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Bogotá

Desafió caminos difíciles en su bicicleta y ahora enseña a vencerlos

Franklin Garavito, de 41 años, anima a jóvenes a conquistar los terrenos más difíciles.

Franklin Garavito, de 41 años, anima a jóvenes a conquistar los terrenos más difíciles.

Foto:Cortesía Justo De Gaula

Franklin Garavito ha pedaleado en las rutas más peligrosas y hoy acompaña a jóvenes a recorrerlas.

Franklin Garavito emprendió su primer viaje a San José del Guaviare cuando la carretera pavimentada iba hasta Granada, Meta, y en una época en que el conflicto armado estaba en auge (1996). Esto dificultó su travesía de cuatro días. “Usé la ropa menos adecuada, vestía ‘jeans’, y la bicicleta era de hierro y muy pesada; me salieron ampollas en las manos”, contó el ‘Maestro’, como lo conocen sus allegados.
Su inspiración fue su padre campesino, de Boyacá, que siempre le decía: “Si se quiere, se puede”. La frase retumbó en su cabeza y lo impulsó a rodar. A punta de ahorros compró una bici que lo acompañó en su primer viaje: no contaba con preparación física, solo las ganas de llegar.
Luego de su primera aventura emprendió otros recorridos por el altiplano cundiboyacense, en uno de los cuales sufrió un accidente en 1998: “Por una falla en la rueda delantera caí contra un cerco; sufrí desprendimiento de un ligamento del riñón y tuve paro urinario. Estuve 15 días en cama”, recordó el deportista bogotano.
Eso le hizo considerar que las travesías eran peligrosas, y se alejó del ciclismo. Dos años después la pasión le ganó al miedo, y retomó. Muchos lo llaman ‘Máquina’ porque no se deja vencer por el agotamiento físico, aunque ha pedaleado 700 kilómetros.

Legado

Desde el 2012 decidió compartir sus experiencias y conocimiento de la bici con jóvenes que empezaban en este deporte, tras dar con Andrés Benavides, ciclista al que conoció en la vía Bogotá-Girardot. El joven notó las fortalezas de Franklin y le pidió que le dejara acompañarlo en futuras rodadas. Fue el primer pedalazo para formar un grupo de aficionados.
Las rutas que traza con los 15 jóvenes que hoy pedalean junto a este veterano de las bielas a veces resultan “absurdas”, según Andrés Benavides. Por ejemplo, la primera, que fue hasta Puerto Carreño, Vichada: “Yo hacía todo muy simple, él me enseñó a retarme”, indicó.
A ese viaje se animaron diez ciclistas, y fue de los más desafiantes: las vías eran trochas, y las lluvias torrenciales formaron barrizales en los que se quedaban atascadas las ciclas. “Dimos pedal desde las 6 de la mañana, habíamos dormido tres horas, todos querían renunciar”, narró el consumado deportista.
Esa vez, Leonardo Rojas y Carlos Castro (otros muchachos de la caravana) se motivaron con las palabras de aliento de Franklin (“no voy a renunciar”, les dijo) para seguir, y el resto del grupo se les pegó a la rueda, hasta terminar la travesía.
Los caminos que propone van por montañas y abismos. Para algunos es ridículo hacer más larga la ruta, aunque para este aventurero significa la satisfacción de llegar a la meta pese a la dificultad.
“El hecho de perder fuerza no debe desviarlos de la meta”, resalta Franklin, quien reconoce que a la mayoría de los pedalistas les da temor andar en bici, por los peligros que ello acarrea. “Yo también sentí miedo; desde esa caída, que casi acaba con mi vida, tuve que aprender a dominar mi mente, y eso es lo que les enseño”, destaca la ‘Máquina’. Ser paciente y dar cada pedalazo sin desespero es lo que marca la diferencia, agrega.
Cada ocho días salen a rodar; por lo general, el punto de partida es la sede norte de la tienda 14 Ochomiles, donde Franklin trabaja como mecánico de bicicletas.
Su próximo desafío es un viaje de Bogotá a Santander, ida y vuelta, unos 600 kilómetros. Los interesados pueden contactarlo en el correo electrónico mechas_leon@hotmail.com.

Claves del ‘profe’ para las rutas

El ciclista debe hacerse visible a los carros y ver muy bien la carretera. Las luces delanteras deben ser de 300 lumens y las traseras de mínimo 100.
Usar reflectivos en la ropa, la maleta y la bici.
El casco debe ser de buena calidad, que garantice la protección del ciclista en caso de un accidente.
Revisar la bici antes de cualquier viaje (frenos, llantas, cambios de velocidad).
LUISA SÁNCHEZ
Especial para EL TIEMPO
En Twitter: @lusanchez1240
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