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EL CHICHÓDROMO DE ORTEGA

Cuentan quienes lo conocen, que a Anselmo Alape, de 53 años y ganador del tercer campeonato de chicha indígena, todavía le duela la cabeza del guayabo por toda la chicha que se tomó durante estos tres días de fiesta en el resguardo indígena de Vuelta del Río, en Ortega.

Cuentan quienes lo conocen, que a Anselmo Alape, de 53 años y ganador del tercer campeonato de chicha indígena, todavía le duela la cabeza del guayabo por toda la chicha que se tomó durante estos tres días de fiesta en el resguardo indígena de Vuelta del Río, en Ortega.
Aunque no pudo imponer un nuevo récord se tomó trece botellas de chicha fuerte, las suficientes para que perdiera control de su pesado cuerpo cobrizo y tuviera que ser cargado por sus compañeros para descansar antes de seguir bebiendo. La marca la conserva desde el año pasado Roberto Gutiérrez con 16 botellas, es decir 4.800 centímetros cúbicos de chicha, casi cinco litros de maíz fermentado en sólo diez minutos.
Florena Capera, de 20 años fue la ganadora en mujeres. Su estómago sí permitió que batiera el récord existente y sí se pudo mantener en pie para recibir la ovación del público. En total se tomó 10 botellas de chicha y superó en una la marca impuesta el año anterior por Rosmery Gutiérrez, quien este año se tuvo que conformar con el segundo lugar.
Y como ellos, pero sin competir, estuvieron durante tres días los cerca de mil indígenas de las comunidades pijao y coyaimas que residen en los resguardos de Vuelta del Río, Paso Ancho, La Sortija, Chicuambe, La colorada Quintín Lame, Aico y Palermo, entre otros, en zona rural de Ortega. Así como representaciones de Cajamarca, Rovira, Chaparral, San Antonio e Ibagué.
Durante una semana, los chicheros de la localidad desgranaron medio centenar de arrobas de maíz colorado, encendieron los leños de las estufas y enfuertaron , como llaman ellos a la fermentación, litros y litros de chicha, que fueron repartidos en cientos de totumas.
Delfina Ducuara, de 62 años y tres de sus hermanos, Hermilda, María y Anselmo, fueron los encargados de preparar la bebida que propios y visitantes disfrutaron en estas festividades. Y como es costumbre entre los indígenas de esta comunidad, totalmente gratis. Ellos aplican el refrán de una totumada de chicha no se le niega a nadie".
El por qué de la fiesta
La palabra chicha va ligada a la palabra indígena con un vínculo ancestral que aún hoy se mantiene vivo. Esa fue la idea principal para que los gobernadores indígenas de esta zona del Tolima y el Consejo Regional del Tolima (Crit), idearan esta festividad hace tres años.
"La chicha es una cultura para el indígena del Tolima. Todos los que tenemos sangre Pijao fuimos criados a punta de esta bebida. Es un homenaje a su presencia, a su espiritualidad y a la importancia que tiene entre nuestras comunidades", afirma Alfonso Palma, coordinador del Crit.
"Es una fiesta a la vida. Aquí nadie busca emborracharse, sólo darle gracias a la chicha por su presencia en nuestras vidas", afirma el concejal de Ortega, Alfredo Capera.
Y lo emborracharse es en serio. Muchos prefieren estar en ese punto límite entre la beodez y la sobriedad para poder disfrutar de los bailes chicheros, que por lo general se extienden hasta que empieza a despuntar el sol. Además, como la borrachera trae agresividad y la agresividad a su vez, problemas, ninguno quiere ser amarrado a un árbol por buscar pelea en las fiestas.
Aunque el festival se acabó oficialmente este jueves, muchos de los visitantes se van a quedar durante el puente de Reyes. La razón, son cuatro días más de descanso y de celebración por el reencuentro y sobre todo, porque aun queda mucha chicha por compartir.
Pie de foto: Ricardo Espinosa
Desde pequeños los indígenas tienen su acercamiento con la chicha. Para ellos, tomarla es como beber agua o leche, es parte de su vida.
La chicha es envasada en botellas de cerveza Aguila, para garantizar la misma cantidad en todos los competidores.
Anselmo Alape no se puede mantener en pie luego de beber 13 botellas de chicha fuerte en el campeonato. Pese a eso, se llevó el premio mayor.
La ganadora en mujeres, Florena Capera y el segundo puesto en hombres, Edilson Guzmán.
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