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Bogotá

Cuatro desafíos de la ciudad para los próximos dos años de gobierno

Todas las señales indican que el Alcalde no la tendrá fácil en el Concejo ni en los debates que se avecinan.

Todas las señales indican que el Alcalde no la tendrá fácil en el Concejo ni en los debates que se avecinan.

Foto:Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO

En la percepción de la gente para evaluar al Alcalde pesa la forma de invertir los recursos.

La encuesta de percepción ciudadana que reveló esta semana el programa Bogotá Cómo Vamos (BCV) mostró que el principal problema que enfrentan el alcalde Enrique Peñalosa, su gabinete e incluso el Concejo de Bogotá es la desconfianza ciudadana.
A esa conclusión llegó BCV al evaluar las respuestas que 1.506 ciudadanos de todos los estratos sociales dieron a las 80 preguntas que componen la encuesta. Hay desconfianza en la gestión y en la forma como se invierten los recursos, y solo el 28 por ciento de la gente cree que la Alcaldía está haciendo algo por mejorar su calidad de vida.
¿Cómo puede el Alcalde revertir ese panorama desfavorable? El programa BCV advierte que debe apuntarles a los temas que más pesan en la vida de la gente, y entre lo primero que debe enfrentar está el explicarle a la gente cómo está invirtiendo los recursos.
Este aspecto es vital si se tiene en cuenta que la apuesta de la Alcaldía es poner al día a la ciudad en obras de infraestructura vitales para la movilidad, que tiene 20 años de atraso, tiene en curso estudios, diseños y procesos de licitación, pero los ciudadanos siguen percibiendo que no se ha pasado de la etapa de los anuncios a punto de cumplirse la mitad del periodo de gobierno.
El programa identificó que para los ciudadanos son cruciales asuntos como la calidad del servicio de TransMilenio y la seguridad, pero al cruzar todas las variables de las respuestas quedó en evidencia que el nivel de satisfacción con la forma como se invierten los recursos pesa un 44,6 por ciento a la hora de evaluar la gestión del mandatario y su equipo e impacta en la imagen que tienen los ciudadanos del Alcalde.
EL TIEMPO consultó con expertos acerca de cuáles deben ser las acciones de la Alcaldía para remontar estos números negativos en las materias vitales para los ciudadanos, y varios de ellos coinciden en que es fundamental que lleguen soluciones ya a los problemas que impactan a las personas en su vida diaria.

Peñalosa, a ponerse en los zapatos del día a día

Y si la ciudad va enderezando el rumbo, los ciudadanos se sienten cada vez más optimistas y los indicadores comienzan a salir de la zona roja, ¿por qué al alcalde Peñalosa le va mal en confianza, favorabilidad y gestión? ¿Por qué no se conecta con los ciudadanos de a pie?
La respuesta de expertos, de asesores y analistas es su forma de comunicarse, de no conectar la realidad con la percepción.
Así, mientras que el Alcalde habla de grandes megaobras, de futuro, de multimillonarias inversiones, de espectaculares diseños, de estudios o de ríos navegables y de que dentro de ocho años los niños puedan ir a nadar en el río, el ciudadano de Bosa, Kennedy o Ciudad Bolívar, donde hoy se hacen grandes inversiones, se tiene que movilizar en un TransMilenio a reventar mientras que, por el otro lado, los ciclistas y peatones reclaman al unísono más seguridad y protección.
De ahí que expertos como Andrés Gómez, de FTI Consulting, señalen que Peñalosa debe concentrarse en un solo tema: TransMilenio, y no precisamente el de la carrera 7.ª. Esto es: que mejore lo que ya está en marcha. “Esa es una prioridad central: TransMilenio reúne una necesidad de movilidad, pero también de sensación de inseguridad. Si soluciona un tema tan simple como ese, lograría mejorar la confianza, la gestión y, ahí sí, pasar a las megaobras”.
En ese mismo camino, el director del doctorado de estudios sociales del Externado, Armando Silva, le llama la atención al mandatario para que rescate la vida del barrio, que marcha bien en las encuestas: “La riqueza de los barrios es muy importante para superar el estigma de norte y sur. A diferencia de los del norte, los del sur son los que tienen más fuerza cultural en sus formas de ser”.
Todo apunta a que la Administración debe replantear sus estrategias de comunicación, poner el foco en asuntos cotidianos, que lo vuelva su caballo de batalla y pisar el acelerador para que se acerque a los ciudadanos y los escuche. Con ello podría tejer lazos de comunicación que le permitan ponerse los zapatos del día a día sin descuidar la planeación.

La riqueza de los barrios es muy importante para superar el estigma de norte y sur

