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Bogotá

Nuevo POT quiere sacar bares de los barrios residenciales

Los vecinos suelen quejarse de las casas que venden licor sin los permisos pertinentes. Nuevo POT sacaría a los bares de los barrios.

Los vecinos suelen quejarse de las casas que venden licor sin los permisos pertinentes. Nuevo POT sacaría a los bares de los barrios.

Foto:Hector Fabio Zamora / EL TIEMPO

Se podrán localizar en vías comerciales consolidadas y sobre arteriales e intermedias.

John Cerón
Los vecinos que viven la pesadilla de bares o negocios que venden licor para consumir dentro del establecimiento pueden ir alistando la dirección para reportarlos, porque el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) prohibirá su operación dentro de los barrios.
La Secretaría de Planeación Distrital no sabe cuántos son los bares, discotecas, tabernas y establecimientos cuya actividad principal es la venta de licor para consumir en el lugar porque no todos los negocios registrados en la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) son localizables en el territorio.
Lo acaba de comprobar al tratar de poner en los mapas de la ciudad a 27.000 de estos negocios que aparecían registrados en la CCB hasta el 31 de diciembre del 2018. Solo fue posible localizar 9.276. Los otros 17.724 no aparecieron por algún tipo de error en el registro: las direcciones consignadas no aparecieron o los predios reportados no existen en la cartografía.
Lo que sí quedó claro de ese cruce de información es que solo 146, de los más de nueve mil que aparecieron, cuentan con licencia para uso del suelo en esa actividad. Los demás venden licor para consumo de manera ilegal o aprovechando otro tipo de uso: por ejemplo, con licencia para restaurantes, cafés o comercio.
Estos datos no incluyen las tiendas, que en su mayoría venden licor para consumir en el lugar.
En el nuevo POT, que está en proceso de construcción y que actualmente se está presentando ante la comunidad, se ordenan acciones de mitigación para que estos negocios no generen impacto en la comunidad, y eso incluye el cierre o el traslado de los que operan en los barrios.
Según Planeación, solo se permitirá la venta de licor para consumo en los corredores donde predomina el uso comercial y de servicios. “Los bares se podrán localizar en vías comerciales consolidadas y sobre vías arteriales e intermedias, zonas de uso múltiple y zonas industriales. Nunca en el corazón de los barrios”, explicaron en la entidad.
Así, en casos como el del barrio Galerías, donde los vecinos se quejan por el impacto que les produce la venta y consumo de licor junto a sus residencias, solo se permitirá sobre la calle 53 entre carreras 28A y 24, y en la carrera 27 entre calles 53B y 51. Los demás tendrán que salir y reubicarse. Algo similar ocurrirá en barrios como Venecia, donde operan este tipo de negocios.
Pero, además, como solo 146 de todos los más de nueve mil revisados tienen licencia, los demás tendrán que tramitarla ante la curaduría urbana, y para conseguirla deberán cumplir con las acciones de mitigación que ordena el nuevo POT.
En ningún caso podrán obtener permiso para funcionar dentro de los barrios.
Únicamente se podrán legalizar, es decir, obtener licencia, los bares o negocios que funcionen en los corredores autorizados. Las medidas de mitigación están relacionadas con los niveles de ruido, las vibraciones a los predios colindantes, el uso del espacio público peatonal, la ocupación indebida como parqueo o para carga y descargue y los requisitos sanitarios.
El secretario de Planeación, Andrés Ortíz Gómez, informó que las acciones de mitigación deberán ser demostradas en el trámite de la licencia, y su cumplimiento tendrá que verificarse mediante control urbanístico de los inspectores de policía de cada localidad, una vez esté en operación. Los horarios seguirán a cargo de la Secretaría de Gobierno.

