‘Los Guaracheros’ y ‘Los Imperiales’, son las dos bandas de microtraficantes desmanteladas por la Policía Metropolitana de Barranquilla y la Fiscalía, luego de seis meses de seguimiento.
Estas dos estructuras delincuenciales fueron golpeadas, gracias a un agente encubierto que logró infiltrar y ganarse la confianza de los hombres que se dedicaban a distribuir las sustancias alucinógenas
De acuerdo con el reporte oficial, en el primer caso se logró desmantelar a ‘Los Guaracheros’, sindicados del delito de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes. La policía logró captura de cinco personas en diferentes puntos de la ciudad.
Entre las personas capturadas ahí un vendedor ambulante el cual se aprovechaba de su envestidura para distraer a las autoridades y comercializar la droga sin ser sorprendido. También había un integrante que se conoce como el “profesor”, este vendía las sustancias alucinógenas y al mismo tiempo daba clases de tenis para así lograr despistar las autoridades.
Esta banda delincuencial lidera y controla la provisión y venta de estupefacientes en pequeñas cantidades, “quienes disfrazan su actividad delincuencial en figuras de vendedores ambulantes, celadores, limpiavidrios, teniendo su radio de acción primordialmente en el norte de Barranquilla”, señala el comunicado de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Así mismo esta banda delincuencial reclutaba a los clientes que frecuentemente consumían ya que ganan su confianza y los convierten en sus proveedores.
Mientras que a la banda ‘Los Imperiales’ le fueron capturados a tres de sus miembros Según la Policía, este grupo es el que lidera y controla la provisión y venta de estupefacientes en pequeñas y grandes cantidades, en coordinación con personas del departamento del Magdalena, que es de donde enviaban la marihuana en buses de transporte público.
Utilizan mujeres conocidas como mulas o correos humanos, las cuales llevan maletas, bolsos y fajas adheridas a su cuerpo para transportar la sustancia estupefaciente, que finalmente es distribuido, comercializada en Barranquilla, “abasteciendo un sin números de caletas o vendedores de calle que se encargan de comercializarla en sitios los cuales funcionan como consumos y expendios de sustancias estupefacientes, donde utilizan como modalidad de ventas callejeras o vía pública, ventas a domicilios y puntos fijos”, señala la Policía.