A concretar obras y comunicar logros

El jalón de orejas que arroja la percepción ciudadana sobre la inversión de los recursos públicos es claro: solo el 12 % se siente satisfecho con la forma como la Alcaldía Mayor gasta el erario capitalino.
Según los analistas, esto puede obedecer a un divorcio entre lo que la gente quiere ver que se hace y lo que la Administración decide hacer, lo cual no significa que en estricto sentido no apunte a resolver los inconvenientes de la ciudad.
Para el exalcalde de Bogotá Jaime Castro, ese resultado de la encuesta se puede abordar desde dos puntos; el primero: “El contribuyente paga impuestos, que considera elevados e inequitativos, y no encuentra que se reflejen en las obras que se ejecutan y los servicios que presta el Distrito. Esa situación solo se puede superar si la Administración explica mejor la situación de las finanzas públicas (cuánto recibe, cómo invierte sus recursos) y por qué decide vender la ETB y el 20 por ciento de la Empresa de Energía de Bogotá, y se endeuda tanto. Gobernar exige cumplir esa función didáctica”.
En segunda instancia, Castro expresó que a la Bogotá mejor para todos le convendría “acreditar que las obras no tienen sobrecostos, que no hay corrupción y que no derrocha los dineros públicos, por ejemplo, en publicidad y otros gastos suntuarios”.
Lo curioso de la encuesta, explica Fabián Zambrano, profesor titular del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, es que, a su vez, los habitantes creen que la capital va por buen camino y el 49 % se sienten satisfechos con la ciudad. Para que el indicador de insatisfacción con la inversión de los recursos públicos mejore, “no deberían seguir enviando el mensaje que han mandado en cuanto a que todo lo solucionan con movilidad y que las grandes inversiones son solo para ese renglón. Creo que, en parte, también es un tema de comunicación. Por ejemplo, el Alcalde se casó con TransMilenio, y como el servicio aún es deficiente, lo ven mal a él”, apuntó Zambrano, quien además sugirió no caer en una actitud negacionista frente a las dificultades: “Deben revisar mejor lo que la gente piensa”.

TransMilenio: mucho por hacer y mostrar

A pesar de las 663 mejoras que la administración Distrital ha realizado a TransMilenio en rutas, paradas, ampliación de estaciones, además de los anuncios de los estudios y diseños para la construcción de las troncales en las avenidas 68, Ciudad de Cali y carrera 7.ª , la satisfacción con este medio de transporte es apenas del 19 por ciento. Otro dato que arrojó la encuesta de Percepción Ciudadana de Bogotá Cómo Vamos indica que seis de cada diez bogotanos creen que este servicio ha empeorado.
Luis Ángel Guzmán, director del Grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR), de la Universidad de los Andes, aseguró que el ‘hacinamiento’ en algunas estaciones y en los buses hace que la gente le pierda el cariño a TransMilenio. “Recordemos que hace 12 años era una marca reconocida a nivel mundial, venía mucha gente para ver cómo funcionaba y desafortunadamente ese prestigio se está perdiendo”.
El experto agregó que ya hay que dejar de lado la idea de que los buses rojos son de Peñalosa. La ciudadanía debe empezar a verlos como propiedad de la ciudad.
A esto se suma que desde agosto del 2012 no se entrega una nueva troncal y hoy la ciudad debería contar con 380 kilómetros de carriles exclusivos y solo tiene 114, es decir, opera apenas con el 30 por ciento de su infraestructura, que diariamente mueve 2’500.000 usuarios.
Ómar Oróstegui, director del Bogotá, Cómo Vamos va un poco más allá y asegura que hoy el sistema está saturado y requiere expandirse para quitarle la carga que hoy tienen las troncales existentes. “En los últimos años se incrementó el número de pasajeros y la infraestructura no ha crecido, y esto tiene un efecto en la insatisfacción de la gente”.
El alcalde Enrique Peñalosa ha anunciado en varios escenarios que el 2017 es el año de los estudios, preparación y trámite de licitaciones, y el 2018 será el del frentes de obra y construcción de vías y transporte para toda la ciudad.
De los $ 20,8 billones que se están tramitando hoy en el Concejo, como presupuesto para el 2018, el 35 % es para movilidad ($ 6,2 billones).

‘Más policías donde ocurren los delitos’

Que los homicidios hayan caído a registros históricos, que los robos de viviendas, vehículos y comercios desciendan y que las lesiones personales bajen no parecen ser logros suficientes como para que los bogotanos se sientan seguros: el 54 % de los capitalinos se sienten vulnerables en calles, parques y en el transporte público. Pero ¿qué más puede hacer el Distrito para bajar este indicador que reducir los delitos de alto impacto?
Para Hugo Acero, exsubsecretario de Seguridad y Convivencia, hay asuntos específicos que, de resolverse, podrían impactar poderosamente en la sensación de seguridad. “Algo que mejora la percepción es la presencia de la Policía en los sitos donde suceden delitos”, expuso.
De acuerdo con el experto, los esfuerzos de la Fuerza Pública deben trasladarse al sistema de transporte, en donde –según la más reciente encuesta de Percepción de la Cámara de Comercio de Bogotá– el 50 por ciento de los ciudadanos se sienten más vulnerables.
Por otro lado, Acero indicó que el mejoramiento de los entornos urbanos, la recuperación del espacio público, la iluminación de la ciudad y la atención a los habitantes de calle son otros inconvenientes que influyen en que las personas se sientan intranquilas. “Debe haber una inversión mayor de la que se está haciendo para mejorar estos aspectos; que la ciudad no sea tan oscura, que sea ordenada”, explicó.
Andrés Nieto, experto en seguridad ciudadana y políticas públicas de la Universidad Central, coincidió con Acero en cuanto a la importancia del mejoramiento urbano, pero sugirió otras acciones en aspectos específicos que podrían impactar positivamente. “Es clave el tema del mejoramiento de parques para que la gente conviva mejor, pero también la mejoría en la respuesta de las autoridades y el aumento de cobertura en las unidades de atención de justicia y en los puntos de denuncia”, propuso Nieto.
Por último, el académico sugirió fortalecer los lazos de cooperación con organizaciones juveniles, juntas de acción comunal y frentes de seguridad con los que cuenta la ciudad.
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