registró en el sector La Raya, entre Guayabal e Itagüí, donde un grupo independiente, dedicado al sicariato, a las extorsiones y al microtráfico, tuvo un reacomodo y retaliaciones internas que causaron muertes y desplazamientos forzados.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el general de la Policía, Óscar Gómez, recorren las calles de Castilla

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el general de la Policía, Óscar Gómez, recorren las calles de Castilla

Foto:Archivo EL TIEMPO

Sin capturas, sería peor

El coronel precisó que en un trabajo coordinado entre la Policía, la Fiscalía y la Alcaldía, el año pasado impactaron a las 10 grandes estructuras criminales que delinquen en Medellín con 1.170 capturas, de las cuales 40 fueron cabecillas y 93 coordinadores. “Si no se hubiesen hecho esas capturas, las confrontaciones y homicidios hubieran sido más altos. A estas bandas se les afectó el aparato financiero y la logística con la incautación de droga y armamento”, añadió.
La captura más importante de 2017 fue la de Juan Carlos Mesa Vallejo, alias ‘Tom’, quien llevaba 20 años en la criminalidad y controlaba el 80 por ciento de la delincuencia en Medellín. Sin embargo, este arresto también traería reacomodos y venganzas.
Max Yuri Gil, sociólogo y analista del conflicto urbano, explicó que entre el 2008 y 2011, cuando se enfrentaron ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’, quienes dividieron la ‘Oficina’, los asesinatos subieron y cuando estos cabecillas fueron capturados hubo un periodo de violencia, pero corto.
“La ‘Oficina’ y los ‘Urabeños’ llegaron a la conclusión de que no eran capaces de derrotarse y firmaron un acuerdo, en julio de 2013, conocido como el ‘pacto de fusil’ que bajó los asesinatos”, agregó Gil.
Para Fernando Quijano, director de Corpades, ese pacto se mantiene, pero en las bandas hay mucha tensiones, desintegraciones y divisiones. “La captura de ‘Tom’ traerá pugnas, cacería de brujas, intentos de algunos grupos sometidos de romper el monopolio y una línea de la ‘Oficina’ buscará recobrar territorios perdidos”, advirtió.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
Twitter: @Johapareja 
Medellín
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