Sin estas  medidas no podrán funcionar

* Cuarto de acopio de basuras al interior del establecimiento.
* Garantizar las medidas para limitar los niveles de ruido permitidos por sector.
* Mitigar los impactos generados por vibraciones a predios colindantes.
* Cumplimiento de los requisitos sanitarios correspondientes.
* Áreas dentro del predio libres, conexas al acceso peatonal para las aglomeraciones de personas.
* Adecuación y/o construcción del espacio público del frente del predio, según la cartilla de espacio público vigente. Lo anterior incluye la prohibición de ocupación indebida del espacio público.
* Área de carga y descarga que no afecte el libre tránsito de la movilidad circundante.
* Se permiten en construcciones diseñadas y construidas para el uso específico (por ejemplo: no se puede destinar una casa para un bar sin las adecuaciones correspondientes).

¿Qué opinan los residentes que viven cerca a la rumba?

EL TIEMPO recorrió tres puntos de la ciudad en donde hay bares y discotecas que funcionan hasta altas horas de la noche, de jueves a domingo. Esta situación tiene en vilo a algunos residentes, quienes plantean abandonar estas zonas, pues aseguran que no pueden conciliar el sueño.

Modelia-Fontibón

Yasmin Leal vive en el barrio, dice que todos los fines de semana tienen que soportar un martirio con las discotecas que colindan con su casa, porque sus hijos y ella no pueden dormir debido a los ruidos que se presentan en la madrugada.
“A la 3 a. m. uno está descansando y se escuchan escándalos, el estruendo de la música, borrachos, gritos y peleas, que terminan quitándonos el sueño”, manifestó Leal.
“Los bares no solo traen ruidos y escándalos; se ven niñas prostituyéndose hasta muy tarde; moteles escondidos, bajo fachadas de cigarrería”, afirmó Hollman Bolívar, otro vecino de Modelia.

Galerías-Teusaquillo

“Hace ocho días un carro se fue por la calle 52 en contravía. Llegaron los bomberos y la Policía, al conductor lo retuvieron al frente del edificio”, contó Martha Díaz, administradora de un conjunto residencial, quien manifestó que están cansados de la algarabía los viernes y sábados.
Por su parte, el dueño de un bar aseguró que están dispuestos a hablar con las personas. “Les pedimos a las autoridades para que nos visiten y nos capaciten para regular la música y no perjudiquemos a los que están durmiendo”, puntualizó.

Venecia-Tunjuelito

Luz Caicedo vive desde los 17 años en esta parte de la ciudad, hoy tiene 58 y ha sido testigo de la evolución del barrio. Su hogar está ubicado sobre el diagonal 46 sur entre carreras 52c y 52b, a escasos metros de la denominada cuadra picha de Venecia, una vía paralela a la avenida 68 llena de bares, moteles y prostíbulos.
Su casa, una edificación de dos pisos color verde, está a la venta: el ruido, la inseguridad y el consumo de droga son los detonantes de su partida del barrio. “No aguantamos más el escándalo de las tabernas”, sostiene la señora Luz. Con nostalgia recuerda aquella época cuando estas calles eran un área exclusivamente residencial. Alejandra, su hija, vive una situación aún más complicada. Estudia y trabaja en el día, sin embargo, es rara la noche en la que puede dormir bien. El problema radica en que su habitación está en el primer piso de la casa y da hacia la calle. Ella debe convivir a diario con el sonido de las discotecas y el de las personas que pasan por el frente de su hogar gritando durante la madrugada. Según Luz, muchos vecinos han tomado la decisión de vender sus casas y en su lugar se han adecuado tabernas y cigarrerías.
Si bien hay muchos ciudadanos que se oponen a que este tipo de establecimientos estén ubicados en zonas residenciales, hay otros que, por el contrario, manifiestan que estos locales comerciales dinamizan la economía del lugar; “nosotros necesitamos trabajar”, sostiene Héctor Gómez, dueño de un local que vende licor.
YOLANDA GÓMEZ
Editora EL TIEMPO
En Twitter: @BogotaET
John Cerón
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