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Bogotá

Distrito crea gerencia para atender a migrantes venezolanos en Bogotá

Una gerencia coordinará las ayudas que brinda Bogotá a los venezolanos.

Una gerencia coordinará las ayudas que brinda Bogotá a los venezolanos.

Foto:Secretaría Social

Han nacido 1.200 niños de padres venezolanos en la ciudad y se han atendido 65.000 pacientes.

Hugo Parra
En lo que va corrido de este año, Bogotá ha desembolsado al menos 26.000 millones de pesos para poder atender a los venezolanos.
Así se desprende de un análisis de cifras que hizo EL TIEMPO con información de las secretarías distritales en el marco del Plan de Acción para la atención humanitaria de esta población ordenado por el alcalde Enrique Peñalosa.
A diario ingresan por lo menos 150 personas por la terminal de transporte Salitre, dice la Administración, y, según las cifras de Migración Colombia, en la ciudad ya hay cerca de 220.000 ciudadanos de los 935.593 que han llegado al territorio, según el informe oficial de la entidad nacional.
La mayoría de ellos están radicados en Santa Fe, Kennedy, Suba y Fontibón.
Según los datos, la Secretaría de Salud ha gastado durante este año unos 4.421 millones de pesos en atender a 65.765 pacientes del país hermano.
Al hacer una revisión detallada de la asistencia que se les ha prestado en los diferentes hospitales y centros de salud, se tiene que se han realizado 47.513 procedimientos médicos, 8.204 urgencias, 1.991 hospitalizaciones y 8.056 consultas. Y al menos 1.200 niños han nacido en territorio bogotano. En el 2017, la inversión fue de 31 millones de pesos.
Por otro lado, datos a julio del 2018 señalan que la Secretaría Social ha prestado servicios a 2.707 personas, de las cuales la mayoría son niños y madres gestantes.
También se han entregado 332 beneficios en comedores comunitarios y bonos, 195 personas se han beneficiado con la atención y asesoría de las comisarías de familia y 1.020 han recibido ayuda humanitaria y acompañamiento social.
Para tener una idea de los gastos, cada niño atendido por el Distrito en los jardines infantiles, independiente de si es colombiano o venezolano, le cuesta a la ciudad 6’500.000 pesos al año. Es decir, que si se han atendido 1.200 niños, la inversión ha superado los 7.800 millones de pesos.
Por su parte, la Secretaría de Educación les garantiza acceso con las mismas condiciones de bienestar, calidad y seguridad que reciben los estudiantes bogotanos, incluida la alimentación escolar.
Hoy hay cerca de 3.808 niños venezolanos matriculados. Según las cifras oficiales, un niño le cuesta a la ciudad 3’744.810 pesos en media jornada, lo que significa que solo en el 2018 la inversión es superior a los 14.000 millones de pesos. Esto sin contar que cada día llegan más y más familias y que la ciudad tiene cupos disponibles.
La situación está desbordada, y eso lo reconocen las autoridades locales. Solo en alojamientos, el Distrito dispone de 50 temporales por tres días con alimentación, elementos de aseo y apoyo psicosocial para los casos más graves.

