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Bogotá

El colegio Nueva York: 45 años educando ciudadanos del mundo

Los más pequeños aprenden a partir del juego y de experiencias significativas que fortalecen su talentos y habilidades.

Los más pequeños aprenden a partir del juego y de experiencias significativas que fortalecen su talentos y habilidades.

Foto:Cortesía.

Con un enfoque humanista busca que sus estudiantes aporten al mundo con su conocimiento.

Zaida Liliana Piñeros Hernández
Con 45 años de experiencia educativa y más de 1.300 estudiantes, el colegio Nueva York, ubicado en la calle 222 n.° 49-64 de Bogotá, enseña a partir de un enfoque humanista, afectivo y de trabajo colaborativo.

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Gradúa a sus alumnos en bachillerato internacional, bilingües y capacitados en francés como tercer idioma. “Para que los estudiantes sean competentes en el siglo XXI y logren ingresar a las mejores universidades tanto del país como de cualquier del mundo entero”, sostiene Adela Cruz López, rectora de la institución.
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“Nuestro interés radica en que ellos sean felices mientras aprenden y se forman para la vida. Identifican sus fortalezas, habilidades, debilidades y se proyectan hacia lo que quieren ser”, agrega Cruz.
De esta manera, el colegio Nueva York, entre 13.000 instituciones educativas, es pionero en la ‘Cátedra de la felicidad’, en la que para Diana Correales Balla, directora general del colegio, los estudiantes tienen la oportunidad de “aprender a desarrollar su autoestima, el autocontrol y su capacidad para regular las emociones”. Una asignatura que transversaliza cada una de las áreas del conocimiento que forma parte del plan de estudios.
Entre las ventajas académicas que esta institución de calendario A ofrece está el grado en bachillerato internacional. El Nueva York figura en la lista de los 42 colegios autorizados en Colombia para otorgar esta titulación académica. Con este diploma, los estudiantes de grado 11.°, sin necesidad de hacer otro curso más u homologar materias, pueden acceder y cursar su pregrado en cualquier universidad del mundo.
En términos de bilingüismo, además de cursar ciencias naturales, biología, física, química, matemáticas, música y danzas en inglés, los alumnos de grados 5.° y 9.° presentan exámenes internacionales para evaluar su avance en este segundo idioma, y certificar su nivel según el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas.
El colegio ha sido campeón en varias ocasiones de ‘pom dance’ (baile con pompones). Además, se destaca por sus actividades deportivas.

El colegio ha sido campeón en varias ocasiones de ‘pom dance’ (baile con pompones). Además, se destaca por sus actividades deportivas.

Foto:Cortesía.

Por esta razón, en el año 2018 esta institución se ubicó entre los mejores 10 colegios en las pruebas Saber 11 de inglés en Bogotá y entre los primeros 30 del país en calendario A. El idioma francés se integra en el currículo escolar como una tercera lengua que se cursa de grado 6.° a 9.°.
Sus instalaciones, que gozan de aulas interactivas con tableros digitales, en el norte de la capital, les permiten a sus estudiantes la interacción con el campo y el acercamiento a las ciencias naturales, que despiertan en ellos su curiosidad. Esto los motiva a realizar actividades de investigación a partir del ‘método científico’, que “centra su enseñanza en las materias de biología, física y química y a la vez entrena a los estudiantes desde grado 1.° hasta 11.° en esta práctica de indagación constante”, explica el vicerrector académico, Walter Mosquera.
Como resultado de esta propuesta pedagógica, Juan David Sandoval, exalumno del colegio, graduado en el año 2017, cursa actualmente su pregrado de Biología en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, con una beca completa para sus estudios, manutención y “dedicado” trabajo de investigación.
Con el propósito de lograr un egresado “exitoso”, el colegio cuenta con la Unidad de Proyección Profesional, un programa en el que se trabaja sobre el proyecto de vida de los estudiantes desde párvulos hasta grado 11.°. La rectora sostiene que “desde grado 1.° conocen las diferentes profesiones y oportunidades que ellos tienen para su futuro. Mientras que en grado 9.° se trabaja en su proyección profesional de acuerdo con las habilidades desarrolladas durante este programa”.

Se trabaja en su proyección profesional de acuerdo con las habilidades desarrolladas durante este programa

En el marco de ese interés por la vida profesional de sus alumnos, esta institución tiene convenios con las mejores universidades nacionales e internacionales. Allí tienen la oportunidad de cursar materias que luego serán homologadas en la carrera que decidan estudiar. En un porcentaje significativo, los estudiantes que se presentan a la Universidad Nacional aprueban el examen de admisión. Es el caso de Andrés Morales, egresado de la promoción 2018, quien estuvo entre los cinco mejores puntajes para mecatrónica y obtuvo una beca completa para cursar este pregrado.
Los docentes se integran con los estudiantes como una guía en su proceso educativo.

