¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Cali

La 'reina' del Pacífico hace eco en el Petronio: la marimba de chonta

A los 20 años del Petronio Álvarez se suma la consentida la Costa Pacífica, la marimba de chonta.

A los 20 años del Petronio Álvarez se suma la consentida la Costa Pacífica, la marimba de chonta.

Foto:Santiago Saldarriaga

A los 20 años del Petronio Álvarez se suma este instrumento consentido de la Costa Pacífica.

Sus suaves sonidos evocan el sabor de una tierra cultural llena de historia, sus notas musicales invitan a un baile donde los sentidos se compactan para sentir el placer que solo la danza puede brindar; las teclas de la marimba invitan a viajar a la Costa Pacífica de Colombia, a disfrutar de la brisa de las palmeras, del calor del sol y a sentir cómo la arena se mezcla con el agua salada de las playas del Chocó, Guapi, Buenaventura, Tumaco y Bahía Solano.
“La marimba transporta a un ambiente natural lleno de paz, cada nota se asemeja a pequeñas gotas de agua que caen sobre las rocas de un río o un cántaro vacío, la combinación de la escala musical en diferentes tonalidades permiten adentrarse a un espacio tropical”, dice Moisés Zamora, marimbero nacido en Cabuyal, Venezuela, apasionado por el folclor, quien se dejó capturar por la cultura Pacífica del país.
Algunos dicen que nació en África, como resultado de una mezcla entre instrumentos de Asia y América, otros creen que fue en México, en Chiapas, donde este instrumento de sonidos suaves emergió para convertirse en sinónimo de cultura, pero la versión más fuerte del origen de la marimba viene de un país centroamericano, Guatemala, donde los indígenas se apropiaron de ella, la modificaron según su gusto y la convirtieron en el símbolo patrio que es hoy.
En Colombia muchos aseguran que fueron los esclavos traídos de África, quienes con su cultura a cuestas sembraron la música, los instrumentos y las tradiciones en el país, quienes construyeron la marimba, la tocaron y le heredaron al Pacífico una hija que se convirtió en la consentida de las fiestas y arrullos de la Costa.
Pero su origen parece insignificante frente a lo que este instrumento le ha aportado a la cultura de países como Colombia, donde el Pacífico se impregna con los sonidos de sus pequeñas tablas, las encargadas de que las olas bailen, convirtiendo los silencios en fiesta.
Su melodía es producida por los suaves golpes que los tacos le hacen a las tablas de chonta y que desde hace 20 años se escucha en Cali durante el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.
Entre guadua, madera tara, caucho vegetal y madera de chonta, este ‘piano de la selva’, con sus 23 tablillas alineadas de forma perfecta, desde la más grande a la más pequeña, pone a bailar a la ciudad cada año al ritmo del currulao, la jota y el patacore.
En el centro del escenario luce triunfante, con intensiones fijas de robarse el show durante los ocho días del Festival.
Músicos como Enrique Riascos aseguran que este instrumento fue una salvación para un pueblo que necesitaba vida.
“La marimba es la representación de una raza que fue vulnerada y hoy es reconocida como cultura, tradición y música”.
Tal vez, ese es uno de los motivos más fuertes para que sea tan apetecida en el Festival. La historia detrás de cada pedazo de madera es tanto maravillosa como terrible y nos sentimos responsables de seguir escribiendo su legado”, dice Riascos.
El Petronio Álvarez se ha convertido en una ventana musical, gastronómica y cultural afrocolombiana, una celebración llena de baile y sabor donde los cinco sentidos se ponen en vilo para vivir, en carne propia, la cultura afro de la costa occidental de Colombia.
El ambiente costero se siente en el aroma a coco, pescado, ceviche y arrechón, platos y bebidas idílicas para el disfrute del paladar de quien desee saborear el Pacífico.
La fiesta se enciende, la música empieza como canción de cuna y, poco a poco, retumban tambores, suenan golpes secos en el cuero de las tamboras, una mezcla de sonidos que invitan a vivir de cerca el Festival.
La emoción aumenta, la alegría se siente en el aire, un pedazo de la Costa llega hasta la capital vallecaucana y se asienta en el Petronio, donde las caderas y pañuelos blancos cobran vida al compás de un piano rústico y fino, hecho a mano y afinado acorde a las voces de las cantoras, celebrando a un pueblo que exalta las riquezas de su tierra.
Sobre el escenario, a la ‘reina’ la acompañan el cununo, el guasá, y las tamboras, a las que les dan vida unos seres orgullosos de hacer eco en el mundo de la música de sus pueblos, de sus cimientos, de su raza, y que se ha abierto un espacio en una ciudad como Cali.
Veinte años de rendirle tributo a sus ancestros, a su tierra, en tierras ajenas llena de personas a las que se les hincha el pecho de orgullo de haber nacido en la Costa, 20 años de historia musical que hacen vibrar a todo un pueblo.
Será una jornada larga, el telón del Festival se bajará y la marimba quedará en silencio, después de sentir cómo el volumen de la fiesta iba en aumento y la euforia de la gente se intensificaba con cada sonata de su cuerpo. Ella callará y con ella el Festival, será hasta el próximo año donde, como siempre, será la protagonista.
Alejandro Riascos, músico y constructor de marimbas, ama la sensación y la historia que llevan a cuesta cada parte de este instrumento y reconoce la importancia que el instrumento le ha aportado no solo al Festival, sino a la cultura del país.
“La marimba es la reina, no hay instrumento parecido a su sonoridad, es magia, te transporta a la playa, la arena, la brisa, realmente sientes el mar, es la viva expresión del canto de un pueblo que lucha por poder salir adelante y que grita que aún está vivo y fuerte”, dice emocionado.
Aún quedan más notas que tocar, más música que hacer, más alegría que dar y más festivales a los cuales asistir y robarse el show.
Ana Julieth Saavedra
CALI
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO