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Bogotá

Mitos, ruinas y patrimonio tras 70 años del Bogotazo

Suroccidente de la plaza de Bolívar, el 29 de abril de 1948. Se ve la destrucción del hotel Atlántico, sobre la 7.ª entre calles 11 y 12. Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Vuelo B-62

Suroccidente de la plaza de Bolívar, el 29 de abril de 1948. Se ve la destrucción del hotel Atlántico, sobre la 7.ª entre calles 11 y 12. Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Vuelo B-62

Foto:Instituto Geográfico Agustín Codazzi

EL TIEMPO reconstruyó con fotos los inmuebles destruidos ese 9 de abril y lo que hoy existe allí.

Hugo Parra
Veinte días después del Bogotazo, el vuelo B-62 sobrevoló la ciudad para evaluar los daños materiales y lograr las históricas imágenes que hacen parte de la ola de violencia desatada el 9 de abril de 1948 con el asesinato del líder Jorge Eliécer Gaitán.
Varias edificaciones fueron arrasadas, incendiadas, destruidas; también se salvaron muchas, y otras fueron demolidas algún tiempo después, según los documentos y los expertos consultados.
Las fotos, tomadas desde el aire por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), donde reposan en los sobres 10259 y 10260 y fueron facilitadas a EL TIEMPO por el Instituto Distrital de Patrimonio (IDPC), dan cuenta de una ciudad afectada en algunos sitios específicos. Por fortuna, no todo eran ruinas.
El mapa oficial que levantó la Dirección de Edificios Nacionales del Ministerio de Obras Públicas de la época dibuja uno a uno los predios puntuales que fueron atacados, como por ejemplo entre las carreras 4.ª, 5.ª y 7.ª a lo largo de las calles 11 y 12, donde hoy quedan la biblioteca Luis Ángel Arango y la Casa de Moneda.
La devastadora escena del hotel Atlántico, una joya arquitectónica y patrimonial, a un costado de la Casa del Florero que sobrevivió a los hechos, evidencian el impacto.
Hoy, 70 años después, como referencia de ubicación, allí hay un almacén Éxito, exactamente en la carrera 7.ª entre las calles 11 y 12.
Otras imágenes inmortales que reposan en los archivos son las del tranvía en llamas (que les dio paso a los buses de gasolina), el palacio Arzobispal, el hotel Regina (hoy está allí el edificio Avianca), al igual que el registro patrimonial de joyas que lograron salvarse o restaurarse, como el Palacio de San Carlos, ubicado en la calle 10.ª con carrera 6.ª, sede de la Cancillería, o el hoy deteriorado palacio de San Francisco, otrora sede de la Gobernación de Cundinamarca.

El sobrevuelo para la foto se hizo 20 días después del Bogotazo

La revisión de ese material, los documentos de la época y testimonios reabren un debate público que cobra vigencia de cara a los 70 años de ese magnicidio y a los hechos que desencadenaron, lo se conoce como el mito de que Bogotá quedó en ruinas.
Pues bien, el director del IDPC, Mauricio Uribe, puso el dedo en la llaga al decir: “Al margen del tremendo movimiento social que sacudió los cimientos de la ciudad y de la Nación con la muerte de Gaitán, la destrucción en Bogotá durante el 9 de abril fue localizada”. Y agrega que fue una fortuna que se salvaran joyas como la Catedral Primada o el Capitolio Nacional.
Otro de los mitos que se tejieron tiene que ver con la llegada del modernismo. Uribe sostiene que desde 1938, la época dorada de Bogotá, se comenzaron a sentir los pasos de ese movimiento y que el Bogotazo fue un detonante que le puso gasolina para acelerar su impacto.
Sin embargo, la ruina económica de la ciudad, entre otros factores, no permitió que se tumbaran edificios patrimoniales, y, desde esa perspectiva, el IDPC considera que las joyas arquitectónicas que hoy se mantienen en pie son una suerte de salvavidas para evitar el deterioro del centro de la ciudad.
En concepto de Uribe, lo que se viene para el centro es un mejor futuro y, más aún, el patrimonio que sobrevive forma parte de la vanguardia, razón de más para señalar e insistir en que por fortuna, la ciudad no quedó en la completa ruina.
"El centro de Bogotá va a estar a la vanguardia y a la altura de otros centros urbanos del mundo, y lo que pronto va a pasar aquí va a ser histórico”, advierte el director de patrimonio.
Destaca las inversiones que se están haciendo de cara a la revitalización, como la peatonalización de la 7.ª, la construcción de edificios para estudiantes universitarios, el desarrollo de escenarios culturales y de planes del tamaño del Tríángulo de Fenicia, que desde ahora se considera parte de una revolución urbana en la ciudad.
Hugo Parra
BOGOTÁ
En Twitter: @hugoparragomez
Hugo Parra
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