Los docentes se integran con los estudiantes como una guía en su proceso educativo.

Foto:Cortesía

Por otro lado, la materia desarrollo de habilidades busca fortalecer las destrezas cognitivas y emocionales de los alumnos, con el objetivo de mantener y armonizar el proceso académico de cada uno. De esta manera se complementa con el modelo de ‘aula invertida’, en la que los estudiantes son autónomos en la apropiación de su conocimiento.
“Estamos convencidos de que la naturaleza de todas las asignaturas requiere un manejo especial; dependiendo de cada una, tenemos una metodología distinta de enseñanza y aprendizaje”, dice Walter Mosquera.
Su sistema de evaluación es un “proceso objetivo y claro”. Se basa en los principios de la ‘evaluación auténtica’, a través de la cual se valora el progreso de cada estudiante en su desempeño académico y se da la pauta para conseguir mejores resultados.

Inmersión bilingüe

Como uno de los objetivos académicos de su plan de estudios, el colegio Nueva York educa a cada uno de sus estudiantes en una segunda y hasta tercera lengua.
Por eso realiza programas de inmersión en Canadá a través de los cuales sus alumnos conviven durante dos meses con familias de este país, mientras cursan un programa académico que les permite “practicar, aprender y afianzar sus conocimientos en las diferentes áreas del conocimiento en una segunda lengua”, afirma Adela Cruz López, rectora de la institución.
Estas labores de inmersión permiten que los estudiantes homologuen el trabajo desarrollado en las instituciones canadienses y continúen en el grado que cursan en el colegio Nueva York sin alterar su año escolar.
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Así mismo, esta institución cada año realiza campamentos de verano a nivel internacional, por ejemplo en Inglaterra, donde intensivamente se cursa el idioma inglés enseñado por docentes nativos. Allí se desarrollan actividades culturales, deportivas y lúdicas que mejoran su nivel comunicativo y “les permite vivir una experiencia multicultural”.
Debido a esta formación, en el año 2015, el colegio Nueva York participó por primera vez en una de las competencias de inglés más grandes del mundo: ‘BEO’ (British English Olympics), un evento que se realizó en Inglaterra y contó con la participación de más de 60 colegios y 1.500 estudiantes de varios países del mundo.
Allí se desarrollaron siete competencias en las que los jóvenes tuvieron que demostrar su nivel de inglés, capacidad para trabajar en equipo, liderazgo con equipos de culturas diferentes y poner a prueba sus principios, valores y retos que los motivan a ser mejores cada día. “Son programas destacados ya que además de permitirles participar en concursos internacionales, también les proporciona un excelente dominio de una segunda lengua y los convierte en líderes dispuestos a asumir los retos que se les presenten en cualquier campo de la vida”, dice Walter Mosquera.

Así aprovechan el tiempo libre

El tiempo libre en el colegio Nueva York se aprovecha en actividades que contribuyen a fortalecer habilidades psicomotrices en sus estudiantes durante y después de la jornada escolar.
El deporte se constituye como un medio de formación y diversión para sus estudiantes.

El deporte se constituye como un medio de formación y diversión para sus estudiantes.

Foto:Cortesía.

De esta forma, ofrece actividades de interés extracurricular en el educando para robustecer sus talentos, y la adquisición de hábitos sanos y saludables, explica la directora general, Diana Correales Balla.
El deporte se constituye como un medio de formación y diversión para sus estudiantes, por lo que dentro de su enfoque pedagógico se convierte en un pasatiempo, recreación y competencia, a través del cual se realiza educación física.
Por eso tiene su propio torneo de fútbol, en el que participan varios colegios de Bogotá por su organización y calidad. En este campeonato juegan las categorías infantil y prejuvenil, tanto mujeres como hombres.
Durante los últimos 4 años, por su disciplina en la práctica del pom dance (baile con pompones), el equipo del colegio ha sido varias veces campeón nacional y, como premio, cada año participa en las competencias internacionales que se realizan en Estados Unidos. También brinda espacios para el desarrollo de la danza, el canto y la música no solo en clases, sino en la conformación de la orquesta y coros  institucionales, que han participado en distintos festivales reconocidos en Bogotá.
Al concluir las clases, sus estudiantes también tienen la posibilidad de potenciar sus destrezas físicas mediante la práctica de natación, taekwondo, tenis, fútbol, patinaje, ballet, bolos y equitación. Diana Correales Balla afirma: “Esto se hace en convenio con diferentes clubes externos seleccionados previamente, donde cada estudiante tiene la opción de escoger libremente el deporte de su predilección”.
ZAIDA PIÑEROS
Especial para EL TIEMPO
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Zaida Liliana Piñeros Hernández
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