Gerencia para venezolanos

En medio de esta situación y para poder enfrentar y atender de forma integral a los venezolanos, el alcalde Peñalosa anunció la creación de una gerencia especializada, responsable de articular todas las acciones de las entidades distritales para garantizarles los derechos fundamentales.
Esta gerencia, que estará en cabeza de María Angélica Trujillo, comenzará a funcionar, al igual que otras decisiones que están en camino, a partir del mes de octubre.
Otro de los anuncios es la puesta en marcha de una especie de supercade social en la terminal Salitre, que atenderá con dependencias de asistencia social de tal manera que se les brinde la información de primera mano sobre los servicios y derechos. Allí estarán, entre otras, la secretaría Social y las de Salud, Educación, Gobierno y Seguridad, para evitar también que caigan en manos de redes de explotación sexual o laboral.
El secretario general de la alcaldía, Raúl Buitrago, precisó que esta gran estructura se diseñará en la terminal, pues es el punto de llegada de la mayor cantidad de migrantes. “Habrá organizaciones del nivel territorial del Distrito, pero también del nivel nacional, que permitirán avanzar en la normalización del estatus migratorio de los venezolanos y orientarlos en servicios básicos”, añadió.
Estas decisiones, que se suman a la creación de cuatro centros de atención al migrante en diferentes puntos de la ciudad –el primero estará en Teusaquillo, y también entrará en servicio el próximo mes–, fueron tomadas debido a la cantidad de migrantes que ingresan a diario a la ciudad.
Peñalosa dijo que atender a un hermano venezolano es igual que atender a un antioqueño, a un costeño, a un tolimense o a cualquier ciudadano de otra región. En este sentido, hizo un llamado a todos los habitantes de la ciudad para que no caigan en la trampa del odio y la xenofobia, pues si bien reconoció que hay algunos delincuentes que son de esa nacionalidad, resaltó que estos son una ínfima parte.
En medio de la rueda de prensa en la que hizo los anuncios, acompañado de los secretarios de despacho, el alcalde pidió consideración por la situación que viven los vecinos y no estigmatizarlos, pues esa historia ya la vivimos los colombianos por cuenta de delincuentes que llegaron en su momento a ese país y causaron daño.
En un comunicado de prenda entregado este miércoles por la alcaldía, se informa que la Secretaría de Desarrollo Económico “activó la Ruta de Empleo, que se realiza el primer viernes de cada mes en la plaza de los Artesanos, y donde se han atendido este año 2.480 personas. A la fecha se han hecho 8 rutas para la población venezolana, se ha podido formar a 323 personas, 416 han sido remitidas a empresas y 20 han sido vinculadas laboralmente”.
Asimismo, hay una ruta para el emprendimiento “que les brinda talleres, ruedas de negocio, actividades de networking, ferias de comercialización, acceso a los programas de formación y fortalecimiento ofertados por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena)”.
En enero de este año, tres mujeres venezolanas se graduaron con el proyecto ‘Mujeres con propósito’, en alianza con la Fundación PepsiCo, y en mayo se atendieron a 8 mujeres venezolanas con nacionalidad colombiana, en sectores artesanal y gastronómico, según el boletín de prensa.
Peñalosa le insistió al Gobierno en que se nacionalice o se regularice a los venezolanos para que puedan trabajar y recibir los servicios sociales.

Expertos analizan el problema

Según un informe reciente de la Cruz Roja, este año se ha incrementado la llegada de venezolanos, “desbordando la capacidad institucional para brindar atención humanitaria”.
Eso también lo ratifican misioneros como Teresinha Monteiro, de las hermanas de San Carlos Borromeo, al frente de la Fundación Atención al Migrante. “Conseguir estufas de gas, ollas, platos, cucharas, pocillos, olletas para el chocolate, mercados, toallas, elementos de aseo y hasta ropa interior es una carrera contra el tiempo. Cada vez llegan más inmigrantes”. Ella dice que Bogotá no estaba preparada para recibir semejante oleada.
Según el sociólogo de la Universidad Nacional Camilo Castiblanco, el proceso de inmigración genera reacciones en cadena. “Una es el fenómeno del hacinamiento, porque llegan a zonas densamente pobladas y sin infraestructura para recibir más gente”.
La otra reacción, explicó, es la disputa por el acceso a los recursos laborales o a servicios como la salud o la educación. “Eso comienza a generar inconformidad entre nacionales y extranjeros”. Según William Alfonso Piña, profesional de Ciencias Políticas de la U. del Rosario, Bogotá es, sin duda, la ciudad que más migrantes recibe.
“Muchos se van acomodando, pero ya comienzan a sentirse en todos los sistemas. Ahora, súmele la llegada de los venezolanos solo a Ciudad Bolívar, Bosa, Mosquera y Soacha”.
REDACCIÓN BOGOTÁ
Hugo Parra
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